* Australia: "Este es un país joven. Antes de echar a andar, tiene que gatear un tiempo". (Pág. 167)
jueves, 31 de marzo de 2011
2011-32. "El Embaucador", de Peter Carey.
* Australia: "Este es un país joven. Antes de echar a andar, tiene que gatear un tiempo". (Pág. 167)
viernes, 25 de marzo de 2011
2011-31. "Cualquier Otro Día", de Dennis Lehane
Título: "Cualquier Otro Día"
Título original: "The Given Day".
Autor: Dennis Lehane.
Editorial: RBA.
Año: 2008 (2010 de la edición en español).
Páginas: 728.
Género: Novela negra/histórica (Boston, 1918-1919).
Frase promocional: "Una novela majestuosa, una intensa y apasionada reconstrucción histórica" -The New York Times.
Sinopsis:
En 1918 Babe Ruth, el mítico bateador de los Red Sox de Boston, se encuentra con su pelota más difícil: la huelga. Luther Laurence huye del beisbol, de Tulsa y de un rastro de sangre para cumplir lo que se espera de un negro en el Este: ser un criado. El policía Danny Coughlin es enviado a inspeccionar un buque de guerra con unos cuantos soldados enfermos de vuelta de la Gran Guerra y aquejados de una rara enfermedad: una gripe de consecuencias insospechadas que dejará miles de cadáveres en el North End, el barrio italiano en que Danny, hijo del capitán de la Policía de Boston, espera su nombramiento como el inspector más joven de la comisaría. Pero después de 1919 el North End ya no será el mismo, Boston y Danny tampoco. Una era está a punto de desaparecer: el fin de la hegemonía irlandesa, la explosión del terrorismo anarquista y el auge del movimiento sindical.
Puntuación: 4,5/5
Conocido autor de novela negra donde los haya, e insigne habitante de un Boston en el que sitúa la acción de todas sus obras, Dennis Lehane ha ido un paso más allá en la novela que hoy nos ocupa, hasta tal punto que su historia trasciende la propia Historia, en un argumento apasionante en el que lo real se entrelaza con lo ficticio, para dar como resultado una de las mejores reconstrucciones históricas y sociológicas de los últimos años; hasta tal punto, que no resulta exagerado hablar de 'gran novela americana' como han hecho algunos, por más que sea este un título que hace bastante tiempo que perdió su elitista significado.
Más allá de los grandes crimenes de incierta o difícil resolución propios de la obra de Lehane, "Cualquier Otro Día" trata sobre la injusticia, la violencia, el terrorismo anarquista tan en boga a principios del siglo pasado; la política, la corrupción y las desigualdades sociales, tanto las impuestas por el dinero y el clasismo, como las derivadas de la procedencia de unos antepasados que, a fin de cuentas, fueron todos inmigrantes (irlandeses vs. italianos, europeos del este identificados irremediablemente como bolcheviques...) o de las diferencias raciales, tan evidentes en una sociedad en la que los negros fueron ciudadanos de segunda clase durante mucho tiempo, y aún menos que eso, meros animales, como los monos de feria a los que se refiere el teniente Eddie McKenna, personaje estremecedor como pocos en sus estallidos de violencia.
Y es que, en efecto, en esta historia llena de personajes carismáticos e inolvidables hay muchos leones temibles vestidos con piel de cordero, y el mal es una paradoja que se esconde en los lugares en principio menos probables. Hombres y mujeres de carácter pueblan las páginas de esta novela, trazados con tal maestría por el autor que se puede decir que, por breve que sea su aparición, no hay en ella personajes pequeños. Aunque, por supuesto, dos destacan por encima del resto: Danny Coughlin, el joven policía en persecución de su dorada placa de inspector, primogénito de esa figura insigne del Cuerpo de Policía de Boston, el capitán de las mil caras Thomas Coughlin, que pasa de convertirse en agente infiltrado en las células comunistas a carismático líder sindical; y Luther Laurence, un hombre de buen corazón al que la vida lleva por el mal camino, y que lucha por superar las adversidades que, en muchos casos, le persiguen por el mero color de su piel (negro, por supuesto).
Y luego, por supuesto, está el mítico Babe Ruth, que de la mano de Lehane se convierte en algo más que un mero espectador e hilo conductor de los acontecimientos narrados en esta novela. Una auténtica leyenda del béisbol retratada aquí en los inicios de su carrera, cuando ya era una estrella pero no aún el mito que llegaría a ser a raíz de su traspaso de los Red Sox de Boston a los Yankees de Nueva York, en la que se conoce para muchos como la peor negociación de la historia del deporte profesional de los Estados Unidos, por parte del dueño de los de Boston, Harry Frazee. Un hombre sencillo en la visión del escritor, amante de la vida nocturna, de las mujeres, la comida y la bebida; un tanto inocente en su concepción de la vida pero siempre dispuesto a ponerse del lado de los explotados.
Uno de los temas centrales de esta novela es lo que podría calificarse como "lucha obrera": en "Cualquier Otro Día" abundan los movimientos sindicales y resulta claramente palpable el temor norteamericano a los 'rojos' (the First Red Scare), que les llevaba a identificar toda tendencia asociacionista con ideas comunistas. Las huelgas también eran habituales en una época en la que hasta los jugadores de béisbol se negaban a jugar en reivindicación de sus derechos o, más habitual, de una subida de sueldo.
