miércoles, 22 de junio de 2011

2011-59: "El Don (Los Libros de Pellinor 1)" de Alison Croggon

Una vez más, Luz y Oscuridad


Título: "El Don (Los Libros de Pellinor 1)"

Titulo original: "The Gift"

Autora: Alison Croggon.

Editorial: Ámbar.

Año: 2002 (2010 de la edición en español).

Páginas: 621.

Género: Fantasía.


Sinopsis:

Maerad es una esclava que vive en un poblado miserable al que la llevaron siendo una niña pequeña tras la muerte de sus padres por culpa de la guerra. Ella desconoce todavía que ha heredado un poderosísimo don y que desciende de la famosa familia de los bardos de la Noble Escuela de Pellinor, gracias a lo cual es capaz de ver el mundo de una forma completamente distinta a la habitual. Sólo será consciente de su identidad y del extraordinario destino que le espera cuando Cadvan, uno de los grandes Bardos de Lirigon, dé con Maerad para iniciarla en el largo camino que se abre ante ella. Maerad y su misterioso maestro emprenderán un viaje lleno de peligros e incertidumbres atravesando tierras desconocidas donde las fuerzas de la oscuridad ejercen su poder e imponen un terror sobrenatural.


Puntuación: 2,5/5


Arreando, que es gerundio... Tengo la intención de ser muy breve con ésta. ¡Bueno! Olvidad lo de 'muy', que ya nos conocemos; y considerad lo de 'breve' en términos relativos (por comparación con la extensión de otras reseñas) más que absolutos, que ya todos sabemos que lo de la brevedad es algo que no acaba de casar del todo conmigo, por lo menos en lo que a escritura se refiere, que en lo oral sí que puedo ser de lo más parca y lacónica. ¡Y gracias que hay reseña, por breve que pueda ser! Pues ciertamente hubo un momento en el que pensé que omitiría el comentario correspondiente a este título... claro que eso era cuando mis expectativas aún no se habían visto completamente defraudadas y aún me quedaba un resquicio de esperanza en que la cosa mejorase; pues, en ese caso, lo suyo habría sido la lectura continuada de la segunda y tercera partes de esta serie y, de haber sido así, una reseña de conjunto hubiera sido de lo más apropiada (y conveniente para mis neuronas también, a qué negarlo). Pero bueno: no ha podido ser, así que al grano.

Empezaremos, como tantas otras veces, con una puntualización respecto a la cuestión del género. Decía yo no hace mucho, en referencia a "Fugitivo" de Christopher Reich, que tenía la sensación de que el cuerpo y la mente me pedían fantasía; puede que así fuese, pero está claro que no a cualquier precio. Porque, sí: "El Don" es fantasía, hasta ahí la cosa está clara; la duda puede surgir a la hora de añadirle apellido a tal nombre. ¿Épica o heróica? Sí, yo diría que sí, sin la menor duda, pues al fin y al cabo la historia reune todos los elementos característicos del subgénero: seres fantásticos, ambientación ficticia de tono medievalizante o, en todo caso y sin la menor duda, antiguo, con sociedades tecnológicamente atrasadas y un fuerte componente mágico. Protagonista de vida convencional al que de repente le cambia la vida drásticamente y se convierte en una suerte de héroe (o heroina) marcado por una profecía y un gran destino, por más que se muestre reticente al respecto; viajes, por supuestísimo y aventuras a lo largo del camino, por descontado.

La duda puede surgir a la hora de ponerle segundo apellido a la criatura. ¿Juvenil? Pues así es, en efecto, como se suele vender esta historia que, de hecho, vive en su materialización presente en las estanterías de la sección juvenil de la Biblioteca Pública "Bances Candamo" de Avilés. Claro que es posible que esta categorización tenga mucho que ver con esa tendencia más o menos generalizada, que ciertamente existe entre determinados sectores, a identificar lo fantástico con lo juvenil antes que con lo adulto: como si el deseo de recurrir a mundos tan diferentes al nuestro fuera cosa de mentes a medio formar, cuando bien sabemos nosotros que nada más lejos de la realidad. Y, si no, ahí esta la creación erudita de Tolkien o las refrescantes pinceladas de sexo y violencia de Martin en su brillantísima 'Canción de Hielo y Fuego' (sí, ayer vi el último episodio de "Juego de Tronos" y sigo completamente fascinada) para demostrarlo.

