domingo, 29 de mayo de 2011

2011-51: "La Última Canción" de Nicholas Sparks

Con tres de azúcar


Título: "La Última Canción"

Título original: "The Last Song"

Autor: Nicholas Sparks.

Editorial: Roca.

Año: 2009 (2010 de la edición en español).

Páginas: 444.

Género: Narrativa contemporánea (JR).

Frase promocional: "Por el autor de El cuaderno de Noah y Noches de tormenta."

"La novela de la película protagonizada por Miley Cyrus."


Sinopsis:

Cuando su madre la obliga a pasar las vacaciones con su padre en un pueblo de Carolina del Norte, Ronnie Miller, una adolescente de diecisiete años, no puede imaginarse una tortura peor. Hace tres años que sus padres se separaron, pero ella nunca lo superó.

Su padre, concertista y profesor de piano, vive alejado de todo en una casita cerca de la playa, donde Ronnie y su hermano pequeño irán a pasar las vacaciones. En este entorno idílico, Ronnie descubrirá la importancia de los diferentes tipos de amor que pueden poblar la vida de una persona: el que existe entre padres e hijos, el amor por la música y el más importante para ella, el primer amor por un chico.

En esta novela, en la que se basa el guion que el propio Nicholas Sparks ha escrito para la película del mismo nombre –protagonizada por Miley Cyrus–, el autor nos conduce una vez más a través de todas esas relaciones que pueden rompernos el corazón y también por aquellas que conseguirán sanarlo.



Puntuación: 2,5/5


Hay tópicos que no por serlo son menos ciertos: verbi gratia, que en la variedad está el gusto. Ya decíamos en la entrada anterior que iba imponiéndose la necesidad de un cambio de tono por estos lares; hela aquí, pues. Del negro en sus diferentes formas (aunque en términos puramente cromáticos nunca he oído que exista más de una variedad de negro, por más que de la opuesta y supuesta ausencia de color existan más que unas pocas... ¡y si no que se lo pregunten a Calatrava!) a un título que, sin ser puro algodón de azúcar del de las fiestas de pueblo o barrio de toda la vida, sin duda se aproxima bastante al rosa.

Un rosa que, más de una vez lo he dicho, es altamente improbable (y la verdad es que de probabilidades una entiende bastante, que no por nada lo mío siempre fue la estadística) que tiña esta biblioteca particular en sus tonos más puros. Por supuesto, el quid de la cuestión está en lo que uno entienda por tal... pues, al fin y al cabo, no todo el romance es rosa y lo que yo entiendo por tal tiene mucho que ver con esas historias simplistas en las que los flechazos están a la orden del día y a los personajes se los ve venir a leguas.

Un poco lo que sucede con esta novela de Sparks, si hay que ser sinceros: que la historia es totalmente previsible, los personajes excesivamente prototípicos e idealizados en su mayoría (la sensación de conocimiento tiene que ver más con la repetición de clichés que con una verdadera identificación con los mismos, aunque si tienes la edad adecuada y eres un romántico puede ser que haya un poquito de ambas cosas) y los giros argumentales pecan por momentos de efectistas en su recurso a lo fácil para provocar la lagrimita.

Así pues, ¿por qué no he optado por catalogar esta novela como literatura 'JR' (repetimos, 'Juvenil Romántica') sin más? Que, todo sea dicho, esto de poner etiquetas no resulta tan fácil como pueda parecer, especialmente cuando una piensa que a veces hacerlo puede ser peligroso, pues acaso reste opciones al título en cuestión. En primer lugar, cuando uno piensa en Nicholas Sparks (y Sparks es Sparks, hasta tal punto que con sólo asociar su nombre a un libro uno ya puede imaginarse sin demasiada dificultad lo que entre sus páginas se va a encontrar) no suele pensar de forma automática en novelas juveniles; de hecho, aunque siendo puramente objetivos "La Última Canción" es un 'JR' puro (chico adolescente conoce a chica adolescente, historia de amor con ciertas dificultades, etc.), lo cierto es que la historia es apta para todo tipo de público, especialmente para aquel con tendencias románticas... y resulta bastante evidente que si no fuera por la edad de los tortolitos en cuestión rápidamente prescindiríamos del 'juvenil' en la etiqueta. Del mismo modo que, tratándose de Sparks, muy bien podría haberse etiquetado la obra de drama, sin más; o, como hacen en algunos sitios, ponerle el calificativo de novela de los sentimientos, pues a los mismos apela el escritor en todo momento, como es su costumbre.

No obstante, y más allá de etiquetas y clichés, lo cierto es que tengo que reconocer que he disfrutado de la lectura de esta novela más de lo que acaso pueda parecer a simple vista; probablemente, porque también en lo previsible se puede encontrar un cierto placer. En efecto, la experiencia vital y veraniega de Ronnie en Carolina del Norte es el perfecto ejemplo de la historia sencilla y sin sorpresas, que proporciona al lector ni más ni menos que lo que promete: esos problemas adolescentes que en su momento parecen un mundo tratados con la seriedad que la perspectiva de tal edad exige, pero puestos en valor por su contraste con otros dramas de la vida de los que nadie puede estar seguro de verse libre (sí, otra vez el cáncer).

La historia se lee con facilidad, a lo que sin duda contribuye en gran medida una inevitable abundancia de diálogo derivada de su primera concepción como guión cinematográfico, incluso a pesar de que siempre he tenido la sensación de que Sparks no es ningún gran narrador en lo que a aspectos formales o del lenguaje se refiere; la alternancia de puntos de vista (siendo Ronnie, su padre, el chico bueno y el malo nuestros cicerones) es perfecta para satisfacer la curiosidad de los lectores, y especialmente de aquellos que en todo romance sienten curiosidad por conocer las dos versiones del idilio (de ahí el exacerbado interés por el malogrado 'Midnight Sun' de Meyer, sin ir más lejos); y la elección de tópicos y su uso resulta lo suficientemente hábil como para que la historia enganche (sin llegar a ser adictiva) a pesar de que suene a cosa vista o leída con anterioridad.

Tal vez hubiese sido de agradecer un poquito más de profundidad en los personajes, en su mayoría demasiado buenos o demasiado malos; incluso en el caso de nuestra protagonista, una supuesta adolescente rebelde con ciertos problemas con la autoridad que, en el fondo, en ningún momento llega a parecer tan terrible en su comportamiento. De hecho, tengo que decir que mis personajes favoritos de la historia no son las grandes estrellas de la función sino los secundarios, como sucede en el caso del reverendo Harris y, muy especialmente, en el del hermano pequeño de Ronnie, Jonah, el niño de diez años de apariencia frágil y adicto a las galletas, que provoca la sonrisa con sus simpáticas observaciones, propias del infante que ve las cosas con más objetividad que la mayoría de los que le rodean.

Lo demás, y como ya se ha dicho, un montón de tópicos de consumo fácil y nada indigesto: chica rebelde, chico guapo y rico, amor de verano, progenitores que no lo ven del todo claro; divorcio de los padres, traumas y rencores de adolescente y negación de los propios deseos; dudas sobre el futuro, secretos del pasado y otros problemillas que sin ser grano se convierten con igual facilidad en montaña. Una buena forma de recordar cómo era ser adolescente y la receta perfecta para el que desea una trama que remueva el corazón más que las tripas o la conciencia.


Momentos para olvidar

Pues sí, hoy cambíamos la fórmula habitual, pues en una historia que tan bien respeta los cánones de lo que ha de ser apetecible para los espectadores adolescentes, nada destaca por su originalidad o significancia como especialmente memorable (¿acaso el nacimiento de las tortuguitas?), pero sí que hay un par de escenas que a mí me han resultado poco creíbles o forzadas, no sé si porque soy excesivamente escéptica, o porque ya va teniendo una cierta edad en la que se olvida de la magia de otras (que, todo sea dicho, para nada).

Momento nº1: la pelea en el muelle (pág. 63). Ésa en la que nuestra heroína no duda en intervenir, plantándole cara a dos tíos duros, todo para salvar a un pobre niñito indefenso... ¡que ni la Madre Teresa de Calcuta! De acuerdo en que Ronnie es una chica con carácter; vale que existe una pequeña probabilidad de que alguien reaccionase de tal modo, y ese alguien pudiera ser una chica bastante poquita cosa, por más que el lugar estuviese lleno de adultos y demás... pero a mí me resultó una escena no en exceso creíble, un poquito forzada y demasiado idealizada, aunque no se puede negar que era en cierta forma necesaria para el desarrollo satisfactorio de la historia.

Momento nº2: los dos CD's y la media docena de discos de 45 revoluciones que aparecen, como por arte de magia, en el bolso (bandolera, por si eso sirve de excusa) de nuestra inocente Ronnie. Que, digo yo, monumental tiene que ser el despiste que arrastra una para no darse cuenta de que se los cuelan de extranjis, pues por más que tampoco pesen una tonelada, bulto hacen... ¡Vaya con la neoyorkina, que poca picardía resulta tener! Que no es que yo sea ningún lince, y a lo mejor lo suyo era no hablar más de la cuenta, que en una de éstas vas a Barcelona y te roban la cartera del bolso al descuido, pero yo no veo la forma en la que me pudieran introducir semejante alijo en él sin que me percatase.


Fe de erratas

Aprovechando que estamos en plan puntilloso, quisquilloso o como se le quiera llamar, pequeño tirón de orejas adicional, pero esta vez no para el autor sino para la traductora y cualquier otro implicado en el proceso de edición que, estando en condiciones de detectar el pequeño fallo, no lo ha hecho... pues aunque tampoco es la cosa tan grave, sin duda se podía haber evitado.

* En determinado momento, Scott, el amigo de Will (nuestro Romeo particular), que es bastante dado a los símiles cinematográficos, compara a Ronnie con la chica de "Los Niños Perdidos" por su tendencia a lo gótico, aunque sea sólo en apariencia (por eso de que viste de negro y tiene un mechón violeta... así son los estadounidenses con lo de las etiquetas). No me cabe la menor duda que el título en versión original es 'The Lost Boys', que aquí se ha traducido literalmente, pero que en su versión en castellano se rebautizó como "Jóvenes Ocultos": esa mítica película del año 87, de género cómico-terrorífico, sobre una familia de Arizona que se traslada a California y termina enfrentándose a una banda de vampiros adolescentes, protagonizada por Jason Patric, Kiefer Sutherland y los dos Coreys tan de moda en los ochenta, Feldman y Haim.