Pero ninguna huelga tan memorable como la protagonizada por el Cuerpo de Policía de Boston en septiembre de 1919: el resultado de un auténtico tira y afloja entre políticos y trabajadores perfectamente retratado en esta novela, el punto crítico al que parecen conducir todos los caminos, el símbolo perfecto tanto de una época como de la naturaleza humana. Y es que, inevitablemente, cosas muy malas estaban destinadas a suceder cuando la autoridad abandonó sus puestos; pero, en última instancia, los culpables eran otros a los que la Historia, lejos de hacer justicia, encumbró inmerecidamente... otra demostración de que, a menudo, la astucia o el carisma son más importantes que la verdad.
Los policías de Boston eran, sin lugar a dudas, un claro ejemplo de injusticia social en el trato recibido. Apelando a su papel como funcionarios, obligados a 'proteger y servir', las autoridades se negaban a aumentarles el sueldo, que se mantenía desde 1913 a pesar de que la inflación había subido casi un 80% en seis años. Cumplían maratonianas jornadas de trabajo de entre 60 y 70 horas semanales y dormían la mayoría de las noches en las propias Comisarias, la mayoría de las cuales no cumplían las mínimas condiciones de salubridad e higiene. Cada vez que un juzgado les convocaba para declarar, se les descontaban las horas del salario y además tenían que pagar de su bolsillo los uniformes y las balas.
El periodista Enric González retrataba certeramente los acontecimientos desencadenados a raíz de tal situación en un artículo publicado en "El País" en septiembre de 2009:
"El alza del precio del carbón alarmó definitivamente a los policías: ellos y sus familias estaban condenados a morirse de frío en invierno. Los agentes eligieron a un grupo de representantes para negociar un aumento de sueldo con el jefe de Policía, Edwin Upton Curtis. El Ayuntamiento, que era quien pagaba, se mostró receptivo. Pero Curtis, que antes había sido alcalde y aspiraba a hundir a su sucesor, se cerró en banda. No sólo eso: suspendió de empleo y sueldo a los representantes policiales. Ante esta situación, los agentes solicitaron su inclusión en la Federación Americana del Trabajo.
El alcalde estaba a favor de la subida de sueldos. También lo estaban los magnates de Boston, la prensa y la mayor parte de los ciudadanos. Un comité municipal respaldó las reivindicaciones policiales. El acuerdo parecía hecho: se mejorarían los sueldos y las condiciones de trabajo, a cambio de que los policías renunciaran a sindicarse. El jefe Curtis, sin embargo, volvió a decir "no". Contaba con el apoyo encubierto del gobernador del Estado de Massachusetts, Calvin Coolidge, que esperaba sacar partido del conflicto.
Sin otra opción, los agentes aprobaron ir a la huelga el 9 de septiembre.
Miles de marineros, rufianes y personas presuntamente de bien aprovecharon la ausencia de la policía para violar, saquear e incendiar. Fue una noche terrible. Gran parte de la ciudad quedó destrozada.
El gobernador Coolidge despidió al alcalde, tomó el mando y, en efecto, hizo carrera: llegó a ser presidente. Todos los policías huelguistas fueron despedidos y sustituidos por veteranos de la guerra.
Pero la nueva policía contó, desde el principio, con lo que pedían los despedidos. Las huelgas, a veces, sirven para algo."
Pues sí, pero... ¡a qué precio! Y, si no, que se lo pregunten a los Coughlin.
Escenas para el recuerdo...
* Babe Ruth: el piano en el estanque. (Págs. 234 y ss.)
* Los espartanos de McKenna. (Pág. 479)
* "Me dáis asco los dos." (Pág. 539)
Píldoras de sabiduría.
* "¿Qué era un autógrafo, si no un garabato de alguien en un pedazo de papel?" (Pág. 25).
* "Uno no echa de menos lo que ya ha olvidado que amó." (Pág. 84).
* "(...) no siempre hay "una manera". Para la mayoría de la gente, cuando tropieza, no hay red. Nada. Simplemente nos caemos." (Pág. 144).
* "Uno no elige a los amigos. Los encuentra." (Pág. 218).
* "El oficio, le había dicho una vez su tío Cornelius, no era más que una palabra elegante para describir lo que ocurría cuando coincidían el trabajo y el amor." (Pág. 307).
* "¿Sabe cuál es la principal diferencia entre los hombres y los dioses? (...) Los dioses no creen que pueden convertirse en hombres." (Pág. 622).
Otras obras del autor: Autor de una docena de novelas y reconocido como maestro del género negro, hacer aquí un repaso de las obras de Dennis Lehane, incluso aunque éste no fuese demasiado exhaustivo, resultaría tan arduo como innecesario a estas alturas; así que me limitaré a mencionar las tres novelas que a mí me resultan más destacables en su trayectoria ("Cualquier Otro Día" aparte, por supuesto, que además ya he dicho que me parece la mejor de todas) y que, curiosamente, son las mismas tres que han sido objeto de adaptación en la gran pantalla hasta la fecha:
* Dentro de su serie protagonizada por los carismáticos detectives Patrick Kenzie y Angela Gennaro, bostonianos de origen irlandés e italiano respectivamente, y muchos de cuyos compañeros de infancia son peligrosos delincuentes, incluyendo al letal y protector Bubba Rogowski, destaca "Desapareció Una Noche" ("Adiós, Pequeña, Adiós" en la más literal versión cinematográfica, puesto que el título original es 'Gone, Baby, Gone'): la historia de la desaparición de una niña de cuatro años, con tantos puntos en común con el tristemente célebre caso de la pequeña Madeleine McCann, que la película se encontró con ciertos problemas a la hora de su distribución y proyección en el Reino Unido. Kenzie y Gennaro, contratados para localizar a la pequeña, deberán enfrentarse a la total ausencia de pistas y a la indiferencia de la policia local durante su investigación, a lo cual se añadirá el asfixiante interés de la prensa sensacionalista, la extraña actitud de la madre de la desaparecida y la sospecha de que una mano negra intenta impedir la resolución del caso... Una amena novela sobre la doble moral y las perjudiciales políticas de desinformación.
