Título: "Bajo Bandera Enemiga"
Título original: "Under Enemy Colors".
Autor: S. Thomas Russell.
Editorial: Salamandra.
Año: 2007 (2009 de la edición en español).
Páginas: 539.
Género: Novela histórica/Aventuras navales (Armada Real británica, 1793).
Frase promocional: "Una novela maravillosamente amena para los fans de Patrick O'Brian, impecablemente documentada." -The Bookseller.
Sinopsis:
Para todo oficial de la Armada Real británica, defender un orden jerárquico basado en la disciplina suponía la mejor forma de alcanzar una elevada posición social. Así que, cuando los ecos subversivos de las revoluciones francesa y americana llegaron a las islas, los capitanes al mando de los barcos de Su Majestad tuvieron que enfrentarse a un nuevo desafío que amenazaba los cimientos de una institución clave para mantener el poder inglés. Con sus amplios conocimientos de la historia naval y de las artes de la navegación, el autor narra el dilema de un joven marino atrapado entre su absoluta lealtad a la corona y la inclinación hacia las nuevas ideas que defendían la igualdad de las personas.
"Los fans de Patrick O'Brian y de las aventuras navales disfrutarán con esta primera novela de Russell." -Library Journal.
Puntuación: 4,5/5
A estas alturas, supongo que es posible que ya haya dicho esto alguna vez, pero lo cierto es que soy bastante escéptica con las frases promocionales y los comentarios de la crítica que las editoriales incluyen en sus libros. La explicación es lógica: por una parte, resulta evidente que tiene que haber gustos para todo (¡mal iríamos si así no fuera!); por otra, es obvio que en una contraportada sólo aparecerán aquellas opiniones que sean favorables a la obra en cuestión pues, al fin y al cabo, de vender se trata y no vas a tirar piedras contra tu propio tejado.
Así pues, al tropezar con la novela que hoy nos ocupa en las estanterías de la biblioteca y leer lo que la prensa especializada y demás tenían que decir al respecto, lo cierto es que pensé: 'Bueno... sólo con que dé la mitad de lo que ofrece, será suficiente'. Afortunadamente, en el caso de "Bajo Bandera Enemiga" no hay un sólo halago de la crítica que sea una exageración y después de su lectura sólo me queda añadir, por mi parte, que los amantes de las aventuras navales estamos de enhorabuena.
Inevitables como son las comparaciones en estos casos con la serie Aubrey-Maturin de Patrick O'Brian, o la anterior serie de Hornblower de C.S. Forester (a las que sin duda haremos referencia más adelante), lo cierto es que la novela de Russell posee una identidad propia que la hace salir bien parada de cualesquiera que sean los paralelismos que se quieran establecer.
Personajes que retratan todos los tipos humanos y escalas sociales. Valientes y cobardes; idealistas y desencantados; nobles encantados de conocerse y otros que, sin llegar a ser revolucionarios, valoran a la persona y sus capacidades por encima de cualquier otra consideración, sin que la inocencia de la juventud sea la única explicación para ello. Oficiales que cumplen y otros que no lo hacen, y he ahí precisamente el núcleo central de la trama de esta novela en la que los acontecimientos se suceden con la precisión de un metrónomo, orquestados con tal maestría por la batuta del autor que realmente uno llega a devorar las páginas sin darse apenas cuenta de que lo hace.
Hayden, nuestro protagonista, es uno de esos personajes llenos de matices, más complejo de lo que parece a simple vista y de lo que resultaría quizá conveniente para alguien que ha de someterse a las rígidas costumbres y convenciones de la disciplina de la Armada, y con la suficiente personalidad y carisma como para convertirse fácilmente en referente dentro de un género literario como el que nos ocupa. Teniente incapaz de conseguir un nombramiento como capitán debido a su falta de influencias entre los lores del Almirantazgo, y lastrado en su carrera por el hecho circunstancial de ser hijo de padre inglés y madre francesa y, por tanto, potencial sospechoso para algunos de revolucionario o simpatizante del enemigo, su arrojo y buena fortuna (que no es exclusiva de nuestro Jack Aubrey, 'el Afortunado', pues al fin y al cabo en esa época y con esos medios, la fortuna siempre jugaba un cierto papel en el curso de los acontecimientos) le llevarán a salir airoso de más de una situación difícil.