Y, por cierto, que no sé hasta que punto es creíble, ya puestos, que tal título se encuentre entre las referencias de un adolescente de diecisiete años, a no ser que se trate efectivamente de un auténtico cinéfilo (aunque no me acaba de dar el tipo). Del mismo modo que se podría cuestionar la predilección de Ronnie por "El Club de los Cinco", otra típica película ochentera... excepto porque tal vez también en las televisiones por cable norteamericanas la repiten hasta la saciedad, como aquí. En cualquier caso, es posible que Sparks hiciese bien en prestar más atención a esa clase de pequeñeces, pues no se puede olvidar que, cuando uno escribe, son los personajes los que hablan y no el autor, por más que estos sean muchas veces un trasunto del mismo.

¡En fin! Lo dicho: pequeño fallo sin importancia. Pero es que, ya se sabe: el diablo está en los detalles.


¿Reflexión profunda? No abunda...

...por más que uno se vería tentado a pensar lo contrario, tratándose de un autor que se caracteriza, como ya hemos dicho, por apelar al sentimiento; aunque puede que ello tenga algo que ver con lo fina que es esa línea que separa lo sentimental de lo sentimentaloide.

* "...sabía que cuando los hijos querían hablar con sus padres -cuando tenían algo importante que contarles- era cuando realmente éstos debían preocuparse de verdad." (Pág. 185).

* "Antes de odiar algo, realmente tienes que haberlo querido mucho." (Pág. 249).


'¡Quiero ir a Juilliard!'

No, no es algo que diga yo, que ni la pandereta toco, sino una frase que muy bien podría atribuirse a las protagonistas con aspiraciones artísticas de más de una novela o película; y digo 'las' porque es fácil detectar una clara tendencia en ese sentido en tales casos, como si el arte fuese algo fundamentalmente femenino, aunque todos sabemos que de eso nada.

En "La Última Canción" Steve, el padre de Ronnie, fue durante muchos años profesor de piano en Juilliard; la propia Ronnie, pianista talentosa ella misma y hasta compositora, tiene algo así como carta blanca para solicitar su admisión en el prestigioso centro... si no fuera porque, aún un tópico más, el trauma que le supuso el divorcio de sus padres y el abandono consecuente del progenitor del hogar familiar, la llevaron a renunciar a su propio talento.

La Escuela Juilliard es un conservatorio de artes escénicas situado en Nueva York. Se la identifica informalmente simplemente como Juilliard, e instruye en danza, drama y música. Situada en la actualidad en el Lincoln Center, la escuela instruye a cerca de 800 estudiantes de pregrado y de grado. Está catalogada por el 'U.S. News & World Report' como la institución de educación superior con la tasa de aceptación más baja de los Estados Unidos (7%), seguida por el 'Curtis Institute of Music', la Universidad de Yale y la de Harvard... y supongo que de ahí precisamente le viene ese aire casi mítico y su aparición recurrente en determinados títulos que se dirigen fundametalmente a adolescentes (sin duda, los que más a menudo sueñan con ingresar en la institución).

Así, ya sea la disciplina elegida la música o la danza, o incluso el arte dramático, lo cierto es que el anterior esquema se repite en títulos como los siguientes:

* Un primer ejemplo literario es "El Cielo Está En Cualquier Lugar" de Jandy Nelson; y en este caso, además, por partida doble. Por una parte, tal era el sueño de Bailey, la difunta hermana mayor de Lennie, nuestra protagonista indiscutible, como gran aspirante a actriz que, para más inri, murió mientras ensayaba para interpretar a la Capuleto en "Romeo y Julieta" ; pero también la propia Lennie, magistral interprete de clarinete, termina descubriendo que acaso también ese es su sueño, por más que el vivir a la sombra de su efervescente y carismática hermana le hiciese pasar por alto lo evidente. Después de todo, esta novela es una excelente historia sobre la búsqueda de la propia identidad, tanto como sobre la aceptación de la muertede un ser querido y, por más que en principio suene a paradoja como decíamos en su momento, todo un canto a la vida.

* También Mia, la protagonista de "Si Decido Quedarme" de Gayle Forman (más literatura para jóvenes adultos, aunque no sólo para ellos), sueña con ir a Juilliard, y de hecho está a punto de realizar el examen de ingreso (el violoncello es su instrumento y Yo Yo Ma, que de hecho estudió en la prestigiosa escuela y al que en el mes de septiembre pasado tuvimos por estas tierras actuando en el Niemeyer, su figura de referencia) cuando tiene lugar el trágico accidente en el que pierde a toda su familia y que, sobre todo, constituye el punto clave argumental de esta novela, en el que la gran cuestión es quedarse o marcharse: vivir o morir.

En la continuación de este libro, 'Where She Went' (y, evidentemente, el simple hecho de que haya una continuación responde a la anterior duda existencial, nunca mejor dicho) descubrimos que, en efecto, Mia cumplió su sueño y fue a Juilliard, estando en camino de convertirse en una gran violoncelista. La acción se sitúa cuatro años después del accidente y de los cuatro días que la chica pasó en la unidad de cuidados intensivos, y retoma la historia desde el punto de vista de Adam, el ahora ex-novio y también músico, aunque lo suyo sea el rock y Los Ángeles.

* En el cine, uno de los mejores ejemplos de historias por y para adolescentes en los que Juilliard se convierte en tema central y meta última a pesar de la renuncia inicial y del trauma asociado es "Espera al Último Baile", con Julia Stiles: una de esas películas de baile para adolescentes en las que se incluye el habitual romance con toque racial, incluso un poquito marginal, pero que no obstante, y sin ser nada del otro mundo, es superior a la mayoría de exponentes del género. Y, sí, estoy pensando en "Step Up"...

Dato curioso: en la propia página web de la escuela se puede encontrar un blog de la oficina de admisión en el que se dedican a desmontar mitos y rumores sobre el centro. Uno de los mismos dice literalmente (bueno, traducido): "Películas como 'Espera al Último Baile', 'Step Up' o 'El Ritmo del Éxito' son una fiel representación de cómo funciona Juilliard."

Ese es el rumor, y este es el hecho, la realidad que se contrapone: "Los músicos de Juilliard no cantan o tocan sus instrumentos obsesivamente en los pasillos 24 horas al día, 7 días de la semana, nuestros bailarines no están como palillos, y no es lo habitual que alguien sufra una crisis nerviosa por tener una clase. Las películas que insinúan o que directamente dicen que Juilliard es una colosal carrera de obstáculos no deberían nunca, jamás, y bajo ninguna circunstancia, ser utilizadas a modo de guía. Los estudiantes de Juilliard son sólo eso: ¡estudiantes! La única diferencia entre estudiar aquí o hacerlo en la típica universidad con carreras de cuatro años es que nosotros nos centramos en y nos dedicamos a las artes. La idea de que somos robots programados que nunca han escuchado la palabra 'diversión" es falsa. No os dejéis engañar por esa chica de 'El Ritmo del Éxito' que desarrolla un problema de bulimia porque cree que eso la hará avanzar y destacar. La atmósfera de Juilliard NUNCA aprueba la autodestucción."


Otras obras del autor: Sparks y el cine

Sin la menor duda, el matrimonio de Nicholas Sparks con el séptimo arte es notorio y fructífero, si bien "La Última Canción" constituye un caso especial de entre todas las obras del escritor llevadas a la gran pantalla, puesto que en este caso la película precede a la novela; o, en todo caso, la historia surge originariamente como guión, hecho sin duda a la medida de la que sería su protagonista en carne y hueso puesto que, como el propio Sparks señala en su nota de agradecimientos, fue la mismísima Miley Cyrus la que propuso el nombre de Ronnie, diminutivo de Veronica.

Por cierto, y jugando a las asociaciones en más de un sentido, un Veronica (Ronnie) que a mí me recuerda a la enfermera interpretada por Taylor Schilling en la serie "Mercy"; una Taylor Schilling que precisamente interpretará el papel femenino protagonista en la versión cinematográfica de 'The Lucky One', la anterior novela de Sparks, con Zac Efron en el otro papel principal, y que en nuestro país se ha traducido como "Cuando Te Encuentre". ¿El argumento? Durante su tercera misión en Irak, el soldado estadounidense Logan Thibault encuentra la fotografía de una joven sonriente medio enterrada en la arena del desierto. En la base, nadie la reclama y él acaba guardándola. De repente Logan empieza a tener suerte: gana en las partidas de póker, sobrevive a un ataque que mata a dos de sus compañeros... De vuelta a EEUU, Logan buscará a la mujer retratada pero desde luego no se espera a la persona fuerte pero vulnerable con la que se topa en Hampton, Carolina del Norte. La atracción que siente por ella le pilla desprevenido así que acaba manteniendo la historia de la fotografía, su amuleto, un secreto. Un secreto que puede acabar destruyendo la maravillosa historia de amor que acaba de comenzar.

Más datos: esta es la tercera novela que me leo del escritor y, curiosamente (o no tanto), las otras dos también cuentan con adaptación cinematográfica, especialmente notable y popular en el caso de "El Diario de Noah" (sigo sin haberla visto) y quizá un poco menos en el de "Un Paseo Para Recordar", títulos ambos de los que ya hemos hablado con anterioridad en este blog en relativa profundidad, especialmente del último.