* Quizá la novela más conocida de Lehane, así como la más premiada, "Mystic River" será siempre recordada por la adaptación que de la misma hizo el gran Clint Eastwood en 2003 y que, si bien no llegó a suponerle un nuevo Oscar como director, cuenta en su haber con dos estatuillas por los papeles de los actores Sean Penn, como protagonista, y Tim Robbins, como secundario. Y, sin embargo, para mí, que además leí el libro antes de ver la película, la novela siempre será lo realmente memorable. "Mystic River" narra la historia de tres hombres que crecieron juntos en Boston (¿dónde si no?): Dave Boyle, Sean Devine y Jimmy Marcus. Dave es secuestrado de niño por dos delincuentes sexuales mientras estaba jugando con Sean y Jimmy, pero consigue escapar y regresa a su casa varios días después, traumatizado por la experiencia. 25 años después, Sean es un detective de homicidios, Jimmy es un ex convicto y Dave continúa traumatizado. La hija de Jimmy desaparece y es asesinada de forma brutal en un parque de la ciudad. En esa misma noche, Dave regresa a su casa cubierto de sangre. Sean es asignado al caso y las vidas de los tres amigos se vuelven a encontrar... Una novela de suspense muy humana, llena de grandes personajes, en la que las cosas no son lo que parecen a simple vista.
* "Shutter Island" es pura paranoia y, por lo mismo, difícil de describir; uno no llega a estar nunca seguro de lo que es real y lo que no lo es. El opresivo entorno, casi claustrofóbico, de la isla que da nombre a la novela, se convierte en el escenario ideal para la intriga y el asesinato. Una ambientación de época perfecta para esta historia, situada en el verano de 1954, en la que el agente federal Teddy Daniels (Leo DiCaprio en la versión de Martin Scorsese) llega al centro penitenciario para enfermos mentales Ashecliffe, en Shutter Island, junto con su compañero, Chuck Aule, para encontrar a una paciente desaparecida, una asesina llamada Rachel Solando, todo ello mientras un huracán azota la isla. No obstante, nada es lo que parece en el hospital Ashecliffe. Y Teddy Daniels tampoco... Una novela que hay que leer para entender, y aún así, la verdad es que no lo tengo tan claro.
También "El Padrino" se me vino a la mente en más de una ocasión, acaso por esa esencia de gran familia que tienen también los Coughlin, salvando las distancias que suponen encontrarse a uno u otro lado de la ley; si bien las cosas tampoco aquí son siempre lo que parecen, y corrupción es una palabra habitual en el vocabulario de más de un agente de la ley. Otro caso de esos en los que la imagen supera a la palabra en el recuerdo popular (después de todo, hablamos de Marlon Brando, Al Pacino, Coppola... palabras mayores), si bien no está de más decir aquí que la obra de Mario Puzzo es una auténtica maravilla en sí misma, por más que sea, como el propio escritor decía, una visión romántica del mundo criminal real, o tal vez por lo mismo.
Pero si hay una historia que sin duda tengo que resaltar en este pequeño juego de referencias tan visuales es, sin la menor duda, "Camino a la Perdición", de Sam Mendes. Que no haya la mirada de un niño en "Cualquier Otro Día" (o, en todo caso, sólo de forma tangencial) no quiere decir que no exista el paralelismo, pues incluso en su edad adulta, a menudo los hijos no llegan a ver lo que esconden sus padres... o, por más que se sospechen algunas cosas, el descubrimiento de la realidad, aunque hasta cierto punto esté sólo permitido al lector, produce un contraste ciertamente tan impactante como escalofriante. Historias de cuidada ambientación, tiempos duros, lealtades más o menos inquebrantables y grandes personajes...
Otra gran trama que nació también sobre el papel antes que sobre la pantalla; bueno, evidentemente, todas las películas nacen antes sobre el papel, que para eso están los guiones, pero a lo que me refiero (evidentemente) es a que esta historia ya había sido contada de forma también muy gráfica en sus orígenes, pues para eso vio la luz como novela gráfica (cómic para los menos elitistas). 'Road To Perdition', con guión de Max Allan Collins y dibujo de Richard Pyers Rayner, se publicó originalmente en Estados Unidos en 1998 y contó con el aplauso tanto de la crítica como de reconocidos autores de género negro, tales como Mickey Spillane, el creador de Mike Hammer. Según dicen, la película adapta con bastante fidelidad el primer tercio del cómic, pero después toma sus propios derroteros a partir de la premisa inicial, por lo que éste resulta una lectura recomendable para los que hayan disfrutado con la adaptación cinematográfica; quizá menos espectacular visualmente, pero en la que se profundiza mucho más en la naturaleza de los personajes y que destaca por la meticulos atención al detalle característica de su dibujante.