En el caso concreto de este "El Don", primero de 'Los Libros de Pellinor' de Alison Croggon (pues va siendo hora de que dejemos las generalizaciones para ir a lo concreto), la etiqueta ('juvenil') parece de lo más acertada en un primer momento, pues el tono inicial de la historia resulta en exceso simplista por su forma narrativa y ritmo, precipitándose el encuentro entre los dos protagonistas (Maerad y su futuro maestro, el Bardo Cadvan) así como la huida. Y, sin embargo, y por más que el personaje central tenga dieciseis años, pocas cosas hay a partir de ese punto que diferencien esta novela de cualquier otra serie de fantasía épica, tan apta para adolescentes como para adultos.

En este aspecto, especialmente destacable resulta el esfuerzo academicista de Croggon por crear un trasfondo histórico y cultural para su historia y su mundo, presentándonos además, para ello, 'Los Libros de Pellinor' bajo la forma de una nueva traducción de un texto muy antiguo y salpicando los apéndices finales de notas que remiten a una ficticia pero extensa bibliografía sobre la materia. Incide la autora hasta en la pronunciación de determinados términos, inventándose incluso una lengua (el Habla) propia de los Bardos, en clara tradición tolkienana; una influencia o paralelismo que puede apreciarse también en su uso narrativo de las antiguas canciones y la tradición oral de los romances épicos y legendarios, así como en la inclusión de mapas que cartografían su mundo imaginario (aunque ésta es una tradición frecuente en el género de la fantasía épica).

Sin embargo, mi gran problema con esta novela se encuentra en su falta de originalidad, tan apegada se encuentra a todos esos tópicos de la fantasía heróica que antes mencionábamos; a tal punto que, resulta inevitable, la historia se vuelve una pura repetición de tantas otras y, lo que es peor, resulta casi por completo previsible. Y aún si no lo fuera, lo cierto es que tampoco importaría demasiado, puesto que sus seiscientas páginas se hacen igualmente largas, acaso porque Maerad y Cadvan se pasan la mayor parte de éstas viajando en soledad... lo cual no sería un problema si nuestros protagonistas resultasen más interesantes, pero no.

No, no son interesantes y no sólo por tópicos, pues muchas son las novelas del género que utilizan los mismos principios para construir a sus héroes, pero aún así consiguen dotarlos de cierto carisma. No son interesantes porque les falta profundidad: Maerad resulta demasiado perfecta en su dominio de todas las artes, demasiado poderosa de buenas a primeras y poco convincente en sus tribulaciones o dudas; Cadvan es casi insulso a pesar de su supuesto pasado tormentoso, que Croggon es incapaz de transmitir al lector de la forma adecuada. Sino fuera por los secundarios, el elenco de esta historia resultaría por completo infumable... incluso a pesar de que, en general, a todos los personajes se les puede achacar la misma falta de profundidad y unidimensionalidad. Aún así, ahí es donde encontramos precisamente las mejores partes de esta novela, las más entretenidas: cuando nuestra pareja protagonista interactúa con otros personajes, Bardos fundamentalmente, y entran en juego la política o la conspiración, sino ya la mera adaptación o el aprendizaje. ¡Lástima que, como decía hace un momento, Maerad y Cadvan se pasen la mayor parte del tiempo viaja que te viaja!

¡Vamos! Que creo que está más que claro que "El Don" me ha decepcionado y que seguir leyendo ha sido pura cuestión de inercia. Aunque, tal vez, no digo que no, el problema es mío, puesto que he visto por ahí muchas opiniones favorables respecto a esta novela y el resto de las que componen la serie. Y, sí: tampoco es tan terrible la cosa, ni Croggon tan pésima narradora, por más que el estilo presente ciertos altibajos (quien sabe si achacables a la traducción o corrección, que sin duda algo de eso hay también); pero, por lo que a mí respecta, una y no más...

¡Ah! Y, por cierto: no os dejéis engañar por la portada, muy bonita ya que estamos. Hay acción, pero tampoco es que sea precisamente de la más trepidante; arcos, yo no los he visto por ninguna parte; y no digamos ya buhos, o lobos...


Un par de citas...

* "Lo que parece sencillo es a menudo lo más difícil de comprender." (Pág. 199).

* "Los más sabios son quienes saben lo poco que saben." (Pág. 293).