Otro título llevado a la gran pantalla: "Querido John", con Amanda Seyfried y Channing Tatum, otra historia de amor con jóvenes protagonistas, aunque éstos ya no sean adolescentes, en la que la guerra juega un papel importante una vez más, como en 'The Lucky One'. John Tyree es un un muchacho rebelde que vive en Carolina del Norte. Después de pasar una infancia complicada sin madre y con un padre obsesionado con la numismática decide alistarse en el ejército para poder huir de su pueblo y de su disfuncional familia. Sin embargo, en uno de los permisos que se le conceden, volverá a su ciudad natal y allí conocerá a Savannah. Ella es su completo opuesto: una brillante estudiante, pasa el verano construyendo casas para los sin techo. Los dos jóvenes se enamoran perdidamente y cuando John tiene que reincorporarse a filas deciden esperar a que él pueda licenciarse de su carrera militar para poder emprender un proyecto de vida juntos. Las visitas de John a Savannah se suceden y en ellas el amor que sienten el uno por el otro no hará más que aumentar. John conseguriá además, con la ayuda Savannah, descubrir el porqué del alejamiento de su padre y reconciliarse con él. A pesar de todo esto, algo que excede a su contro sucede: los cruentos atentados del 11 de septiembre que sumen al país en la alerta roja militar. John tendrá entonces que tomar la decisión más difícil de su vida, la de optar entre el amor a una mujer y el amor a su país... una novela en la que, por lo que he tenido ocasión de leer por ahí, el escritor repite muchos de los tópicos que siempre le han funcionado tan bien, sin que falte una vez más el recurso a la enfermedad (y sí: cancer otra vez).


Te gustará si te gustan...

- El drama y las historias románticas con protagonistas adolescentes.

- Las películas para ídem tipo "Un Sueño Para Ella", "El Príncipe y Yo" (otra vez Julia Stiles) o 'Raise Your Voice' ("Escucha Mi Voz") con Hillary Duff.

- Los amores de verano...


'Summer Nights'

Summer loving had me a blast

Summer loving happened so fast

I met a girl crazy for me

Met a boy cute as can be

Summer days drifting away to oh oh the summer nights

Así lo cantaban John Travolta y Olivia Newton-John (Danny Succo y Sandy Olson) en esa mítica película musical que es sin duda "Grease"... aunque la suya era la historia de lo que sucedía después de ese mágico verano, cuando llegaba el momento de enfrentarse a las consecuencias de fingir ser lo que no eres. Y es que, que duda cabe, algo especial tienen esos amores de verano, acaso porque en su mayoría están destinados a no durar y ser flor de una estación y, por lo mismo, a ser vividos con mucha mayor intensidad; y probablemente de ahí su interés como tema en tantas historias literarias o cinematográficas.

* O ambas cosas, por supuesto, como en esa "Uno Para Todas" que antes de ser rebautizada en la pantalla con tal título (al menos en nuestro país) fue la conocida novela para adolescentes "Verano en Vaqueros": la historia de cuatro amigas inseparables, Carmen, Lena, Bridget y Tibby, que antes de salir de vacaciones deciden que van a compartir un pantalón vaquero que les sienta genial a todas, y que se lo irán pasando durante el verano. Carmen se va a casa de su padre; Lena, a casa de sus abuelos en Grecia; Bridget, a un campamento de fútbol, y Tibby va a trabajar en un supermercado. Cada una va a tener mucho que contar al resto de amigas, porque va a ser un verano muy especial... ¡y muy romántico!

Personalmente, sólo he visto la película (y sólo la primera, pues creo que hay dos, del mismo modo que cuatro son los veranos literarios imaginados por Ann Brashares), una historia muy amena que en realidad son cuatro y en la que destaca especialmente el elenco protagonista: América Ferrera (alias Betty Suárez), Alexis Bledel (alias Rory Gilmore), Blake Lively (alias Serena van der Woodsen) y Amber Tamblyn (alias Joan Girardi... o de Arcadia). Y si queréis saber cual de las cuatro (historias y personajes) es mi favorita, sólo diré que desde entonces me muero de ganas de pasar unas vacaciones en Grecia.

* De la novela "Coser y Cantar" de Whitney Otto surge también una película de amores y verano, aunque su tema fundamental sea la amistad femenina y las relaciones intergeneracionales: "Donde Reside el Amor", con Winona Ryder como protagonista. A punto de casarse, Finn pasa su último verano de soltera en una pequeña ciudad de California, en compañía de sus dos abuelas y de otras seis mujeres con las que se reúnen para coser todas las semanas. Cosen quilts, que son colchas, tapices o edredones confeccionados con viejos retales e, inevitablemente, mientras van dando puntadas surgen de modo espontáneo los recuerdos que habían quedado prendidos de esos jirones multicolores. Cada mujer tiene su historia; cada retal es un fragmento, una ilusión, un sueño olvidado, un instante de felicidad, un deseo.

* Una historia más contemporánea, por su condición de novedad literaria, de la que hablábamos no hace mucho es "Siempre Estarás Tú" de Francesco Gungui. Historia con reminiscencias de Moccia que, según parece indicar la sinopsis, es la verdadera quintaesencia del típico amor de verano adolescente. Se acerca el verano y Alice tiene planes hechos: ir con sus amigas a Cerdeña, en plan independiente, y librarse por fin de los veranos con sus padres en un camping. Sin embargo, la única condición que tiene impuesta para poder viajar con sus amigas es pasar de curso. Y no es lo que sucede. Alice debe repetir, no solo el curso de instituto, sino otro de los veranos familiares en Salento. De esta manera comienza lo que para ella es otro verano más, carente de emoción y de nuevas experiencias. Pero a veces las cosas cambian. A veces sucede algo que trastoca tus planes. Ese algo es Daniele, un chico rasta que conoce en el camping. Con él, se sumerge en un nuevo ambiente, donde conoce a la excéntrica Mary, a la famosa Martina o al divertido Roby. Al parecer, no será un verano más...

Así pues, que mejor forma de terminar este post que dándole la vuelta a la famosa sentencia de los Stark (ya que lo mío es irme por las ramas, genial la adaptación de "Juego de Tronos" de HBO): 'Se acerca el verano...'

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Proximamente: "Mentirosa", de Justin Larbalestier.

viernes, 27 de mayo de 2011

2011-50: "Sorry" de Zoran Drvenkar

De culpas y disculpas


Título:
"Sorry"

Título original: "Sorry"

Autor: Zoran Drvenkar.

Editorial: Seix Barral.

Año: 2009 (2011 de la edición en español).

Páginas: 431.

Género: Novela negra/thriller.

Frase promocional: "Premio Friedrich Glauser 2010 a la mejor novela negra de Alemania, Suiza y Austria."

"Sorry es a la vez emocionante, inquietante, rápido y mucho más. El cambio de tiempo y de perspectivas le da a este thriller un toque inigualable." -Express.


Sinopsis:

A veces no tenemos ni el tiempo ni la valentía de pedir perdón. El sentimiento de culpa permanece en algún lugar de nuestra mente, listo para torturarnos cuando lo creíamos olvidado. Partiendo de esta idea cuatro jóvenes berlineses crean Sorry, una empresa que se ofrece a contactar con las víctimas de nuestras pequeñas crueldades y disculparse por nosotros.

El negocio prospera, hasta que un día reciben una oferta que les conduce al cadáver torturado de una mujer. Su cliente les propone no sólo pedir perdón por su brutal acción, sino deshacerse del cuerpo. ¿Te imaginas tener que disculparte en nombre de un salvaje asesino? Aceptado el encargo ya no hay marcha atrás, pero quizás haya cosas para las que jamás se encuentre el perdón.

Zoran Drvenkar rompe con las reglas del thriller y nos involucra en la historia: juega con nuestras expectativas y prejuicios hasta mostrarnos cómo el impacto de la violencia desdibuja los límites entre inocencia y culpa de forma inquietante. Por su extrema originalidad y su despiadada inteligencia, "Sorry" se ha convertido en un fenómeno galardonado con el Premio Friedrich Glauser a la mejor novela negra en Alemania, Austria y Suiza, y cuya próxima publicación en todo el mundo depara una experiencia única a miles de lectores.


Los personajes

Frauke hace pensar en aquellas inocentes mujeres de películas de horror a las que todos quieren proteger del mal. Todavía no puedes saberlo, pero un día esa mujer se convertirá en tu enemigo. Te odiará e intentará matarte.

Tamara aún espera. Sus sueños son pobres y débiles, ya que no sabe lo que quiere de la vida. Sólo siente el deseo de encajar de algún modo, pero sin llegar a formar parte totalmente.

Wolf será el único con el que te encontrarás personalmente durante un breve instante. Ambos vais por esta vida siendo culpables. La diferencia es que Wolf siente su culpa como tal, injustamente, mientras que tú eres plenamente consciente de tu responsabilidad y por eso, poco a poco, estás perdiendo la cabeza.

Kris parece una asceta que hace mucho tiempo decidió no formar parte de la sociedad. Sólo que sabe demasiado bien que forma parte de ella. Es un optimista. Kris siempre será un enigma para ti.

Tú. Estás listo para el presente y sabes quién se te cruzará en el camino. Ahora comenzará todo...


Puntuación: 3,5/5


Una buena disculpa es como una despedida en la que se sabe que no se volverá a ver al otro nunca más.


Pues aquí estamos otra vez, cuatrocientas y pico páginas después... pues ese parece ser el tamaño medio de nuestros libros de un tiempo a esta parte; como si tal fuese la justa medida para conseguir que la historia satisfaga pero no empache, que entretenga pero no se extienda en demasía para caer en el aburrimiento, pues algo no funciona cuando te da por mirar cuánto queda para terminar esa lectura y empezar con otra.

Vaya de antemano una advertencia: percibo en mí cierta sensación de saturación que no motiva en exceso. Y es que tengo la impresión de que últimamente este rincón se ha vestido demasiadas veces de negro; y, por más que sea este un color que a casi todo el mundo sienta bien, lo cierto es que la falta de variedad acaba por provocar un relativo hastío que es posible que marque algunos de mis comentarios respecto al título del día. O, dicho de otro modo: no soy una gran amante del género, por más que ya en alguna ocasión haya hecho referencia a lo fácil de su ingesta; de hecho, con tanta reiteración tengo la impresión de que se me están acabando las referencias, los paralelismos y las asociaciones, acaso porque con tanta repetición de tópicos percibo más una suerte de nebulosa generalista que los argumentos independientes que la configuran.