En un país de las dimensiones de Estados Unidos ha de haber por fuerza un gran número de acontecimientos históricos dignos de figurar en los anales correspondientes, por más que estos sean dispares en cuanto a su naturaleza, del mismo modo que los estados que componen el país difieren entre sí en cultura, forma de vida y hasta en pasado histórico, precisamente. En "Cualquier Otro Día", Boston es pieza clave y fundamental, y el marco perfecto con su famosa huelga de policías para contar la historia de los Coughlin y de Luther Laurence. Pero, evidenemente, este no es el único caso en el que una gran ciudad y su pasado se constituyen en elemento inspirador de novelas de misterio.
* Uno de los casos más destacables es el de Chicago en "El Diablo En La Ciudad Blanca", de Erik Larson, una historia que mezcla acertadamente el thriller con el trabajo de investigación de cuya lectura disfruté hace unos cuantos años, y que sin duda volverá a ponerse de actualidad dentro de un tiempo si, como se rumoreó hace unos meses, finalmente es llevada al cine con Leo DiCaprio (otra vez) como uno de los protagonistas.
En ella, el escritor cuenta la historia real del arquitecto que creó la gran exposición universal de Chicago en 1893, Daniel Burnham, y de Henry H. Holmes, el hombre que quiso destruirla sembrando el terror, un asesino en serie que utilizó la feria para atraer a sus víctimas, y que sería el personaje interpretado por DiCaprio. Una interesante biografía del primer asesino en serie de Estados Unidos, un doctor Holmes cuyos crímenes fueron comparados con los de Jack el Destripador, a través de una rigurosa recreación histórica de la investigación policial y sus antecedentes, a la par que un fiel retrato del Chicago negro y convulso de finales del siglo XIX, sumido en plena Revolución Industrial.
Y quedaría la propina, ¿no? En realidad he decidido llamarla así porque no es una obra de la que tenga muchas referencias al no haberla leído y tratarse de una publicación bastante reciente: hablamos de "Némesis", lo último de Phillip Roth, y que según algunos tiene visos de ser una más de las llamadas 'grandes novelas americanas'. En este caso viajamos al Newark (Nueva Jersey) de 1944 y el hecho histórico no es otro que la temible epidemia de polio que se produjo en la ciudad en el verano de tan bélico año. Moviéndose entre las calles malolientes de la sitiada Newark e Indian Hill, Roth retrata a sus personajes librando su propia batalla personal contra la epidemia, al tiempo que nos dirige a través de las diferentes emociones que una epidemia así puede alimentar, como el miedo, el pánico, la ira, el desconcierto y el dolor.
lunes, 21 de marzo de 2011
2011-30. "El Guardían Entre El Centeno", de J.D. Salinger
Título: "El Guardián Entre El Centeno".
Género: Narrativa contemporánea/Clásicos de la literatura.
"Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es dónde nací, cómo fue todo ese rollo de mi infancia, qué hacían mis padres antes de tenerme a mí, y demás puñetas estilo David Copperfield, pero no tengo ganas de contarles nada de eso. Primero, porque es una lata, y, segundo, porque a mis padres les daría un ataque si yo me pusiera aquí a hablarles de sus vida privada. Para esas cosas son muy especiales, sobre todo mi padre. Son buena gente, no digo que no, pero a quisquillosos no hay quien les gane."
Así empieza "El Guardián Entre El Centeno", todo un clásico de la literatura contemporánea, especialmente en Norteamérica. Algo que para el lector desprevenido y actual puede llegar a resultar hasta cierto punto desconcertante, pues hoy en día poco hay en la historia a simple vista que merezca semejante reconocimiento; y, sobre todo, capaz de generar tanta controversia como la que en su día se produjo con su publicación, fundamentalmente por su lenguaje ofensivo o sus referencias al alcohol, el sexo y la prostitución. Y es que lo que en su época era revolucionario, hoy nos parece lo más normal del mundo...
Una vez más, y ya se va convirtiendo en costumbre, tengo que reconocer mi relativa ignorancia antes de acometer la lectura de esta obra. ¿Qué sabía yo? Apenas el nombre de su protagonista, mítico Holden, y el hecho de que la obra luzca esa etiqueta universal de gran obra de la literatura, lectura obligada en los institutos estadounidenses y uno de los diez libros más leidos en su país durante décadas, más que años.
Lo cierto es que suelo ser bastante crítica con los clásicos; quiero decir que, para mí, el hecho de que los expertos alaben una obra hasta la extenuación no es garantía de nada, mucho menos de amenidad en la lectura, que ya se sabe que hay muchas 'grandes obras' que resultan auténticos tostones. Hay quien dice que a este clásico en particular o se le ama o se le odia, sin medias tintas. Pero ahí precisamente es donde yo me quedo, porque si bien "El Guardián Entre El Centeno" no me parece una obra tan memorable más allá de su protagonista, lo cierto es que es una novela muy amena y resulta fácil entender su relevancia dentro del contexto histórico de su publicación.