Otras obras de la autora

Alison Crogon nació en Sudáfrica en 1962, y ha vivido en Australia toda su vida, país en el que se le considera una de las mejores autoras de poesía dentro de la generación que emergió en la década de los 90, pero ha cultivado todos los géneros, incluyendo la crítica, el teatro y la prosa. Su incursión en el mundo del Fantasy con la serie de 'Los libros de Pellinor' la ha convertido en una de las autoras con más éxito internacional en su género, como lo demuestran las listas de más vendidos en USA, Gran Bretaña y Alemania entre otros muchos países y los innumerables galardones que ha merecido por la saga, como el Top 10 de Amazon.com en el 2005 y el premio al mejor libro de Fantasy de la prestigiosa revista 'Kirkus Reviews'.

En cuanto a la propia 'Los Libros de Pellinor', si bien no es infrecuente hallar referencias a la serie como trilogía, lo cierto es que se trata de una tetralogía, de la cual en nuestro país se han publicado, hasta la fecha, los tres primeros títulos: este "El Don" que hoy nos ocupa (aunque sea brevemente), "El Enigma" y "El Cuervo"; el cuarto y último libro lleva por título "El Cantar" y fue publicado en su edición original en 2008, así que es de suponer que no tardará mucho en ver la luz en España.

En la segunda parte, parece que Maerad y Cadvan prosigen sus viajes, con el inevitable componente de búsqueda añadido, y perseguidos aún por nuevos enemigos... lo cual supongo que es una buena noticia para quienes hayan disfrutado con el primero, aunque no sea mi caso. Repito, demasiados tópicos, sin que la originalidad de la ambientación, la personalidad de los personajes o el estilo de la autora sirvan, ni mucho menos, para redimirlos. De hecho, así, con el recurso al tópico se vende esta segunda parte: "Maerad es una joven con un trágico y terrible pasado, pero sus poderes aumentan cada día que pasa. Perseguida por la Luz y la Oscuridad, ella y su mentor, Cadvan de Lirigon, buscarán el Enigma del Canto del Árbol la clave para devolver la paz a su amenazado mundo. Viajarán por rebeldes mares hasta por inmensos y extensos desiertos de hielo, perseguidos muy de cerca por sus enemigos, el Rey del Invierno, el mismo Sin Nombre, y su aliado Enkir".

Actualmente, Croggon se encuentra trabajando en 'Black Spring', que ella misma define en su blog como un "Cumbres Borrascosas" ambientado en una alternativa Europa del Este del S.XIX, con magos y vendetta incluidos... y dice que le ha quedado (de momento, y en su primera versión) más extraño de lo que esperaba. La verdad, no sabe una qué pensar al respecto...


Te gustará si te gusta... La fantasía épica. Especialmente si estás dando tus primeros pasos en el género o no eres de los que sufren fácilmente de hastío ante la repetición de tópicos; sobre todo, si disfrutas más con el viaja que te viaja que con la acción pura.

Podría utilizar algún paralelismo más concreto, pero creo que cualquier que pudiera elegir estaría por encima de "El Don"... Aún así, que no se diga: te gustará si te gusta "El Lenguaje de las Piedras", de Robert Carter. Otra primera parte, esta vez sí de una trilogía, que aún habiéndome parecido bastante satisfactoria en su momento se ha quedado en eso: una primera parte sin continuidad en mi acervo personal.

Las piedras diseminadas por el reino guardan silencio. Un silencio muy peligroso. La mágina estructura de defensa que creaban las líneas imaginarias que las unían ha desaparecido, pues al construir caminos y ciudades amuralladas, los traficantes de esclavos han cambiado la faz del reino, y con ello han desbaratado el frágil equilibrio de poder que garantiazaba la paz. La responsabilidad de mantener ese equilibrio recae ahora sobre las espaldas del ya anciano Gwydion, que conoce como pocos este reino y sus peligros, que recorría sus frondosos bosques antes de la llegada de los druidas, antes de la llegada de los traficantes de esclavos, y antes incluso de que el rey Arturo pusiera el reino en pie de guerra. Aunque por entonces todos le llamaban Merlín. Su tarea no es fácil, y para cumplirla sólo cuenta con la ayuda que pueda prestarle el joven Willand, su alumno, quien sin saberlo está a punto de aprender una lección inolvidable sobre la ambición y la naturaleza del mal. Los enemigos a los que van a enfrentarse son temibles: hombres, monstruos y una bruja tan poderosa como Gwydion. El reino está hoy devastado. Nada queda de murallas y caminos. Y las piedas están despertando de su letargo... para revelar su inquietante mensaje.