Pero al grano, que es "Sorry" lo que toca... Una novela cuya mayor virtud es la originalidad de su planteamiento, quizá no tanto por el argumento en sí, pues al fin y al cabo en el mundo del thriller y lo negro casi todo está ya escrito, si no por su enfoque narrativo y su alejamiento de muchos de los tópicos característicos del género. En efecto, no encontrareís en esta novela investigaciones policiales ni aproximaciones judiciales a un caso que, en realidad, no puede decirse que exista como tal; tampoco periodistas ni psicólogos investigando misteriosas tramas o enfrentándose a enigmáticos pacientes o asesinos en serie, pues ni siquiera tan tópica y típica figura puede considerarse, en buena lid, presente en esta trama.

Muy al contrario, "Sorry" es una historia de personas corrientes que se ven arrastradas por lo inesperado de las circunstancias y la casualidad; una historia de venganza que tiene mucho que ver, como no podía ser de otro modo, con el concepto de culpa y lo contagioso que ésta puede llegar a ser, si bien uno de sus elementos distintivos es el hecho de que no es la culpa de los victimarios la que en última instancia cobra protagonismo, sino la de las víctimas. Una historia más dura de lo que puede parecer a simple vista, acaso por esa extraña cualidad poética que parece adquirir su lenguaje en los momentos de mayor horror, pues sin duda la historia de Butch Cassidy & The Sundance Kid (o lo que en el pasado aconteció que marca el presente) constituye la parte más brillante y emotiva del conjunto, a pesar de ser la que mejor representa el mal que se esconde en lo cotidiano.

El ritmo de la historia es ágil y consistente a pesar de los frecuentes cambios de perspectiva, acaso porque la existencia de un narrador omnisciente, cuya naturaleza o identidad no acaba de estar del todo clara en ningún momento, permite dotar de cohesión al conjunto. No obstante tengo que decir que, si bien el uso de la narración en segunda persona ( como personaje) constituye uno de los elementos formales más destacados por la crítica, por considerar que tal recurso contribuye a implicar al lector en la trama, por mi parte no estoy del todo de acuerdo con tal afirmación; y es que, de hecho, uno es perfectamente consciente de que ese 'tú' no es el que lee, sino un personaje más de la historia: ni más ni menos que nuestro asesino particular.

Un asesino que, desde mi punto de vista, está llamado a convertirse en protagonista y generar muchas más simpatías que los cuatro amigos que, en principio, todo apunta a que deberían ser las grandes estrellas de la función. De hecho, y a pesar de que no se puede negar la habilidad del autor para dibujar los principales rasgos de personalidad de Frauke, Tamara, Kris y Wolf con apenas un par de trazos, lo cierto es que personalmente los encuentro un tanto vacíos en cierto sentido, carentes de alguna cualidad indefinible que genere la adecuada empatía del lector y la consecuente preocupación por su destino... que tal vez exagero un poquito, pero tengo la impresión de que tal suerte no me ha llegado a preocupar tanto como debía, a pesar de que lo lógico sería que el lector se identificase poderosamente con tales personajes, por su condición de personas corrientes que se ven metidas en apuros sin comerlo ni beberlo. ¿Acaso no nos podría pasar a cualquiera?

Claro que, ¿quién nos dice que no es eso, precisamente, lo que busca Drvenkar? Al fin y al cabo, "Sorry" es un thriller en el que, más allá de la acción, importa la motivación y en el que, por incómodo que pueda resultar si uno reflexiona más de la cuenta sobre el asunto, el lector tiene la impresión de que los asesinatos son justificados y merecidos, por más que en principio nadie deba tomarse la justicia por su propia mano... si bien tampoco es eso exactamente lo que sucede en esta historia de confusiones.

En conjunto, y desde la objetividad, esta novela constituye una lectura amena y bien construida, algo más que correcta representante de su género, que encierra una mayor complejidad de argumento de lo que pueda parecer a simple vista. Desde mi subjetividad particular, sin embargo, no es más que una lectura circunstancial, con cierto potencial para el impacto pero que, muy probablemente, no tardará demasiado en ir a sumarse a esa nebulosa de tramas y personajes que en mi saturada mente representa al negro literario de puro asesinato.


Premios, distinciones... y otras cosas

Como ya se menciona en la que puede considerarse como frase promocional en este caso, "Sorry" fue galardonado con el Premio Friedrich Glauser 2010 a la mejor novela negra de Alemania, Suiza y Austria.

* Pregunta lógica: ¿quién era Friedrich Glause? Pues un escritor suizo al que se considera como uno de los primeros en lengua alemana de novela negra, de ahí que el nombre le vaya como anillo al dedo a estos premios, y cuya obra más conocida sea probablemente "El Reino de Matto", editada por primera vez en 1937 y protagonizada por su recurrente inspector Studer. Una historia ambientada en un hospital psiquiátrico, entorno con el que parece ser que el escritor estaba muy familiarizado debido a sus propias experiencias personales, ya que su breve vida estuvo salpicada de estancias en esta clase de instituciones, fugas de las mismas, curas de desintoxicación de las drogas (era adicto al opio y la morfina, y de ahí todos sus problemas), frecuentes recaídas y varios intentos de suicidio.

Studer es llamado a un hospital psiquiátrico en el que han desaparecido, el mismo día, o mejor dicho, la misma noche, uno de los internos y el director del hospital. Y sin embargo, no es llamado a investigar, sino a cubrir las espaldas del subdirector, el doctor Laduner, que quiere que haya una autoridad presente. Pero pronto se hace aparente que el doctor no quiere que Studer investigue nada de nada. O, cuando menos, no piensa ayudarle. Studer se encuentra inmerso en el reino de Matto (matto es "loco" en italiano), como poéticamente lo ha bautizado uno de los internos. Y ahí sentirá cada vez más la sensación de que juegan con él. Percibirá la distancia burlona que mantiene Laduner para con él, pobre policía que no comprende los secretos de la mente humana y la psicología; la antipatía que le muestran algunos de los empleados; la cordialidad un poco bonachona de otros, que parecen considerarlo un invitado inocentón e inofensivo. Ni siquiera su descubrimiento del cadáver del director cambiará estas actitudes. Studer está cada vez más harto de que se le considere un elemento extraño. Y así, llevará sus investigaciones hasta el fondo del asunto... Una propuesta que, a simple vista, y acaso por alusiones recientes, me recuerda en cierta medida al "Shutter Island" de Lehane, aunque estoy segura de que la asociación responde más al escenario que al argumento.

* En cuanto al propio Premio Friedrich Glauser, parece ser que se trata de uno de los galardones más importantes (sino el más importante) de novela negra del país germano, si bien este es uno de esos casos en los que no saber alemán coarta la capacidad de informarse convenientemente.

Un premio que en su edición anterior recayó sobre la novela "Una Noche sin Sombras", de la alemana Gisa Klönne, autora de cuatro novelas negras que forman parte de una serie que cuenta con la inspectora de policía Judith Krieger y su colega Manfred Korzilius como protagonistas, en un ejemplo más de ese típico tandem propio cada vez más del género. La novela se centra en temas con fuerte carga social como lo son el de la violencia doméstica o el de la prostitución de mujeres del Este.

En una estación de tren abandonada, bajo la lluvia de Colonia, aparece el cadáver de un conductor de tren apuñalado. A los pocos días, encuentran a una joven inconsciente en el sótano de una pizzería que aparentemente se ha visto obligada a prostituirse. La inspectora de policía Judith Krieger debe investigar los dos casos con la ayuda de su colega Manfred Korzilius. Al mismo tiempo, Ekaterina Petrowa, médico forense de origen ruso que colabora con una organización que ayuda a víctimas de violencia doméstica, recibe la petición de ayuda de una mujer maltratada. Como Ekaterina fue testigo siendo niña de un cruel asesinato, ahora se ve enfrentada con las secuelas de esa historia. Judith va tirando del hilo hasta verse inmersa en una trama de violencia y prostitución forzada de mujeres de países del Este en la que se implicará más allá de lo personal, hasta el punto de arriesgar su propia vida. Propuesta que suena interesante, especialmente para los amantes del género, pero que para mí (aunque probablemente sea el hastío lo que habla por mi boca) no parece especialmente destacable dentro del mismo.

Así pues, volviendo una vez más a "Sorry", la obra de Drvenkar fue seleccionada en el Festival de Cine de Berlín de 2009 entre los doce mejores libros para ser llevados al cine y sus derechos cinematográficos han sido adquiridos por la productora UFO, que ya está preparando la adaptación a la gran pantalla.

* Una cosa más que yo no sabía (de entre las muchísimas que no sé, por supuesto): al parecer, en el citado festival cinematográfico se celebra desde hace seis ediciones un evento, bajo el nombre de "Breakfast and Books", en el que se presenta a los productores una selección de doce novedades literarias elegidas por su potencial para la adaptación a la gran pantalla y en la que se da la oportunidad a estos, durante el desayuno propiamente dicho, de hablar directamente con aquellos que se encuentran en posesión de los derechos de las obras en cuestión.

De hecho, este evento es la materialización última del proyecto "Books at Berlinale", que se organiza por el Festival en colaboración de la que es una de las mayores Ferias del Libro a nivel internacional, la de Frankfurt, desde 2006. Y en la última edición, celebrada este año 2011, cabe destacar la inclusión en esta selección de la novela "Lo Verdadero es un Momento de lo Falso" de la española Lucía Etxebarría, de la que tengo que decir que no he leido nada, acaso porque sus inicios provocadores no llamaron nunca mi atención, por más que tengo la impresión de que con el tiempo se ha convertido en una narradora más que competente.