En efecto, su protagonista, Holden Caulfield, todo un icono de la rebeldía adolescente, es un personaje de esos que cautivan al lector por su personalidad: un ser desencantado lleno de contradicciones, mentiroso compulsivo que odia a los hipócritas, los falsos y los creídos; estudiante de pobre vocabulario, maestro de las composiciones literarias y gran aficionado a la lectura. Sarcástico, carismático, amable, irónico y manirroto; despistado y cobarde reconocido, fumador empedernido y alcohólico vocacional, si no fuera por las dificultades y trabas que la edad pone a su vicio, por más que sus seis pies y dos pulgadas (algo así como 1.88 cms) y sus canas compensen hasta cierto punto sus diecisiete años.
Capaz de ponerse a hacer el indio a las primeras de cambio, especialmente si el aburrimiento le ronda, Holden es capaz de mostrar, sin embargo, una visión tan cínica como por momentos certera de la sociedad que le rodea; la visión de la realidad propia de un solitario, que ha perdido casi por completo la fe en sus congéneres y la esperanza en el futuro. Un auténtico pesimista desengañado de la vida que, sin embargo, aún encuentra tiempo para preguntarse adónde van los patos en invierno cuando desaparecen de Central Park y que, lejos de ser un auténtico solitario, aún mantiene la esperanza a través de su amor por su hermana pequeña.
Una de las cosas que me resulta más desconcertante de la historia es la libertad con la que el joven Caulfield se mueve por el Nueva York de la época convertido en todo un aprendiz de crápula. Y es que no puedo dejar de preguntarme cómo es posible que lo que escandalice de esta novela sea su lenguaje, que después de todo tampoco es para tanto y encaja perfectamente con la figura del adolescente, y no ese deambular tan libre y libertino. ¡Para qué luego hablen de la juventud de hoy en día! Aunque probablemente sólo esté pecando de ingenua... o tal vez es que, más allá de todo lo dicho, hay un resto de infantil inocencia en Holden que no se corresponde con su edad y hace que mi visión de la adolescencia se distorsione tras haber leido esta novela.
Cruzando el centeno, pobre cuerpo
Si un cuerpo choca un cuerpo
Si un cuerpo choca un cuerpo
El de Jenny es un cuerpo pequeño y dulce
Este es el poema de Robert Burns que da título a "El Guardián Entre El Centeno", 'The Catcher In The Rye' en su versión original, todo ello a raíz de una reflexión de Holden sobre un 'catcher' (alguien que agarra o sujeta) que evita que los niños caigan en el precipicio:
"Me imagino a muchos niños pequeños jugando en un gran campo de centeno y todo. Miles de niños y nadie allí para cuidarlos, nadie grande, eso es, excepto yo. Y yo estoy al borde de un profundo precipicio. Mi misión es agarrar a todo niño que vaya a caer en el precipicio. Quiero decir, si algún niño echa a correr y no mira por dónde va, tengo que hacerme presente y agarrarlo. Eso es lo que haría todo el día. Sería el encargado de agarrar a los niños en el centeno. Sé que es una locura; pero es lo único que verdaderamente me gustaría ser. Reconozco que es una locura."
La primera traducción al castellano de la obra, realizada en 1961 por Compañía General Fabril Editora en la colección Anaquel de Buenos Aires, fue titulada "El Cazador Oculto". Posteriormente una traducción española de 1978 tituló la obra como "El Guardián Entre El Centeno", título que viene siendo criticado por escritores no españoles desde hace tiempo.
De todas maneras, Salinger desautorizó cualquier otra traducción al castellano, con lo que el primer título, que fue la única versión en español durante décadas, nunca más pudo usarse. Así pues, nos quedamos con el nombre poético y literal... probablemente, lo más poético de una historia llena de desencantado realismo, pero en la que no falta, a pesar de todo, un hueco para la esperanza.
Narración en primera persona: Holden y...
...las chicas: "Lo malo de las chicas es que si un tío les gusta, por muy cabrón que sea te dicen que tiene complejo de inferioridad, y si no les gusta, ya puede ser buena persona y creerse lo peor del universo, que le consideran un creído. Hasta las más inteligentes, en eso son iguales." (Pág. 168)
Otras obras del autor: La verdad es que no se puede decir que J.D. Salinger haya sido un escritor demasiado prolífico a pesar de su larga vida (vivió 91 años y, de hecho, falleció en enero del pasado año). Lo suyo fue siempre la novela corta y los relatos, como los recogidos en las colecciones 'Nine Stories' ("Nueve Cuentos") en 1953 y en "Franny y Zooey", en 1961. En 1963 publicó una colección de novelas cortas, 'Raise High the Roof Beam, Carpenters and Seymour: An introduction' ("Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción"), protagonizados por la disfuncional familia Glass. Las mentes ágiles y poderosas de hombres perturbados y la capacidad redentora que los niños tienen en las vidas de estos es uno de los temas principales de las obras de Salinger.
De hecho, ahí termina a efectos prácticos su producción literaria, puesto que después de haber obtenido la fama y la notoriedad con "El Guardián Entre El Centeno", Salinger se convirtió en un eremita, apartándose del mundo exterior y protegiendo al máximo su privacidad. Se mudó de Nueva York a Cornish (New Hampshire), donde continuó escribiendo historias que nunca publicó. Sin embargo, esto no supuso el fin de su aportación al mundo de la literatura, puesto que muchos han sido los libros inspirados en su persona y personajes, algunos de ellos de naturaleza más o menos biográfica, otros más novela de ficción que otra cosa, como sucede en 'Shoeless Joe', de W.P. Kinsella, historia que inspiraría la película de Kevin Costner "Campo de Sueños".