Luz y Oscuridad; maestro y aprendiz y, por supuesto, magia... Elementos que ambas obras tienen en común; por más que, como ya se ha dicho, no se trata sino de los pilares básicos, tópicos y fundamentales del género, que en realidad comparten muchos otros títulos de fantasía épica, como pueden ser la serie 'Añoranzas y Pesares' de Tad Williams o 'La Espada de Joram' de los clásicos del género Margaret Weis y Tracy Hickman, siempre recomendables para amantes del mismo, más incluso con esta saga o con 'El Ciclo de la Puerta de la Muerte' que con su mitica 'Dragonlance'.

Claro que, si nos ponemos, lo mismo podemos recomendar 'Harry Potter' (¡ojo, qué a mí me encanta), pues también aquí hay magia, profecías, un héroe que tiene que salvar al mundo y un mentor sin igual... igual que en "El Don". Pero Harry y el resto del elenco de J.K. Rowling son mucho más interesanes que cualquiera de los personajes de Croggon y sus aventuras infinitamente más divertidas, amenas y variadas... definitivamente, tanto bosque y tanto viaje me ha dejado agotada.

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Proximamente: "El Jardín Olvidado", de Kate Morton.

martes, 21 de junio de 2011

2011-58: "Lágrimas en la Lluvia" de Rosa Montero

"Todos esos momentos se perderán en el tiempo..."


Título: "Lágrimas en la Lluvia"

Autora: Rosa Montero.

Editorial: Seix Barral.

Año: 2011

Páginas: 477.

Género: Ciencia ficción/novela negra.


Frase promocional:"El futuro en tus manos."


Sinopsis:

Estados Unidos de la Tierra, Madrid, 2109. Aumenta el número de muertes de replicantes que enloquecen de repente. La detective Bruna Husky es contratada para descubrir qué hay detrás de esta ola de locura colectiva en un entorno social cada vez más inestable. Mientras, una mano anónima transforma el archivo central de documentación de la Tierra para modificar la Historia de la humanidad.

Agresiva, sola e inadaptada, la detective Bruna Husky se ve inmersa en una trama de alcance mundial, mientras se enfrenta a la constante sospecha de traición de quienes se declaran sus aliados, con la sola compañía de una serie de seres marginales capaces de conservar la razón y la ternura en medio del vértigo de la persecución.

Una novela de supervivencia, sobre la moral política y la ética individual, sobre el amor y la necesidad del otro, sobre la memoria y la identidad. Rosa Montero narra una búsqueda en un futuro imaginario, coherente y poderoso, y lo hace con pasión, acción vertiginosa y humor, herramienta esencial para comprender el mundo.


Puntuación: 4,5/5


"Bruna despertó sobresaltada y recordó que iba a morir.
Pero no ahora."

Hay novelas que apuestan fuerte desde la primera línea, desde el primer párrafo; la mayor dificultad, claro está, reside en ser capaz de mantener ese pulso narrativo más allá de la primera página, del primer capítulo. Para conseguirlo, muchos autores recurren al drama, a esos argumentos que buscan conmover hundiendo sus raíces en la tragedia, personal o universal; y, ya se sabe: muchas veces la lágrima es, en efecto, el recurso fácil, pues resulta mucho más sencillo, digan lo que digan, hacer llorar que hacer reir... especialmente si hablamos en términos de literatura, pues si en el cine a menudo uno ríe a carcajadas por empatía y se traga el nudo en la garganta por pudor, en la soledad de la lectura la lágrima fluye con mayor libertad de aquella con la que la carcajada escapa de la boca.

Hay autores, sin embargo, que buscan la trascendencia de su obra por medio de un lenguaje ampuloso y alambicado, como si el mero hecho de trufar sus páginas con un buen puñado de profundas reflexiones y figuras cuasipoéticas fuese la receta perfecta para lograr eso tan difícil: la pervivencia en el recuerdo de una historia redonda... por más que, precisamente, el recurso a lo puramente narrativo hace que algunos pierdan de vista tal objetivo, sacrificando el argumento a la narrativa, el fondo a la forma.