Esta su última novela, que en nuestro país se publicó allá por el mes de febrero y por lo mismo puede considerarse novedad editorial, ha sido calificada como un thriller trepidante, un análisis de la desintegración de los modelos amorosos y relacionales de hoy en día a la par que una aguda sátira social, narrada desde trece puntos de vista diferentes. El cadáver de Pumuky, un joven de veintisiete años, cantante de un grupo de moda, aparece en un remoto pinar situado en los alrededores de Madrid con un tiro en la cabeza. ¿Se ha suicidado? ¿Le han disparado? Y de ser así, ¿fue el asesino su mejor amigo, su novia despechada, el díler al que le debía dinero? Cada persona alrededor de Pumuky (novias, amantes, amigos, manager, vecinas, madres de amigos, todos ellos entrelazados en una enmarañada red de relaciones sexuales y amistosas, infidelidades y mentiras, traiciones e hipocresía) cree saber la verdadera razón de su muerte. Cada uno conoce datos que, en su opinión, aportan luz sobre el caso. Pero sólo el lector, cuando recopile todos los testimonios, entenderá lo sucedido. O no. Porque lo verdadero es un momento de lo falso y la realidad no es más que un simulacro infinito... De momento, el hecho de que el muerto fuera cantante (seguramente de rock) y tuviese veintisiete años, a mí me recuerda algo...

* Otros dos títulos incluidos en esa lista son "Mi Nombre es Victoria", de la argentina Victoria Donda, una historia autobiográfica escrita por la que ha sido la diputada (mujer) más joven de su país, que hunde sus raíces en la última Dictadura militar argentina, los conocidos como "vuelos de la muerte" y la lucha de las Abuelas de la Plaza de Mayo; y 'The Mall', de S.L. Grey, promocionada en su país de origen como una mezcla de "Saw" y "El Club de la Lucha" con un chute extra de adrenalina... Una original propuesta de terror que ofrece una mirada inteligente a esa obsesión por el consumismo, la imagen y la publicidad tan propia de nuestros días y que, por su premisa de partida y salvando las evidentes distancias, me recuerda vagamente a "El Centro" de Tricia Sullivan, que en su momento fue protagonista en este blog, o incluso a "El Almacén" de Bentley Little, otra muestra de horror en estado puro de ese que realmente incomoda.

* Y ya que en un principio hablábamos de cine, ahí va una pincelada más, por alusiones... En determinado momento de "Sorry", uno de los personajes recuerda durante un difícil trance "una pésima película con Bruce Willis" en la que uno de los personajes tenía huesos de cristal. No me caben muchas dudas acerca de la película a la que el autor ha elegido referirse de tal modo: "El Protegido", del desigual M. Night Shyamalan. Y yo tengo que decir que no estoy para nada de acuerdo con el calificativo de pésima.

Puede que la segunda cinta del director no tuviese la misma repercusión que su brillante debut ("El Sexto Sentido"), pero ciertamente en su momento me pareció una propuesta tan original como entretenida en su propia concepción de un mundo tan literario (por más que sea por medio del noveno arte) como lo es el de los supérheroes... y los supervillanos; con interpretaciones más que correctas tanto por parte del citado Bruce Willis como de Samuel L. Jackson, por cierto. Así que supongo que, como de costumbre, todo es cuestión de gustos... y, como ya he dicho más de una vez, es bueno que así sea pues, de otro modo, la vida sería de lo más aburrida.


Momentos de inocencia

* Butch Cassidy & The Sundance Kid entran en escena. (Págs. 150 y ss.)

* Las dos velas. (Págs. 248-9)


Algo más que reflexiones sobre la culpa

* "Antes la gente hacía un buen trabajo y le pagaban bien por ello. Ahora tienes que hacer un trabajo extraordinario y te pagan mal. Y para colmo tienes que estar agradecido." (Pág. 26).

* "A veces uno dice "sí" cuando tiene que decir "no" y luego se asombra de que ciertas cosas sean como son." (Pág. 33).

* "A los hombres no les gusta dejar marchar sus derrotas, las viven como si fueran una mala película que ven una y otra vez desde el principio, disfrutando la amargura de la pérdida como si de algo delicioso se tratara." (Pág. 48).

* "La vida es lo suficientemente complicada incluso sin las ideas de otros." (Pág. 193).


Otras obras del autor

Aunque "Sorry" es de momento la única novela de este escritor croata residente en Berlín publicada en nuestro país, Zoran Drvenkar (atención a la foto, aunque evidentemente ya tiene sus añitos) es autor tanto de novela como de poesía y relatos cortos, destacando especialmente su producción dedicada a jóvenes adultos.

La editorial Seix Barral tiene previsto publicar proximamente su último thriller, 'Du'... y hasta ahí puedo leer, puesto que sigo sin saber alemán. ¡Mala suerte!


Alemán y negro

¿Os suena el encabezamiento de esta sección? La verdad, no me extraña... y si bien el orden de los factores no suele alterar el producto, lo cierto es que en este caso no hablamos de ambientación (que, además, en su momento circunscribíamos a un período histórico amplio pero bastante concreto), sino de lugar de origen de los autores. Y es que hay quien dice que, más allá de tópicos, también las novelas en cuanto a estilo entienden de nacionalidades. Y si no, a las pruebas me remito...

Esto es lo que escribía Paula Corroto sobre la novela negra germana en un interesante artículo publicado en el diario "Público" el 29 de enero de este año, y que además viene muy al caso hoy que hablamos de "Sorry" :

"Los alemanes no se cortan

Éxito: El ‘krimi’, como se conoce en Alemania al género negro, lleva más de una década celebrando su éxito en este país. No sólo las librerías tienen su espacio dedicado al policiaco, sino que los periódicos también han creado una sección sobre la literatura de crímenes dentro de las páginas de Cultura. Entre los escritores con más éxito se encuentra Zoran Drvenkar, de quien se acaba de publicar en España su novela ‘Sorry’.

Frialdad: Las novelas negras alemanas son glaciales. A excepción del ‘hard boiled’ norteamericano, donde brota lo pasional, apenas hay lugar para las relaciones personales. El estilo también adopta esta frialdad: los diálogos son menos fluidos y hay más espacio para la reflexión de los personajes.

Nazismo: Los desesperados años treinta en el país centroeuropeo, con el ascenso del partido nazi y Adolf Hitler al poder, también protagonizan muchas de estas novelas. Uno de los últimos libros en ser publicado en España con este telón de fondo es ‘Sombras sobre Berlín’, de Volker Kutscher. Ambientado en el Berlín de 1929, lleno de bares y burdeles, un policía debe enfrentarse a la aparición de cadáveres torturados. Es el reflejo de una época decadente que los alemanes aún no han olvidado.

Sexo: Como reconoce el escritor alemán Veit Heinichen, en la novela negra alemana son muy comunes los delitos sexuales. Desde violaciones a pederastia. Mientras que en los países mediterráneos el crimen organizado suele estar más presente, los alemanes retratan asesinatos que ocupan los tabloides más sensacionalistas. En ‘Sorry’..."

Y ahí corto, porque esta chica estaba a punto de revelarnos un dato de esos que son clave para entender en toda su extensión el horror y la empatía hacia el asesino característicos de la novela; y aunque puede que saberlo antes de la lectura no estropee el conjunto para algunos, a mí me parece mucho más interesante y emocionante para el lector descubrirlo en su justo momento. Pero, en cualquier caso, tengo que decir que estoy bastante de acuerdo con todo lo que en este artículo se dice sobre la novela negra alemana, sin ser para nada experta en el tema.

Y en cuanto a autores representativos dentro de esta categoría, y junto a los ya mencionados Gisa Klönne y Volker Kutscher, podemos destacar aún un par más:

* Bernhard Schlink es el creador de uno de los detectives más simpáticos de la literatura contemporánea: el detective Selb. Gerhard Selb, es un detective privado de casi 70 años. Vive en Mannheim, Alemania. En los años 40 trabajó como fiscal para los nazis y fue un nazi convencido el mismo. Su justificación es que es más fácil ver las cosas con claridad a toro pasado. Ello no impide que se arrepienta de lo que hizo y aunque podría haber luchado por ser rehabilitado para un cargo público, como hicieron tantos otros, ha preferido orientar su actividad profesional en otro sentido. Le conocemos con 68 años, muchos achaques y un grupo de amigos entrañables: un policía a punto de jubilarse, un cirujano casanova y una novia más joven que él: Brigitte. Tres son las novelas protagonizadas por este atípico personaje: "La Justicia de Selb", "El Engaño de Selb" y "El Fin de Selb".

* Ingrid Noll ha sido aclamada por crítica y público como una de las “reinas” de la novela negra actual. Prolífica autora de novelas del género caracterizadas por un alto contenido psicológico, sus obras se han traducido a más de veinte idiomas y varias han tenido su adaptación cinematográfica. En sus novelas no falta un cierto toque de sátira y humor, como en la última publicada en nuestro país, "Donde Nada Florece", que se fundamenta sobre piezas tan atípicas y dispares como un embarazo sospechoso, tres pruebas de paternidad, una ex esposa desconfiada y un par de muertes violentas.

* Y, hablando de novela negra de humor, ningún ejemplo mejor que "Las Ovejas de Glennkill", brillante debut literario de Leonie Swann: una historia de misterio que se aparta de cualquier canon establecido, sustituyendo al consabido detective por un rebaño de avispadas ovejas irlandesas. Sí, habéis leido bien: ovejas...

En una colina cercana a la apacible y pintoresca aldea de Glennkill, un rebaño de ovejas rodea el cadáver de un hombre. Se trata de su pastor, George Glenn, que ha amanecido muerto en la hierba con una pala atravesándole el pecho. ¿Quién puede haberlo asesinado? ¿Y por qué? De inmediato, las rumiantes se reúnen y, una vez acordada la conveniencia de investigar, se ponen en marcha. Por fortuna para el lector, el pastor las ha dejado inusualmente preparadas, ya que su impulso indagador deriva de la costumbre de George de leerles un rato todas las noches: algunos cuentos de hadas, muchas novelas románticas y algún tratado de enfermedades del ganado lanar, e incluso parte de una novela policíaca. Aunque pronto quedará claro que no van a faltar sospechosos, descubrir al asesino no será tarea fácil, por lo que Miss Maple y sus espabiladas compañeras deberán hacer gala de la antigua sabiduría ovina, de sus afilados poderes de observación y de lo que aprendieron de los libros si quieren descifrar con éxito las enigmáticas claves del comportamiento de los humanos, esos seres extraños… Una propuesta muy sugerente.