De esa que no sirve de mucho en la vida diaria a efectos prácticos, pero puede ayudarnos a ganar alguna partida de Trivial; y es que, realmente, tanto el autor como la obra son una auténtica fuente de anécdotas e inspiración en ese sentido.
- La película "Descubriendo a Forrester", protagonizada por Sean Connery, está basada en Salinger.
- El autor es una clara fuente de inspiración de los libros de Lemony Snicket, "Una Serie de Catastróficas Desdichas", y de hecho son numerosas las alusiones a él en los mismos.
- J.D. es el padre del actor Matt Salinger, considerado de segunda fila, pero que protagonizó la versión cinematográfica del "Capitán América" de 1990.
- El cantante, guitarrista y compositor Billie Joe Armstrong, de la banda norteamericana 'Green Day', escribió la canción 'Who Wrote Holden Caulfield?' para su álbum Kerplunk! (1992) basándose en su percepción sobre Holden. Armstrong declaró: «Es una canción sobre olvidar lo que vas a decir. Sobre intentar motivarte a hacer algo porque tus mayores te dicen 'motívate a hacer algo'. Entonces te frustras y piensas que deberías hacerlo pero al final no haces nada. Y luego lo disfrutas».
- La séptima canción de Chinese Democracy, sexto álbum de 'Guns N' Roses', lleva el título del libro.
- La canción 'Ze hakol bishbilej' ("Todo es para ti") de la banda israelí 'Kiveret' se pregunta en un momento: "¿A dónde van los patos cuando el río se congela?", tal como hacía Holden.
- 'Bring Me The Horizon', banda de death-core y metal-core del Reino Unido, tiene una canción llamada "Who wants flowers when you're dead? Nobody" en su EP This Is What The Edge Of Your Seat Was Made For. Esta frase fue extraída del final del capítulo 20, cuando el protagonista, reflexionando dice: "Espero que cuando me llegue el momento, alguien tendrá el sentido suficiente como para tirarme al río o algo así. Cualquier cosa menos que me dejen en un cementerio. Eso de que vengan todos los domingos a ponerte ramos de flores en el estómago y todas esas puñetas... ¿Quién necesita flores cuando ya se ha muerto? Nadie."
- Existió una banda de rock llamada 'Pencey Prep', haciendo referencia al nombre del instituto de el que Holden es expulsado. Una de sus canciones más famosas es 'The Secret Goldfish', haciendo referencia a la historieta que el hermano del protagonista escribió.
- Mark David Chapman, conocido por asesinar a John Lennon en 1980, portaba este libro en el momento de su arresto; John Hinckley Jr, (que intentó asesinar a Ronald Reagan en 1981) también declaró que estaba obsesionado con el libro. Robert John Bardo, asesino de Rebecca Schaeffer portaba el libro cuando visitó el apartamento de ésta el día de su asesinato.
- La serie de animación japonesa 'Ghost in the Shell: Stand Alone Complex' hace múltiples referencias a "El Guardián Entre El Centeno", usando dicho libro como dogma por los personajes que desean revolucionar la sociedad ficticia, viviendo sin necesidad de estar conectados cibernéticamente a la red global, siendo totalmente autosuficientes.
- En un capítulo de la serie "Me Llamo Earl", Crabman (El hombre cangrejo), está creando una cuenta de Facebook falsa para añadir a su mujer. En los datos pone. Nombre: Holden Caulfield. Localidad: Nueva York. Empleo: Guardián ("Catcher" en inglés.), haciendo clara referencia al protagonista del libro.
- En la serie "South Park" se basan en este libro para burlarse de los lectores al decir que buscan significados donde no existen.
- En la película "Conspiración", protagonizada por Mel Gibson y Julia Roberts, personas manipuladas mentalmente para realizar distintos actos delictivos son controlados al no poder evitar comprar el libro de Salinger donde quiera que lo vean.
- También en "El Resplandor" y "Annie Hall" aparece este libro, e incluso hay quién asegura que Scorcese y Schrader se basaron en Holden Caufield para crear al mítico Travis Bickle de "Taxi Driver".
- Aunque para algunos la película que mejor hace referencia al universo de Salinger (quien por cierto nunca quiso que su obra se llevase a la gran pantalla, aunque desde su muerte son insistentes los rumores al respecto) es "The Good Girl", en la que el personaje de Jake Gyllenhaal, además de llamarse Holden y estar obsesionado con la novela, presenta clarísimas similitudes con el personaje.
Resulta evidente que, en un país tan joven como lo son los Estados Unidos de América (siempre en términos relativos, por supuesto), las lecturas obligatorias de escuelas e institutos no pueden ser obras tipo "Lazarillo de Tormes", "La Celestina" o "Don Quijote de la Mancha"; más bien, lo suyo son novelas como la que nos ocupa, "Matar A Un Ruiseñor" de la que hablábamos no hace mucho o "El Gran Gatsby", que a Holden le parece una gran obra, por cierto.
Otra novela de lectura obligatoria, en este caso en Inglaterra, que retrata también la realidad social a través de las peripecias de unos adolescentes, es la genial "El Señor de las Moscas" de William Golding. Una novela distópica en la que el autor explora dos grandes temas: la civilización contra la barbarie y la pérdida de la inocencia infantil. Al ser una alegoría de la naturaleza humana, cada personaje representa diferentes aspectos de las personas: Ralph, el orden y la civilización; Piggy, la razón y cordura de la sociedad; Jack, el deseo de poder y la maldad; Roger, la crueldad y el sadismo en su mayor escala; Simon, la bondad natural del hombre. Desde un punto de vista político, los “peques” representan a la gente común y los niños más grandes a las clases dirigentes. Mientras Ralph, Simon y Piggy los protegen y tratan de usarlos para el bien del grupo, Jack y Roger los manipulan para alcanzar sus macabros objetivos.