Y es que, precisamente, el problema está en que a menudo olvidan, unos y otros, que la verdadera clave del asunto está en la honestidad: honestidad del escritor consigo mismo tanto como con sus lectores. Lección ésta que tiene bien aprendida Rosa Montero, narradora excelsa donde las haya, que sabe, como dice en algún momento de este "Lágrimas en la Lluvia" uno de sus personajes, que la belleza es la única eternidad posible; y nada tan bello como el sincero reflejo del mundo cotidiano y sus problemas... pues por más que su novela nos traslade cien años en el tiempo, hacia el futuro, uno no siente la menor extrañeza hacia ese mundo tecnoavanzado poblado de criaturas inesperadas, que no deja de ser un trasunto de nuestra propia sociedad, fruto de nuestras decisiones presentes, en el que muchas cosas se mantienen inmutables: los pequeños dramas personales y cotidianos (la soledad, el miedo a la muerte, la lucha por la supervivencia o la percepción de la propia identidad), pero también los grandes problemas compartidos y universales (los extremismos, la xenofobía, las crisis políticas o económicas o los movimientos sociales).

"Lágrimas en la Lluvia" es una novela hermosa por honesta, que trasciende los géneros, por más que sea común etiquetarla como literatura de ciencia ficción, pues no se puede negar la evidencia que el propio título ya nos ofrece, homenaje indiscutible a "Blade Runner" y sus replicantes... si bien en esta historia lo mismo se les moteja como reps, que se les da el nombre políticamente más correcto de tecnohumanos. Y es así porque, dejando a un lado la mentada etiqueta, lo que Montero nos ofrece en realidad es una trama al más puro estilo de las historias clásicas de detectives; ésas en las que los protagonistas son tipos duros y amargados, héroes antihéroes marginales que se ganan la vida con el sudor de su frente y el elucubrar de sus neuronas.

Bruna Husky, nuestra heroína marginal, es una replicante de combate que trabaja como detective privado y cuya mayor obsesión es la muerte; algo que no resulta extraño si se tiene en cuenta que la esperanza de vida de los tecnohumanos es de diez años... Huraña, solitaria y sarcástica, nuestra protagonista resulta tan convincente en su papel de mujer dura, como humana (a pesar de) por sus traumas personales, su eterno cuestionamiento de su propia identidad y su constante debatirse entre los beneficios del aislamiento y las bondades de la compañía de otros seres sintientes, humanos o no; tan humana, en efecto, que si no fuera por esa permanente cuenta atrás hacia la muerte, uno olvidaría que Bruna es una replicante.

Una muerte que la rondará durante buena parte de esta novela de forma más real que metafísica, y más como una opción presente y perfectamente plausible que como el inevitable futurible que no deja de ser para nadie, conozcamos o no su fecha aproximada. Arranca, en efecto, la historia con mucha fuerza, y apenas un par de páginas son suficientes para que Montero nos lance de cabeza a la vorágine de la acción más pura que imaginarse pueda. ¿Por qué enloquecen los replicantes, mueren y matan? ¿Se trata de alguna suerte de conspiración para soliviantar a la opinión pública contra ellos o de una pura cuestión de azar y mala suerte, motivada por una partida de memas (memorias artificales a las que recurren los tecnohumanos para vivir otras vidas, atormentados por el hecho de que la propia no sea real) defectuosas?

Tomando como eje central de la historia este punto de partida, Rosa y Bruna se sumergen, y sumergen al lector, en una entretenidísima historia de detectives plagada de entrañables personajes marginales (inolvidables el bicho, Maio, el/la tatuador/a esencialista, Natvel o el tragón Bartolo) y sospechosos habituales, y donde las conspiraciones políticas no son lo que parece ni los motivos últimos tan evidentes como pudiera pensarse. Una historia que invita a la reflexión sobre lo grande y lo pequeño, sobre lo aparentemente banal y lo profundo y que, en última instancia, no deja de ser un canto a la vida ante la inevitabilidad de la muerte.


Rosa Montero y "Lágrimas en la Lluvia": lo autobiográfico

Oir decir a Rosa Montero que tal vez Bruna Husky sea su personaje más autobiográfico hasta la fecha, teniendo en cuenta la naturaleza en principio no del todo humana de la detective rep y el género en el que se encuadra esta novela (ciencia ficción) puede resultar acaso chocante en primera instancia. Naturalmente, todo tiene una explicación; e incluso si ésta no resulta ni sencilla ni agradable, lo cierto es que no puedo evitar pensar que, sin los giros desafortunados y terribles que a veces da la vida, tal vez esta historia habría sido muy diferente y, desde luego, no tan grande... a pesar de que la propia Montero es muy grande por sí misma como narradora: lo era, lo sigue siendo y lo será.