Te gustará si te gusta... evidentemente, y para empezar, el género negro; pero no el que se fundamenta en los tópicos propios del mismo, sino el que cuenta historias de personas cotidianas que no necesariamente se comportan como héroes cuando se ven obligados a confrontar el mal.

Claro que, si tienes tendencia al maniqueismo, tal vez esta novela no sea para ti, pues, como ya he señalado, personalmente no veo difícil comprender las motivaciones del asesino y hasta justificar sus actos. Lo que me lleva a pensar, en una muestra más de mis peculiares asociaciones de ideas, en "Dexter"... pues aunque "Sorry" sea una historia de venganza que responde a unos hechos concretos más que a una personalidad, desde luego la simpatía por el homicida es un claro punto en común; al menos, repito, en mi caso particular.


Otras historias de venganza

Pues sí: venganza tanto como culpa... temas ambos recurrentes en la literatura, y no sólo dentro del género negro o el thriller. La misma venganza que motivaba al cruel asesino de "El Rostro de la Muerte" de McFadyen, sin ir demasiado lejos, aunque poco tenga que ver la crudeza de este título con el casi lirismo de Drvenkar. La misma que da origen a algunos de las escenas más escalofriantes del "Carrie" de Stephen King, aunque sin duda pocas historias representan tan bien el tópico como el clásico "El Conde de Montecristo" de Alejandro Dumas, padre, novela de aventuras considerada por algunos como el mejor trabajo del francés, por más que, personalmente, las aventuras de Edmond Dantès están lejos de ser de mis favoritos del autor y, que los grandes amantes del título me perdonen, me resultaron, incluso, un pelín aburridas en su día.

Un sólo ejemplo más, de corte nacional, por eso de ir poniendo punto final a esta entrada, que ya va siendo hora: lo último de Toti Martínez de Lezea, "Veneno Para la Corona", historia ambientada en la España del Siglo XV, como suele ser frecuente en una escritora que destaca especialmente en lo histórico. Marzo de 1452, Juana Enríquez, segunda mujer de Juan de Trastámara, el Usurpador, rey viudo de Navarra, se hace llevar desde Sangüesa a Sos a fin de dar a luz al hijo por quien ambos infringirán las leyes del Reino y también las de la Corona de Aragón, vulnerando así los derechos del verdadero heredero, Carlos, Príncipe de Viana. Por curiosas circunstancias, las vidas de Juana Enríquez y de Jordana Gorria, una mujer marcada por la deshonra, se cruzarán y quedarán ligadas durante años, aunando en dicha relación la ambición de la primera y el deseo de venganza de la segunda. Desde Navarra hasta Sicilia, pasando por Aragón, Catalunya y Nápoles, la presente historia recrea una época de intrigas, real, dura, en la que el uso del veneno era una práctica habitual para eliminar a los enemigos e, incluso, a quienes no lo eran.

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Proximamente: "La Última Canción", de Nicholas Sparks.

jueves, 26 de mayo de 2011

2011-49: "Extrañas Apariencias" de Daniel Waters

K. DeSonne, agente secreto


Título: "Extrañas Apariencias"

Título original: "Passing Strange"

Autor: Daniel Waters.

Editorial: Molino.

Año: 2010 (2011 de la edición en español).

Páginas: 427.

Género: 'JR' con toque sobrenatural (zombis).

Frase promocional: "Una novela Generación Dead"

"Extrañas Apariencias es la tercera parte de una trilogía incisiva, divertida y original escrita por un autor novel de gran talento."


Sinopsis:

Aunque mis amigos creen que soy una chica increíblemente valiente por todas las cosas extrañas que hago, en realidad es todo fachada. Soy una de las personas más cobardes que han pisado la faz de la tierra; sin duda, la más cobarde que la ha pisado dos veces. Para las cosas importantes no soy más que una niñita asustada. La policía podría estar allí, rodeando a mis amigos (o algo peor) y, ¿qué haría yo? Esconderme, ocultarme entre los arbustos para que no me vieran. Siempre escondida, así es la señorita Karen DeSonne.

Karen DeSonne está acostumbrada a fingir ser lo que no es. Siempre se había hecho pasar por una típica adolescente delante de sus amigos, su familia y en el instituto. Hacerlo le costó el amor de su vida y, ahora que está muerta, sigue fingiendo..., aunque esta vez finge estar viva.

Mientras tanto, las autoridades acusan a los amigos muertos de Karen de un importante caso de asesinato, lo que conduce a la aprobación de nuevas leyes contras los zombis. Casi todos los muertos vivientes de Oakdale se ven obligados a esconderse. Karen pronto descubre que el "asesinato" era una farsa orquestada por Pete Martinsburg y sus fanáticos compañeros. Si desea obtener las pruebas necesarias para sacar a la luz el fraude y probar la inocencia de sus amigos, tendrá que hacer lo impensable: traicionar a su corazón y convetirse en la novia de Pete.


Puntuación: 4,5/5

Pues sí, cada vez tengo menos dudas al respecto: soy una yonki. A ver, que nadie confunda términos: de la lectura, por supuesto... y, por lo mismo, no sólo acepto que me paguen en especie sino que puede que hasta lo prefiera al pago en metálico; especialmente si la mercancía que una obtiene en ese quid pro quo es de la calidad de este "Extrañas Apariencias", que por tratarse de una novela de la magnífica serie 'Generación Dead' ya había sido previamente certificada como una de mis drogas favoritas por muchos motivos.

De hecho, el que haya leido la entrada inaugural de este blog, allá a finales del año pasado (31 de diciembre, por supuesto, pues ninguna fecha mejor para hacer un balance literario anual), tal vez recuerde mi entusiasmo con los libros de Waters, así como mi promesa de que su obra volvería a aparecer por aquí, sin el menor género de duda. Tanto es así, y tal mi predilección por esta serie (¿o debería decir adicción, por eso de seguir con el simil?) que de hecho he aparcado a mis "amigos" de la biblioteca por esta tercera parte, dándole preferencia por delante de todos esos otros títulos que aguardan pacientemente su turno en casa: "El Aliento de los Dioses" de ese gran talento de la fantasía que es Brandon Sanderson; el nuevo favorito de las lectoras de 'JR' que es el "Hush, Hush" de Becca Fitzpatrick, con sus angelitos tomando el relevo a vampiros u hombres lobo; o uno de ciencia ficción que se compara con la saga de Vorkosigan, lo cual para mí es la mejor de las referencias posibles, incluso a pesar de mi conocida suspicacia respecto a lo verídico de las frases promocionales, como el "Star Ship: Motín" de Mike Resnick... y esos son sólo algunos ejemplos, pues la lista sigue y sigue.

Pero dejemos los desvaríos (esos que no os queda más remedio que sufrir, por eso de que, como este es mi rinconcito particular, estáis obligados a aceptar pulpo como animal de compañía) y vamos a lo que toca: 'Generación Dead', en general, y "Extrañas Apariencias", en particular. Y es que, ciertamente, resulta muy difícil hablar de esta tercera parte sin hacer referencia al conjunto de la obra de Waters; del mismo modo que cualquier cosa que se pueda decir de esta novela es, por extensión, aplicable a las anteriores... y, acaso increible pero cierto, todo son cosas buenas.

Vaya por delante una promesa: intentaré no desvelar más de la cuenta para aquellos que aún no hayan disfrutado de la primera y segunda entregas de la serie, pues aunque lo lógico es que el interés por este comentario nazca de un interés particular por el libro en cuestión, soy muy consciente de que algunos simplemente leen todas las entradas sin discriminar (muy de agradecer, por cierto); aunque, todo sea dicho, la lectura de la propia sinopsis de las novelas suele revelar bastante sobre lo acontecido en la entrega anterior. Y es que, avisados quedáis, leer la primera parte implica leer la segunda; y leer la segunda, leer la tercera... y, aún diría más: leer la tercera te deja mordiéndote las uñas a la espera de nuevas noticias sobre una continuación de la historia, pues por más que en muchos sitios se hable de 'Generación Dead' como una trilogía, el final de este "Extrañas Apariencias" sin duda incita a no creer tal cosa.

¡Ah, Waters y sus finales! Esos que te dejan preguntándote qué pasó después, y que por lo mismo son perfectamente equiparables a un final de temporada de tu serie televisiva favorita. Y no sólo por una cuestión de mera curiosidad, que también (al fin y al cabo, incluso si logras resistirte a la magia de esta historia y sus personajes, te garantizo que querrás averiguar lo que viene a continuación), sino porque el argumento te atrapa casi sin que te des cuenta y los personajes te enamoran sin posibilidad de resistencia, especialmente esos aparentes secundarios que acaban revelándose como protagonistas por derecho propio.

Pero antes de seguir profundizando en el tema, una pequeña aclaración respecto al género. La primera parte de 'Generación Dead' (novela que lleva precisamente ese mismo título) fue publicitada en su momento como una novela para los amantes de "Crepúsculo" protagonizada por zombis. Cierto es que los libros de Waters pueden encajar sin problemas dentro de la categoría del 'JR' (aclaramos, por si a estas alturas de la película aún hay alguien no familiarizado con el término: 'Juvenil Romántica'), pero este es uno de esos claros casos en los que una etiqueta simplifica en exceso las cosas, y en el que, sin la menor duda, no se puede juzgar el libro por su cubierta (muy bonitas, a pesar de ello, todo sea dicho).