Pero, a pesar de lo dicho antes, en España no sólo se vive del siglo de Oro y antiguallas varias (dicho con el mayor respeto, por supuesto), aunque bien cierto es que a veces los tostones contemporáneos como "La Colmena" no son gran consuelo ni motivación a la lectura para los jóvenes. Una novela que fue durante un tiempo lectura obligatoria, aunque ahora parece bastante caída en el olvido, es "El Jarama" de Rafael Sánchez Ferlosio, ganadora del Nadal en el 55 y novela social por excelencia, bastante costumbrista y sin demasiada acción hasta los momentos finales pero que, sin embargo, se lee bastante bien.
Adolescentes otra vez, si bien en este caso la novela es un relato simultáneo en tercera persona de lo que acontece a lo largo de dieciseis horas tanto a la pandilla de jóvenes madrileños como a un grupo de lugareños, en un caluroso domingo de verano junto al río que da título a la obra. La acción se reduce a la mínima expresión y pierde total trascendencia para dejar paso al auténtico objetivo de la novela: presentar el contraste que existe entre la superficialidad e intrascendencia de las acciones y conversaciones de la ciudad, frente a la autenticidad y superioridad de la naturaleza. La avasalladora intromisión de los jóvenes, que turba la paz de los alrededores del río, alcanza valores dramáticos al final de la novela con la muerte en el río de una de las chicas de la pandilla, lo que viene a confirmar la temporalidad humana frente a la inmutabilidad de la naturaleza.
sábado, 19 de marzo de 2011
2011-29. "Estado de Transmisión", de Chris Moriarty
Título original: "Spin State".
Autora: Chris Moriarty.
Editorial: La Factoría de Ideas.
Año: 2003 (2010 de la edición en español).
Páginas: 440.
Género: Ciencia Ficción.
Novela finalista del premio Philip K. Dick.
Probablemente la mayor virtud de "Estado de Transmisión" resida en su habilidad para combinar diversos subgéneros y corrientes propios de la ciencia ficción, en lugar de limitarse a la especulación científica tan propia del 'hard', como parecen indicar inicialmente tanto algunos de los típicos comentarios de la crítica en la contraportada como las primeras páginas de la historia. Así, en esta novela (que, por cierto, cuanta con una traducción de lo más decente y con apenas un par de fallos gramaticales o de concordancia, cosa que aunque normalmente no cabe menos que dar por hecha, se convierte en algo reseñable cuando se trata de una publicación de 'La Factoría de Ideas'), lo que nos encontramos es una historia plagada de tramas conspiratorias, política, luchas por la libertad y, en conjunto, bastante acción como para satisfacer a cualquier lector ávido de emociones.
Haciendo un pequeño ejercicio de introspección, supongo que aquí es cuando me toca decir que, aún siendo una gran lectora de ciencia ficción, o habiéndolo sido en su época, en términos de número de obras del género leídas y siempre sin discriminar entre clásico o moderno o subgénero, lo cierto es que no me puedo considerar una buena lectora de ciencia ficción, al menos si hablamos desde el punto de vista del 'hard'. Probablemente ello se deba a mi falta de conocimientos sobre la materia (física, química), que hace que en ocasiones me resulte difícil aprehender en toda su extensión las diferentes teorías planteadas por el escritor o incluso llegar a distinguir la realidad de la ficción o, en todo caso, la ficción con base teórica real de la que es pura invención; algo que, por otra parte, no siempre resulta fácil en este tipo de literatura.
Supongo que podría decirse, pues, que me gustan las historias a prueba de tontos. Y en eso "Estado de Transmisión", volviendo al tema que nos ocupa, resulta bastante desigual, pues aunque la trama en sí es, como ya he comentado, bastante arquetípica en su desarrollo y planteamientos, algunas de las ideas más científicas se explican de forma bastante confusa o incluso esquemática; y, no sé vosotros, pero creo que ya ha quedado claro que yo no estoy por la labor de leerme ninguna de las obras que la autora recomienda en las cinco páginas finales del libro (¡cinco, ni más ni menos!) para ahondar en determinados conceptos (física cuántica, espuma de espín, agujeros de gusano...).
En conjunto, para mi esta primera novela de Moriarty no llega a ser una lectura imprescindible dentro del género a pesar de las buenas críticas recibidas, si bien es cierto que su personaje principal resulta bastante interesante en su concepción de constructo que oculta sus orígenes y vive, por ello, en continuo temor de que su secreto salga a la luz con desafortunadas consecuencias. Aunque lo más interesante de todo el argumento, sin duda, es la peculiar y ambigua (al menos en principio)relación que existe entre la comandante Li y Cohen, el IA, con todo lo que ello implica en cuanto a la verdadera naturaleza o alcance del desarrollo de estos entes que, para gozar de entidad física, toman a menudo prestados los cuerpos de los seres humanos. Algo que, por cierto, parece práctica común en el futuro ideado por Chris Moriarty, donde ni los seres humanos son como los de ahora, ni las comunicaciones se parecen demasiado a las actuales y donde, desde luego, las capacidades de unos y otras están íntimamente ligados.