Las claves de la transformación se pueden encontrar fácilmente en la genial entrevista que Luis Sánchez-Mellado le hizo a la escritora para "El País" con motivo del lanzamiento de "Lágrimas en la Lluvia", publicada el pasado 13 de marzo y de la que a continuación se recogen algunos extractos.

De hecho, la introducción en sí misma es toda una revelación para desinformados... como por cierto lo era yo hasta que me dio por buscar información sobre la autora y ésta, su novela:

"«A la memoria de Pablo Lizcano». La dedicatoria de Lágrimas en la lluvia (Seix Barral), la flamante novela de Rosa Montero, remite desde la primera página a la melancolía de la pérdida, pero también a la alegría de vivir. Al esplendor y la finitud de la vida. Lizcano, periodista y escritor como ella y su pareja de las dos últimas décadas, enfermó de repente y murió meses después en mayo de 2009. Su foto, un sonriente retrato en blanco y negro, es una más de las muchas que comparten baldas con los libros en este luminoso salón colonizado por mascotas vivas y de adorno. Noventa casas además de esta vio Montero antes de decidirse a cerrar su chalé familiar de las afueras y mudarse con sus perras Bruna y Carlota a este piso de Madrid cuatro plantas por encima del Parque del Retiro, cuyos árboles casi se cuelan por los balcones. Nueva casa, nueva década, nueva vida..."

Por cierto, que su perra Bruna no es una husky, por más que comparta nombre con nuestra protagonista; sin duda, no se trata de una casualidad, sino de una suerte de homenaje... aún uno más.

Sigue hablando la escritora sobre el porque este "Lágrimas en la Lluvia" puede considerarse como la más personal de sus obras; de cómo lo era en origen, antes de la enfermedad de su pareja, y de cómo lo es aún más en su forma final.

"Creo que la narrativa es un fenómeno de madurez. Necesitas una distancia para ver tus emociones y analizarlas con la frialdad con que un entomólogo analiza a un coleóptero. Hasta entonces las novelas no funcionan. Esta es una anomalía en mi obra. Cuando acabé la anterior novela pensé que para la siguiente iba a tener unos 60 años, que es una edad que da un vértigo que te mueres. Hay quien se jubila. Hay quien se compra una casa en Torrevieja. Y dije, yo me voy a hacer un mundo mío para mi placer. (...) Voy a crear un mundo a mi medida a ver si consigo escribirlo con el placer y la libertad de antes de publicar. Como siempre me gustó la ciencia-ficción y la novela negra, decidí escribir una novela negra de ciencia-ficción que, además, me permitiera volver a ese mundo en otras novelas. Como quien baja a Torrevieja. Empecé a escribir lo que tenía que ser un libro feliz, un juego. Pero somos hijos del azar. Mi pareja se puso enferma de repente y se murió en 10 meses. En mi vida he hecho una cosa así, que fuera tan irreconciliable lo que vivía con mi proyecto literario. Pero lo terminé."

Aunque, desde luego, el momento personal por el que pasaba la autora sin duda ha trascendido su vida y se manifiesta en las páginas de su novela que, sin embargo, no deja de ser una historia cargada de esperanza en el futuro, a pesar de los pesares; incluso si ese futuro se materializa en una sociedad en la que hasta el aire puro y respirable se convierte en bien de lujo... aunque también ahí se nos ofrece un happy end relativo, todo sea dicho. Y, respecto a la posibilidad de que Montero retome ambientación y personajes, ciertamente es una opción que a cualquier lector de esta novela se le antojará tan plausible como deseable, pues Bruna Husky es uno de esos personajes cargados de fuerza y entrañables del que a uno le gustaría saber más, mucho más.