Puesto que hoy es día para desvaríos e incisos, ahí va otra pequeña aclaración: me gustan las novelas de Stephenie Meyer... aunque es más que posible que en su día me gustaran más de lo que me gustan hoy, pues creo bastante probable que su poder de fascinación tuviese más que ver con la relativa escasez de novelas del género en el momento de su publicación que con el propio interés del argumento. A nadie le amarga un dulce, por supuesto, y está más que claro que la atracción del personaje del vampiro seductor es más que evidente, por más que a mí se me antoje quizá excesivamente perfecto en su concepción; pero, en cualquier caso, a mí la historia me acaba resultando un tanto repetitiva a partir de la tercera entrega de la saga, e incluso un tanto innecesaria llegados a la cuarta, por más que cumpla a la perfección con el objetivo de satisfacer la curiosidad por el qué pasó después. Además, y por muchas vueltas que le queramos dar, la historia de Meyer no es, a fin de cuentas, más que una historia de amor prohibido adolescente (que tampoco es que sea poco), sin mucha más complicación o trascendencia más allá del pequeño mundo de Forks.

Por su parte, las novelas de 'Generación Dead' son, a simple vista, 'JRs' amenos y de fácil lectura, aptos para toda clase de público (incluyendo, por supuesto, chicas adolescentes) incluso si el tema de los zombis no te atrae especialmente; retratos perfectos de unos chicos con preocupaciones propias de su edad: ser popular, salir con el objeto de deseo, mantener o recuperar antiguas amistades... Libros que se leen en un suspiro, que enganchan y que resultan creíbles en sus diálogos adolescentes, y en los que hasta los personajes parecen meros prototipos: el chico malo, el deportista, las góticas un tanto 'frikies', la tía buena...

Y, sin embargo, más allá de eso, y sin necesidad de profundizar en exceso, la creación de Waters se caracteriza por su humor negro e incisivo y por su carácter de sátira, tanto como por su habilidad para incidir en temas más serios de lo que pueda parecer en un primer momento. 'Generación Dead' habla de los errores de juicio basados en las apariencias, pues ni los monstruos son necesariamente los no-muertos ni los aparentemente más nobles acaban por resultar los mayores héroes; de intolerancia y segregación, tanto como de la lucha por conseguir unas nuevas libertades, si bien los derechos que en este caso habrá que defender no son los de un sexo o una raza, sino los de los discapacitados vitales o chicos con DFB (diferente factor biótico)... y, por supuesto, también de amor, sentimiento que subyace a lo largo de toda la historia y que, de hecho, se convierte en motor de muchas de las acciones de nuestros protagonistas.

Unos protagonistas que se caracterizan por su diversidad y que, a pesar de las apariencias, son mucho más que meros prototipos. Si bien creo que es momento de puntualizar que, en esta tercera entrega, Phoebe, Tommy y también Adam (lo siento, chicas) pasan a un segundo plano en favor de otros personajes igualmente fascinantes: la carismática Karen, por supesto, pues al fin y al cabo ella es la gran protagonista de "Extrañas Apariencias", merced a una narración en primera persona que nos permitirá descubrir todo lo que siempre habíamos querido saber sobre esta excepcional muerta viviente; Pete Martinsburg, nuestro villano favorito, con el que puede que no simpaticemos pero al que sin duda comprendemos incluso a nuestro pesar, y al que la influencia del reverendo Mathers ha cambiado de forma aún más inquietante si cabe; y también Tak, el tercer miembro de esta suerte de nuevo triángulo amoroso que, en realidad, y dada la propia naturaleza de sus tres vértices, ni lo es ni puede serlo, no nos engañemos.

"Extrañas Apariencias" retoma los acontecimientos en el punto exacto donde los había dejado "Beso de Vida", la segunda parte de la serie. Las cosas se han puesto muy difíciles para los discapacitados vitales, a los que los intolerantes, que cada vez son más en virtud de su mala prensa reciente, se refieren utilizando otros calificativos menos políticamente correctos como "hamburguesas de gusanos". Mientras Tommy se dirige a Washington en su propia marcha por los derechos civiles de los no-muertos, en Oakvale sus amigos se ven obligados a pasar a la clandestinidad, puesto que sólo los jóvenes con DFB que tengan tutores legales pueden seguir en libertad. Y será en tales circunstancias en las que Karen se hará pasar por lo que no es, convirtiéndose en nuestra agente secreto particular, movida por el deseo de ayudar y proteger a sus congéneres tanto como por un fuerte sentimiento de culpabilidad y una profunda necesidad de redención cuya motivación ella misma nos dará a conocer, si bien para los lectores de la segunda parte ésta no constituye del todo un misterio.

Así, en esta tercera parte continúa la lucha... y no sólo la de Tommy, sino también la de aquella parte de la sociedad que desea acabar con los zombis, engendros de Satán que para ellos nunca deberían haber regresado de la muerte. Una lucha encubierta, hábil y retorcida que sin duda ha de continuar en nuevas entregas de 'Generación Dead', tantas son las respuestas que quedan sin resolver en el desenlace de esta novela. ¿Qué ha pasado con George y qué es lo que sucede realmente en la Fundación? ¿Qué le ha pedido el reverendo a Pete que haga? ¿Cambia la foto algo? ¿Por qué de repente han dado un giro las manifestaciones de la opinión general en los medios y qué es lo que buscan realmente Mathers y sus compinches?

Pues sí: intriga... misterio, suspense, además de sentimiento. Diálogos vivaces que te impulsan a reírte incluso cuando en principio no deberías. Muertos que sienten más que algunos vivos y, personajes secundarios que roban el protagonismo a las supuestas estrellas... aunque tal vez lo suyo sería decir que en 'Generación Dead' no hay personaje pequeño. En definitiva, una historia que va mucho más allá de lo que parece a simple vista y que destaca por su originalidad.

¿Tengo que decirlo? Algo más que altamente recomendable.


Hablan los personajes

El Reverendo Mathers dice... "Por desgracia, la gente tiende a responder de forma más rápida y apropiada cuando está asustada o enfadada que cuando se le muestra preocupación o cariño. El miedo y el odio son más fuertes que el amor si se desea motivar a los demás." (Pág. 68).

Karen dice... "Hasta los monstruos tienen cicatrices." (Pág. 174).

Pete dice... "Si lo hacemos, estaremos más unidos que nunca. Unidos por la sangre." (Pág. 232).


Escenas para no olvidar

* Jugando con muñecas (págs. 98-99).

* Alfileres (pág. 268).

* La foto (pág. 343).


Otras obras del autor

Daniel Waters es autor de 'Generación Dead'. Nada más... nada menos, pues no es poca cosa hacer lo que él ha hecho: coger dos géneros como son las novelas juveniles ('JR' o no) y las historias de zombis y darles una auténtica vuelta de tuerca (o varias buenas sacudidas en su peculiar coctelera) para obtener como resultado un producto, sin que el término sea para nada peyorativo, tan original como verdaderamente inesperado en su concepción.

Tres títulos conforman hasta la fecha esta genial serie, como ya hemos indicado, aunque todo apunta a que en próximos meses podría haber un anuncio, tan esperado como deseado, acerca de una continuación de la saga. Así pues, habrá que estar muy pendientes de la página web del autor, que en realidad no es sino un blog en el que Waters nos habla de su obra y de alguna que otra cosita más. (http://www.danielwaters/ o http://watersdan.blogspot.com/, pues ambos caminos conducen a nuestra Roma particular... o a la de Dan, en todo caso).

Un rincón interesante en el que, por ejemplo, descubrimos que las ediciones de sus novelas en e-book (al menos en su versión original) vienen acompañadas de un atractivo extra: un nuevo relato (tres, por lo tanto, en total), protagonizado por alguno de nuestros amigos de Oakvale.

* Así, en "Generación Dead" se incluye 'How's Life', que se centra en los personajes de Colette y Margi, en cómo murió la primera y cómo se enfrentaron ambas amigas a su retorno de entre los muertos.

* En "Beso de Vida" el extra lleva por título un sugerente 'Doll Parts': el relato de lo que le sucedió a Sylvia durante el misterioso (y terrorífico) proceso al que fue sometida para "mejorarla" en la Fundación, incluyendo sus pensamientos ante un procedimiento que hizo su cuerpo pedazos... literalmente.

* Por último, "Extrañas Apariencias" nos regala 'Purpose Statement', relato que tiene lugar después de los acontecimientos narrados en esta tercera parte, cuando Tommy regresa a Oakvale después de su triunfal marcha por los derechos de los no muertos a través del país y hasta llegar a Washington. La historia se centra en el inquietante (y un tanto desequilibrado) personaje de Popeye, el zombi-artista alternativo convertido en nuevo estudiante del instituto que, tras un enfrentamiento con TC, decide darles después de clase una buena lección al grandullón y sus colegas.

Pero no es el blog del autor el único lugar en el que uno puede seguir las andanzas de los chicos de 'Generación Dead', pues también Tommy tiene su propio diario virtual, que constituye una de sus principales herramientas de lucha en pos de los derechos de los discapacitados vitales. Un blog del que ya vimos atisbos en las dos primeras entregas de la serie y que últimamente, y por eso de que nuestro chico anda muy ocupado en Washington con sus reivindaciones, parece haber sido rescatado del olvido por la singular Margi, siendo su más reciente aportación una historia de misterio por entregas acerca de una tarjeta de San Valentín.

Eso sí, puntualizar con ánimo un tanto reivindicativo (y pequeño tirón de orejas para la editorial) que tal blog ya no se haya disponible en castellano por más que tal cosa se diga en la nota final de "Extrañas Apariencias": http://www.supuestamentedead.com/ ha pasado a mejor vida en el ciberespacio según parece, así que lo suyo es visitar el sitio en versión original, bajo el evocador título de My So-Called Undeath (http://mysocalledundeath.blogspot.com/). Y digo lo de evocador porque a mí me recuerda mucho a aquella serie en la que Claire Danes hacía sus primeros pinitos y que en España se tradujo como "Es Mi Vida"... así que el diario de Tommy supongo que podría traducirse como "Es Mi No-Muerte". Por si alguien no tiene claro de que estoy hablando, es aquella serie en la que a la pelirroja se le caía la baba por Jordan Catalano; o, lo que es lo mismo, por el mismísimo Jared Leto, chico guapo donde los haya (increible que vaya a cumplir los cuarenta) que lo mismo actúa y dirige vídeos musicales que compone música y letras para su banda, 30 Seconds To Mars, y que es todo un animal de escenario.