Uno de los conceptos clave en esta novela y en el futuro lejano concebido por la autora, es el de espín, hasta el punto de que este término forma parte tanto del título original de este libro ('Spin State') como de la segunda novela de Moriarty, 'Spin Control'. En "Estado de Transmisión", la corriente de espines es a menudo una forma de referirse a las retransmisiones de noticias, o cualquier otra clase de información o acontecimientos, al estilo de nuestros noticiarios televisados y similares. Pero es mucho más que eso y no todo ello fácilmente comprensible, al menos en mi caso.
Un par de referencias literarias.
En definitiva, una obra siempre recomendable y de importancia ampliamente reconocida, a tal punto que su recuerdo perdura en el mundo del futuro; al menos en el dibujado por Chris Moriarty, por más que los errores en él denunciados se sigan repitiendo. Después de todo, ya se sabe: el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra; pero, sobre todo, es el único lo bastante estúpido como para tropezar con ella después de eso aún una tercera vez... o una cuarta... o una quinta...
Una historia tan compleja e interesante, que hacer un resumen completo aquí resultaría bastante difícil; pero siempre se puede recomendar alguna lectura sobre el tema, que al fin y al cabo, y notas históricas o científicas aparte, esto es un blog literario (o un intento de...), y no otra cosa.
* "El problema con los amigos era que uno jamás podía deshacerse de ellos. No había ninguna manera de retirar la amistad después de una traición o una decepción. La amistad siempre seguía ahí, junto con todo lo que iba ligado a ella. Simplemente se convertía en algo de lo que uno no se podía fiar, exactamente igual que una casa abandonada: uno seguía sabiendo dónde estaba cada habitación y qué escalón crujía al pisarlo, pero tenía que comprobar cada tabla de madera por si estaba podrida antes de confiarle el propio peso." (Pág. 121)
* "El corazón es complicado. Ya esté hecho de carne, o de circuitos: no siempre ama como tú crees que debiera hacerlo. O a la gente que se supone que debería." (Pág. 234)
Chris Moriarty (reconozco que, en un principio, creí que el Chris era tal vez de Christopher o Christian) es una autora de ciencia ficción reconocida por la crítica como renovadora de la ciencia ficción hard, lo cual es discutible... "Estado de Transmisión" es su primera novela, y primera también de la serie 'Spin', compuesta al parecer por tres títulos. El segundo, 'Spin Control', ha ganado el premio Philip K. Dick en 2007 y en él la autora ofrece un estilo más depurado y una nueva visión del futuro creado en la primera parte, con la aparición de los personajes protagonistas de ésta (Catherine y Cohen), si bien no lo son en la segunda.
Otras historias, otras mujeres... más ciencia ficción.
Es hora de ir poniendo punto final a esta entrada, un tanto inconexa y anodina desde mi punto de vista, y no podían faltar mis habituales paralelismos: una trinidad nada santa que, como de costumbre, nace de la libre asociación de mi mente en base a sus peculiares referencias y forma de pensar.
* La primera asociación de ideas, inevitable desde el principio, viene determinada por algo tan sencillo como la coincidencia de un nombre. Un apellido, en realidad: el Sharifi (Hannah) de la víctima cuya muerte es necesario esclarecer y que rápidamente retrotrae al lector a la Jennifer Sharifi de Nancy Kress en su 'Saga de los Insomnes' (compuesta por los títulos "Mendigos En España", "Mendigos y Opulentos" y "La Cabalgata de los Mendigos"). Una interesante visión futurista, que combina a la perfección sociología y ciencia, de una sociedad en la que la ingeniería genética provoca una escinsión a raíz de la aparición de los llamados 'Insomnes', capaces de disponer de mayor conocimiento y poder gracias a que pueden dedicar más horas a sus actividades...
* Por esa práctica tan común en esta historia y en el mundo futuro de Moriarty de ocupar cuerpos ajenos, y no sólo por parte de las IA (que, al fin y al cabo, no tienen otra forma de manifestarse físicamente), "La Huésped (The Host)" de Stephenie Meyer, que ha escrito sobre algo más que sobre vampiros. Una novela que podría clasificarse como ciencia ficción, aunque en realidad no hay mucha ciencia.
Melanie Stryder se niega a desaparecer. La tierra ha sido invadida por criaturas que han tomado el control de las mentes de los humanos en los que se hospedan, dejando los cuerpos intactos, y la mayor parte de la humanidad ha sucumbido. Wanderer, el «alma» invasora que habita el cuerpo de Melanie, se enfrenta al reto de vivir dentro de un humano: las emociones abrumadoras, los recuerdos demasiado intensos; pero hay una sola dificultad que Wanderer no consigue vencer: la anterior propietaria de su cuerpo lucha por retener la posesión de su mente, inundándola con visiones del hombre que ama, Jared, un humano que vive oculto, hasta el punto de que, incapaz de controlar los deseos de su cuerpo, anhela a un hombre al que jamás ha visto. Una serie de circunstancias externas las convierte en aliadas muy a su pesar y parten en busca del hombre que ambas aman a la vez... el primer triángulo amoroso que implica a sólo dos cuerpos, en una novela madura e interesante, muy alejada de lo que uno se esperaría de la autora de "Crepúsculo".