Sigue hablando Rosa sobre sus dificultades en la escritura de la novela y su identificación con la simpar Bruna:

"La verdad es que pensé tirarla muchas veces, estaba superdesesperada, me perdí. No lo tiré por Bruna, mi protagonista. Me siento más cerca de Bruna que de ninguno de mis personajes. Ella es una androide muy fuerte y muy burra, mucho más que yo. Es muy salvaje y muy distinta a mí, pero tan parecida. Una replicante desesperada porque solo vive 10 años. Esa desesperación por la muerte la tengo desde niña. (...) yo creo que la mayoría de los novelistas no podemos olvidarnos de la muerte y tenemos una conciencia crítica del paso del tiempo. Me acuerdo de mí misma diciendo, mira Rosita, qué precioso cielo, tienes 12 años y no los tendrás más. He tenido toda la vida esa sensación del viento soplando en mis orejas. Pero no es malo, porque también te da una percepción intensa de la vida. ¿Recuerdas lo que decía Lennon: la vida es lo que te pasa mientras te ocupas de otras cosas? Pues yo no. (...) la vida es breve y hermosa. Esa conciencia de la muerte me ha hecho sentir la vida como una droga que te arde en las venas, y eso es maravilloso. He sentido y siento esos raptos de emoción absoluta por el fuego de la vida y la belleza del mundo, pero siempre con la muerte detrás."

Y, ¿recordabáis lo que decía al principio de esta reseña sobre que es más fácil hacer llorar que hacer reir y que lo dramático es, precisamente, el recurso fácil? Algo parecido dice también Rosa Montero, aunque, por supuesto, ella lo expresa mucho mejor:

"La melancolía es muy creativa, es la percepción de la belleza con la conciencia de que se acaba. Y eso le da un brillo imposible de igualar. La melancolía te permite una mirada muy lúcida y articulada. La alegría también sirve para crear, pero la tristeza no. Eso de que sufriendo se escribe mejor forma parte del tópico de la bohemia, como que hay que ser alcohólico para crear. Eso de que en el sufrimiento eres creativo es mentira. El sufrimiento destroza. Paraliza."

Lo dicho: una entrevista genial, en la que la escritora sigue revelando sus interesantes puntos de vista sobre asuntos de lo más diversos, tales como la influencia de las redes sociales y las nuevas tecnologías o la capacidad del ser humano para reiventarse. Para interesados, aquí os dejo el enlace.


El futuro de Bruna y Rosa: algunas claves

He leido en alguna parte que Rosa Montero había dicho que las malas historias de ciencia ficción lo eran, a menudo, porque sus autores se empeñaban en crear mundos extraños sin ninguna base real. Hasta cierto punto, estoy de acuerdo; pero, al mismo tiempo, en cierta forma disiento. Y es que, ciertamente, hay grandes autores del género capaces de crear universos futuristas totalmente ajenos al nuestro, y por lo mismo completamente extraños, cuya grandeza reside precisamente en su habilidad para sumergir al lector en esa rareza y convertirla de tal modo en algo por completo creible, para lo cual sin duda es clave recurrir a otros aspectos comunes a cualquier forma de vida, como pueden ser los omnipresentes sentimientos.

Sin embargo, es cierto que al lector le resulta mucho más sencillo entrar en la dinámica de cualquier universo futuro si éste se asienta sobre una serie de costumbres o principios fácilmente identificables con los propios; si lo desconocido se asienta sobre una cierta base de realidad que permita aceptar la novedad como una posibilidad plausible del presente. Es precisamente ahí donde radica una de las mayores virtudes del mundo creado por Rosa Montero en este "Lágrimas en la Lluvia": en su cohesión, coherencia y credibilidad, que sin duda hunde sus raíces en el uso de lugares perfectamente conocidos (por ejemplo, la alusión a Nuevos Ministerios en este Madrid de 2109), tanto como en la construcción precisa de unos antecedentes históricos con reminiscencias del pasado (nuestro presente) que explican a la perfección el presente (el futuro de Bruna).

Así, los artículos y entradas en el archivo central de documentación de la Tierra, que se intercalan hábilmente entre los capítulos dedicados a la trama central de la novela, las aventuras de Bruna y su investigación, cumplen satisfactoriamente con la función de ofrecer un marco temporal e histórico para los lectores, sin necesidad de interrumpir el hilo narrativo, por lo demás siempre vivo y ágil, con innecesarias digresiones informativas por parte de los protagonistas. Pero, por supuesto, y siendo como es Montero una hábil narradora que no cae en el recurso fácil, cumplen al mismo tiempo un propósito vital para el argumento, pues acaban por convertirse en un elemento más para poner de manifiesto los planes conspiratorios para subvertir la opinión pública, ya sea en contra de unos o a favor de otros.

Dicho todo lo cual, y sin ser mi intención tampoco el ser exhaustiva, pues al fin y al cabo parte del placer de esta lectura reside también en la oportunidad de descubrir los detalles de estos Estados Unidos de la Tierra (EUT) del futuro, es hora de desvelar algunas de las claves que permiten entender mejor qué es "Lágrimas en la Lluvia".