'JR' en masculino

Pues sí: 'Generación Dead' puede considerarse una serie 'JR', por más que bien pudiera sustituirse la 'R' por una 'S', de sobrentural, o dejarla huérfana sin mayor sonrojo, aunque sólo sea por eso de no limitar su público potencial, pues tengo la impresión de que hay ciertos sectores de la población lectora a los que la etiqueta coarta un tanto a la hora de abordar determinadas lecturas. Y ya puestos, digámoslo todo: sí, me refiero al sector masculino... Y es que existe la creencia generalizada de que el subgénero en cuestión es un género, mayoritariamente, por y para chicas.

Ciertamente, no son muchos los escritores, en masculino, que se dediquen de forma declarada a tal estilo de literatura, por más que no faltan elementos propios del mismo en muchas de las historias fantásticas, por ejemplo, escritas por chicos... y digo chicos porque, de hecho, ahora mismo estaba pensando en series como el 'Eragon' de Paolini o la 'Aquasilva' de Audley, dos autores la mar de jovencitos. Supongo que ese es el problema con las etiquetas: que no siempre es fácil clasificar una novela, una historia... y la cosa va en los dos sentidos, pues a veces se habla de 'JR' en casos como los de "Embrujo", donde eso sólo es una pequeña parte del conjunto o en "La Declaración", de Malley, donde, más o menos, tres cuartos de lo mismo.

Claro que si decimos: Meyer, Stiefvater, Becca Fitzpatrik, L.J. Smith, Simone Elkeles... está claro de qué estamos hablando. Daniel Waters: puede ser... Federico Moccia o su equivalente español, Blue Jeans: por supuesto... por más que en este caso se deje a un lado el toque sobrenatural tan de moda en el género y la historia tome un giro realista que, en muchos aspectos, y dejando a un lado la edad de sus protagonistas, adolescentes en su mayoría, se aproxima más a los tonos rosas y el chick-lit que a cualquier otra cosa.

Por cierto que a Moccia le ha salido competencia, también de origen italiano: Francesco Gungui con su "Siempre Estarás Tú", de muy reciente publicación. Un libro que por su portada, incluyendo tipo de letra, recuerda peligrosamente a las novelas de Federico, hacia las que puede que ya sepáis que tengo sentimientos un tanto encontrados, pues por más que resultan de lectura muy fácil, casi adictiva, son un poquito demasiado efectistas y acaso excesivamente cosmopolitas o sofisticadas en su versión y visión de la juventud, si alguien entiende lo que quiero decir, que no lo tengo yo tan claro. Sin embargo, he visto por ahí algunas reseñas en las que se indica que la similitud no va mucho más allá de lo estético, así que puede que la historia de las vacaciones de verano de Alice merezca la pena...

En cuanto al 'JR' con toque fantástico, si bien lo suyo es más la distopía que lo sobrenatural propiamente dicho, y gran éxito entre el público juvenil en los últimos tiempos, destaca el caso aislado de Scott Westerfeld con su serie 'Uglies', de la que personalmente sólo me he leído la primera parte, "Traición" que sin ser mala no me pareció tampoco nada del otro mundo, acaso porque es un tanto infantil por momentos y bastante tópica en muchos aspectos... aunque yo diría que tal impresión no nace tanto de su propia falta de originalidad como de una posible comparación incosciente con otros títulos del género como el soberbio "Los Juegos del Hambre".

La serie de Westerfeld se compone de un total de cuatro títulos y está ambientada en un mundo futuro en el que los jóvenes son sometidos a una intervención quirúrgica que los convierte en perfectos al cumplir los dieciséis años. Evidentemente, no todo es lo que parece en esta sociedad ideal, en la que algunos rebeldes se niegan a someterse a tal operación y huyen a una ciudad clandestina, núcleo de la resistencia, conocida como El Humo. La típica historia de resistencia ante un Gobierno autoritario que ha encontrado una nueva forma de someter a la gente basada en la belleza...

Por cierto que Westerfeld está casado con la también novelista Justin Larbalestier, de la que espero que hablemos en un futuro no muy lejano, pues su última novela, "Mentirosa", está en mi lista de deseos en lo que a lecturas se refiere.


Te gustará si te gusta... Creo que esta vez no habrá comparaciones inesperadas ni asociaciones de ideas originales. Después de todo, es evidente que "Extrañas Apariencias" es ideal para los seguidores de 'Generación Dead', y que uno no puede permitirse la lectura de esta novela sin haber leído las dos anteriores; o, en todo caso, que tal cosa no tendría demasiado sentido, del mismo modo que no lo tendría empezar a ver 'Pretty Little Liars' en su segunda temporada, aunque eso no quiere decir que no pueda hacerse... (Por cierto, que la elección de serie no es del todo casual... aunque también tienen mucho que ver en el símil general esos desenlaces de Waters tan a lo final de temporada).

Eso sí, repito: si tu interés mayoritario y principal motivación para leer las anteriores novelas, especialmente la segunda parte con sus maravillos capítulos desde su punto de vista, era el bueno de Adam, tal vez te sientas decepcionada con esta tercera entrega.

Aún otra puntualización: no digas que no porque no te gusten los zombis, del mismo modo que, si te gustan, no digas que sí necesariamente a esta serie... o hazlo movido por otras motivaciones. Porque los zombis de 'Generación Dead' no tienen nada que ver con la figura gore a la que el subgénero nos tiene acostumbrados...


Zombis atípicos

Pues sí: muy poco tienen que ver Tommy, Colette, Karen, George, Sylvia o Melissa, incluso Popeye o Tak, a pesar de su apariencia, con los zombis a los que todos estamos acostumbrados, ya sea por películas a lo Romero, series a lo "Walking Dead" o novelas varias sobre infectados como el "Y Pese A Todo" de Juan de Dios Garduño, que también está en mi lista de espera y que me apetece destacar tanto por ser producto nacional como por su inminente adaptación al cine por la productora de "Celda 211". Y es que, cuando hablamos de zombis, es inevitable asociar la palabra terror, por más que siempre existan excepciones.

Los chicos con diferente factor biótico de Waters son un buen ejemplo de tal clase de excepciones. Y recalco lo de chicos porque, en efecto, el regreso de entre los muertos sólo se produce en el mundo 'Generación Dead' entre adolescentes. Evidentemente, la muerte les ha afectado: ya no comen, no duernen, no lloran, no huelen y saborean y, por supuesto, tampoco sienten... al menos, en el sentido más literal del término; su coordinación también se ha visto resentida por la experiencia, y la velocidad ya no es lo suyo, ni en el movimiento ni en el habla. Claro que hay casos y casos, y algunos no muertos son menos lentos que otros, como Karen, la zombi que casi parece humana. Por supuesto, como están muertos, los discapacitados vitales no tienen derechos y ninguna ley obliga a sus familiares a hacerse cargo de ellos; de hecho, en muchos casos se ven rechazados por sus propios padres, no digamos ya por la sociedad en su conjunto.

Por lo demás, en muchos aspectos estos retornados siguen siendo chicos adolescentes, con sus preocupaciones, sus deseos y sus problemas; y tal vez por eso el término de zombis no acaba de encajar con ellos, a tal punto que cuando el nombre viene de un corazón vivo se considera casi un insulto, si bien la palabra es utilizada por ellos mismos sin el menor problema. Así pues, el terror no es una etiqueta que se les pueda poner per se si no que, en todo caso, el miedo es algo que nace de la ignorancia de los que no entienden lo que está pasando, del mismo modo que, en esta historia, los que más miedo dan son los vivos con su intolerancia.

Otra historia de zombis que en principio se nos presenta atípica en su planteamiento, si bien finalmente entra en gran medida dentro de los parámetros habituales del género, y que por ese mismo punto de partida puede inducir con mayor facilidad a los que se lo hayan leido a una impresión errónea sobre lo que esperar de la serie de Waters, es "Zombis Rubias" de Brian James. O de como Hannah Sanders, la chica nueva en una ciudad con demasiadas casas en venta y afectada por una calma sobrenatural, se topa en su primer día de clase con un grupo de animadoras, las chicas más populares del colegio, casi idénticas entre sí: rubias, guapas y pálidas como cadáveres. Pero Hannah quiere encajar desesperadamente, a pesar de que su amigo Lukas no para de repetirle que si no cubre sus espaldas, acabará siendo rubia, popular y estando muerta… igual que todos los demás zombis de esa ciudad. Una historia que tiene casi más que ver con las mujeres perfectas de Stepford que con los típicos zombis comedores de cerebro, amena en su conjunto y mejor en el desarrollo que en su final, por más que este sea de los que dejan con mal cuerpo... que, al fin y al cabo, es lo que se suele buscar cuando uno lee una novela de terror.

Y supongo que si hablamos de historias de zombis atípicas es lo suyo mencionar el "Orgullo y Prejuicio y Zombies" de Seth Graham-Smith, revisitando el conocido clásico de Jane Austen, de forma que el mítico inicio de esta gran novela victoriana ("Es una verdad universalmente reconocida que todo hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita esposa") se convierte en algo tan gráfico de lo que nos espera como "es una verdad universalmente reconocida que un zombi con cerebro necesita más cerebros". O, lo que es lo mismo, la perenne historia de amor de Elizabeth Bennet y Fitzwilliam Darcy aderezada con sangrientos campos de batalla y zombis devoradores de carne humana, por no mencionar las habilidades como luchadoras ninja de las cinco hermanitas Bennet. Que la propuesta es original no lo niega nadie, ahora que la calidad literaria del resultado o lo oportuno de la revisita al clásico ya son cosas en las que yo, no habiendo leído el resultado, no voy a entrar.

Así que supongo que aquí lo vamos a dejar... pues a lo mejor estoy yo hoy muy autocrítica, pero no acabo de estar del todo satisfecha con el resultado en lo que a esta reseña se refiere. A lo mejor es que me estoy quedando sin inspiración (probable); o puede, simplemente, que sea difícil que el comentario esté a la altura de la novela...

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Proximamente: "Sorry", de Zoran Drvenkar.