Oficial tipo, a pesar de esa sensación de división interna que le lleva a sentirse tan pronto francés disfrazado de inglés como a la inversa, su comportamiento se rige por principios básicos de la época y el sistema como el honor, si bien la parte de la obediencia no le resultará tan fácil en las circunstancias presentes. Su valentía responde, en muchos casos, a una simple cuestión de cumplimiento del deber para con su patria y la fidelidad a los principios propios de la profesión, especialmente importantes para alguien que se ve obligado a abrirse camino en el escalafón por sus propios méritos. En definitiva, un personaje muy humano que suscita las simpatías del lector, tanto como buena parte de los hombres que sirven bajo su mando...
Aventuras navales: un género muy peculiar.
Ciertamente, la navegación es un arte de lo más complejo. Personalmente, admito que me centro más en la aventura que en la parte teórica, pero no por ello disfruto menos con esta clase de novelas, ni el vocabulario especializado me supone para ello inconveniente alguno. No obstante, me parece que ésta es una buena ocasión para profundizar un poquito más en la forma de organización y jerarquía de mando características de los buques de la Armada Real británica, aunque sólo sea porque ello nos permitirá ahondar un poquito más en la riqueza de personajes que integran esta novela.
La verdad es que no es ésta una tarea fácil, puesto que resulta difícil encontrar información detallada referente a la época y, en cualquier caso, son muchas las subescalas y los cargos que existían dentro de un buque tanto como en función de su tipo. En cualquier caso, esta claro que el mando supremo dentro del barco (flotas aparte) lo ostenta siempre el capitán, ya sea de corbeta, fragata o navío: en este caso, el tiránico y pusilánime Capitán Josiah Hart, más dispuesto a rehuír la batalla y dar media vuelta si se avista al enemigo que a hacerle frente, pero siempre el primero a la hora de hacerse acreedor del mérito ajeno y hábil en lo de eludir responsabilidades.
Por debajo de él se encontraban los oficiales, concretamente los tenientes primero, segundo y tercero en el HMS Themis. Charles Hayden tiene la mala fortuna de convertirse en el Primer Teniente bajo el mando del Capitán Hart, lo que hace que le resulte muy difícil eximirse de la responsabilidad que implica gobernar una fragata y le llevará a enfrentarse con éste por sus decisiones.
El Segundo Teniente, Landry, resultará ser poco más que mera comparsa del capitán, respaldando las decisiones erróneas de éste, responsabilizando a Hayden de los sucesos aciagos y recurriendo a artes tan contrarias al honor como el espionaje de sus propios compañeros de la Cámara de Oficiales.
El Tercer Teniente resulta ser una figura un tanto apática y anodina como oficial, tal vez porque el joven Archer se siente más atraido por lo intelectual, aunque eso no le impedirá tomar las armas junto a sus compañeros cuando ello resulte necesario. Es conocido por haber organizado un club de debate en la camareta de los Guardiamarinas.
Los Guardiamarinas, por cierto, eran los aprendices o aspirantes a oficiales en la Marina de Guerra, y no era infrecuente que se tratase de nobles con influencia, como en el caso de uno de los personajes más carismáticos de la novela: el joven lord Wickham, que se convertirá en infatigable compañero de aventuras de Hayden. Reflexivo e inteligente, es el ejemplo de la integridad y el honor y, sin duda, prometedor futuro oficial de la Armada Real Británica, a la tierna edad de dieciseis años.
Por encima de estos últimos, que en realidad en su condición de aprendices muchas veces se veían reducidos a servir de meros recaderos, aunque también poseían cierta autoridad sobre la marinería, se encontraba el piloto de derrota (piloto), función que en la HMS Themis desempeña el señor Barthe, un hombre con un pasado polémico, pues los problemas con el alcohol le llevaron a incurrir en ciertas negligencias que le costaron su futuro en la carrera naval, donde no pasó de teniente. Muy proclive a enrojecer de furia ante las injusticias de este mundo...
Faltan aún dos personajes especialmente relevantes para el desarrollo de los acontecimientos en esta novela: Hawthorne, el teniente de infantería de Marina gran aficionado a la agricultura cuya aspiración de futuro es llegar a adquirir una granja, aunque no por ello resulta menos arrojado a la hora de lanzarse a la aventura; y el cirujano naval, el doctor Griffiths, hombre cabal dispuesto a hacer lo que considere necesario para garantizar el buen fin de la misión pero, sobre todo, la integridad de los pacientes a su cargo.
Una cita: la sabiduría de los hombres de mar.
* "Las bromas son como el vino, doctor, hacen más llevaderas las cargas que soportamos, y nos permiten contemplar el mundo como si fuera un lugar mejor del que es." (Pág. 399).
Te gustará si te gusta... La serie de Aubrey-Maturin de Patrick O'Brian.
A estas alturas, creo que era más que evidente que iba a decir eso, ¿no? Y que conste que lo dice alguien que es fan en Facebook de Jack Aubrey, y que tiene a "Master and Commander" encabezando su lista de películas favoritas. Por supuesto, también me he leído buena parte de los libros que componen esta emocionante saga, protagonizada por una de las mejores parejas de 'colegas' que ha dado la literatura: el pragmático e inteligente capitán, favorito de la fortuna, y su cirujano, un nacionalista catalano-irlandés, naturalista y agente secreto.
Compuesta por un total de 21 novelas, la última de las cuales, no publicada en nuestro país, quedó inacabada debido al fallecimiento de su autor en el año 2000, la serie está ambientada durante las Guerras Napoleónicas y transmite con gran realismo la lucha y la problemática socio-política de la Europa de principios del S. XIX.
Si bien el personaje de Aubrey es ficticio, se basa en hombres reales que sí tuvieron participación activa en la Armada Real del período, como Thomas Cochrane (mejor conocido como Lord Cochrane), marino inglés que luchó en las guerras napoleónicas y posteriormente colaboró en la independencia de Chile y de la escuadra libertadora del Perú, sirviendo además en las armadas de Brasil y Grecia, entre otros. Asimismo, muchas de las situaciones narradas a lo largo de los libros ocurrieron históricamente, tomando O´Brian pequeñas libertades narrativas para dar continuidad a la obra.
En cuanto a su adaptación cinematográfica, la ya mencionada "Master and Commander. La Costa Más Lejana del Mundo" de Peter Weir, está basada principalmente en cuatro de los libros de la serie ("Capitán de Mar y Guerra", "La Fragata Surprise", "La Patente de Corso" y "La Costa Más Lejana del Mundo") y magníficamente protagonizada por Russell Crowe, como el Capitán Aubrey, y Paul Bettany como el Doctor Maturin. Una genial adaptación, que capta perfectamente el ambiente y el tono descrito con tanto detalle en las novelas y en la que yo particularmente agradezco la total omisión de cualquier elemento romántico (más allá del amor al mar, al deber y al honor), en contra de esa tendencia existente en el cine a forzar o engrandecer la influencia de un personaje femenino por una simple cuestión de ampliar el espectro del supuesto público potencial (como se hizo en "El Señor de los Anillos" con el personaje de Arwen).
Y, por cierto, que no es que les falte algún interés romántico que otro a Aubrey y Maturin, pues después de todo son humanos, pero en realidad esa vertiente no deja de ser accesoria la mayor parte de las veces; y, en todo caso, lo que se suele ofrecer cuando interviene el elemento femenino es una visión de la vida familiar y hogareña del gran héroe, el Afortunado.
Otras aventuras navales.
Como dice el propio Russell: "Las guerras de la Francia revolucionaria y las guerras napoleónicas sirvieron desde el pincipio de fuente de inspiración para novelistas, y las obras ambientadas en el entorno de la Armada inglesa de aquella época han constituido un género propio. Si puede decirse que alguien inventó la fórmula, ese fue probablemente Frederick Marryat, cuyos libros se publicaron entre 1829 y 1847. Sus novelas fueron inmensamente populares y muy apreciadas, tanto que llegó a tener a Dickens entre sus lectores. De hecho, Marryat sirvió en la Armada Real durante esa época, así que podemos dar por sentado que fue fiel a la realidad, a pesar de que aún faltaban años para la llegada del realismo como movimiento literario.
Emprender una travesía de esas mismas aguas supone no sólo exponerse a comparaciones, sino también a acusaciones de imitación. Es inevitable. La crítica también comparó las primeras novelas de Patrick O'Brian con los libros de C. S. Forester que tienen por protagonista a Horatio Hornblower, dejando por lo general en segundo lugar a Jack Aubrey."
Creo que ya ha quedado claro que, para mí, Aubrey está en primer lugar, aunque con riesgo de que Hayden le dispute en algún momento el puesto de seguir así, si bien es cierto que no conozco demasiado a Hornblower. Creo recordar que me leí uno o dos libros de la serie hace muuuuuchos años, tantos que no recuerdo demasiado, aunque me estoy replanteando una lectura de la serie al completo (o dentro de lo posible, en función de los fondos disponibles en la biblioteca); y, vaya por delante que, en tal caso, lo más probable es esperar una reseña del conjunto y no de cada libro individualmente: ¡pues menudo trabajo y cuánta monotonía!
La serie de Hornblower está compuesta por once novelas y dos relatos que narran sus vivencias como oficial de la Armada Real Británica durante las guerras napoleónicas, desde finales del siglo XVIII a principios del XIX, empezando como guardiamarina y acabando, por lo que se deduce de los títulos de dichas novelas, como todo un Lord y Comodoro.
En 1951 el actor Gregory Peck interpretó el papel de Hornblower en "El Hidalgo de los Mares" (Captain Hornblower en inglés), adaptación de la novela 'Happy Return' de 1931; por lo que es posible que éste sea un personaje que a más de uno le resulte más familiar de lo que imaginaba. Además, en 1998 el actor Ioan Gruffudd (Mister Fantástico en la versión cinematográfica del cómic) interpretó para televisión al guardiamarina Hornblower en una adaptación del primer relato de la novela. Ese mismo año se realizó una segunda adaptación y en 2001 y 2003, dos capítulos más de la saga.
Pero como no sólo de la Armada Británica y las guerras napoleónicas vive la literatura de aventuras navales, he ahí otros dos títulos interesantes que rescatar de entre la multitud:
* "Motín en la Bounty", de John Boyne, sigue aún en mi lista de lecturas pendientes. Una novela en la que el motín más famoso de la historia se convierte en vehículo idóneo para sumergir al lector en un complejo microcosmos donde el juego de la ambición, el poder, las jerarquías, la lealtad y el valor reflejan con inusitada precisión toda la miseria y la grandeza de la condición humana.
Instalado en los últimos compases de su vida, el capitán Turnstile rememora los extraordinarios acontecimientos que dieron inicio a su larga y fructífera carrera de marino. A sus catorce años, de padres desconocidos, John Jacob Turnstile es un chico alegre y vivaz que se gana el sustento de forma no muy honrosa por las calles y mercados de Portsmouth. Justo cuando está a punto de dar con sus huesos en la cárcel, surge una última tabla de salvación: embarcar como ayuda de cámara del capitán en un navío destinado a una importantísima y exótica misión. El capitán es William Bligh, la nave es la fragata HMS Bounty y el destino, Tahití.
Otra aventura naval que cuenta, en este caso, con tres versiones cinematográficas, poniendo de relieve el gran interés de este tipo de aventuras para el público en general; por más que como género literario no llegue, a pesar de la calidad de alguno de sus títulos, a la condición tan sobrevalorada de best-seller.
* "El Crimen del Estrella del Mar", de Joseph O'Connor (hermano de Sinead, por cierto), se define con bastante acierto como un thriller histórico de gran rigor literario. En 1847 el Estrella del Mar zarpa hacia Nueva York desde una Irlanda desgarrada por la injusticia y la hambruna. A bordo viajan centenares de emigrantes que oscilan entre el optimismo y la desesperación. Entre ellos, una sirvienta que esconde un secreto abrumador, el arruinado Lord Merridith con su mujer y sus hijos, un aspirante a novelista, un misterioso compositor de baladas revolucionarias... Y un asesino ávido por consumar una venganza ante de que concluyan los veintiséis días que dura la travesía. Un inicio lento para una historia de intriga que va ganando en intensidad hasta un final sorprendente, narrado a través del punto de vista de distintos personajes, los cuales se alternan con las anotaciones del cuaderno de bitácora y recortes de prensa.
Otras obras del autor. "Bajo Bandera Enemiga" es la primera novela de S. Thomas Russell, pero también la primera novela protagonizada por Charles Hayden. Y esa es precisamente la buena noticia: que hay segunda parte, publicada bajo el título de "Una Batalla Ganada" en el 2010 (a esperar que la compren en la biblioteca y, si no, a hacer la petición).
Estamos en el invierno de 1793. El rey de Francia ha sido guillotinado, el país ha declarado la guerra a Inglaterra, Holanda y España, y las ejecuciones se multiplican como parte de la política de terror de Robespierre. Ante tal amenaza, los partidarios de la monarquía han abierto la ciudad mediterránea de Tolón a los ingleses, comandados por el lord almirante Hood. Cuando éste requiere ayuda a Londres, el capitán Hayden deberá asumir el mando de la fragata Themis y partir rumbo al Mediterráneo para entregar la embarcación al almirante. Sin embargo, en el puerto francés le espera una nueva orden: navegar hacia Córcega con la misión de ayudar a sus habitantes en la lucha por la independencia. Así pues, Hayden se encuentra una vez más en la avanzadilla del brutal enfrentamiento entre los dos imperios, por lo que deberá explotar al límite su capacidad militar y su valor para proteger a sus hombres de todos los peligros imaginables.
Lectura imprescindible...
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Proximamente: "Estado de Transmisión", de Chris Moriarty.
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