- Los replicantes. Crados a partir de células madre y madurados en laboratorio de manera acelerada y prácticamente idéntica al ser humano, surgen en 2053, con el nombre de Homolab, para su uso en explotaciones mineras del espacio exterior o la Tierra y granjas marinas abisales. En 2057 ya había cuatro líneas de androides: de combate, cálculo, minería y placer, si bien éstos últimos se prohibieron apenas unos años más tarde. Por aquel entonces, eran trabajadores esclavos carentes de derechos, hasta que en 2060 un incidente en que se enviaron replicantes de combate para reprimir una revuelta de androides mineros dio lugar a la rebelión contra los humanos y la guerra rep, que se acabaría resolviendo con el llamado Pacto de la Luna de 2062. A partir de ese momento, los tecnohumanos empiezan a ganar progresivamente derechos, hasta ser igualados a los de los humanos en la Constitución de 2098.

Actualmente (2109) las cadenas de producción de androides (plantas de gestación) son dirigidas al 50% por tecnos y humanos. Un androide tarda catorce meses en nacer, pero cuando lo hace tiene una edad física y psíquica de veinticinco años. Pese a los avances técnicos, sólo se ha conseguido que vivan una década: más o menos en torno a los 10/35 la división celular de sus tejidos se acelera de forma dramática y sufre una especie de proceso cancerígeno masivo (conocido como TTT, Tumor Total Tecno) para el que no existe cura y que provoca su muerte en semanas.

Un comité paritario decide cuántos androides y de qué tipo se crean al año. Puesto que su gestación es muy costosa, se ha acordado que todo tecnohumano servirá a la empresa que le fabricó durante un período máximo de dos años y en un empleo conforme a su especialidad. A partir de entonces será licenciado con una moderada cantidad de dinero (paga de asentamiento) para ayudarle a empezar su propia vida.

Por último, a todo androide se le implanta una memoria (compuesta por 500 recuerdos o escenas) con suficiente apoyo documental real (fotos, grabaciones, juguetes de su infancia, etc.), ya que diversas investigaciones han demostrado que su convivencia e integración social con los humanos es mucho mejor si tienen un pasado, a la par que tal medida aumenta su propia estabilidad emocional. Las memorias son únicas y diferentes, pero todas poseen una escena más o menos semejante de la famosa Escena de la Revelación, o baile de los fantasmas: un recuerdo implantado, supuestamente sucedido en torno a los catorce años, en el que los padres del androide le comunican que es un tecnohumano. La Ley prohibe y persigue cualquier manipulación posterior de memorias, así como su tráfico ilegal.

- Teletransporte (TP). El viejo sueño de los humanos dio un paso de gigante hacia la realidad en 2067, con el descubrimiento de las propiedades de potenciación lumínica del astato, un elemento extremadamente raro en la Tierra pero abundante en las minas de Titán. En 2073, con la ayuda de la luz densa, capaz de acarrear cien mil veces más información y de manera cien mil veces más estable que la luz láser, la profesora Darling Oumou Koité fue teleportada desde Mali al satélite saturnal Encelado.

A partir de entonces se desató entre los países de la Tierra un auténtico furor de exploración y conquista del Universo: la Fiebre del Cosmos, que sería una de las principales causas de las Gueras Robóticas, que arrasaron la Tierra desde 2079 a 2090. El teletransporte siempre tuvo elevados costes económicos, pero además resultó ser un proceso atómicamente imperfecto que puede tener graves efectos secundarios. Es una consecuencia del principio de incertidumbre de Heisenberg, según el cual una parte de la realidad no se puede medir y está sujeta a cambios infinitesimales pero esenciales. Lo que significa que todo organismo teleportado experimenta alguna alteración microscópica. Por lo general, estas mutaciones son mínimas, subatómicas e inapreciables; pero un significativo número de veces los cambios son importantes y peligrosos: un pulmón defectuoso, manos sin dedos, cráneos carentes de cerebro... Este efecto destructivo es demonimano defecto TP, aunque a los individuos aquejados del mismo se les conoce coloquialmente como mutantes. Por esta razón, se prohibe el teletransporte más de seis veces a lo largo de su existencia a cualquier ser vivo (humano, tecnohumano, Otros o animales).

- Otros (ETS). El primer encuentro documentado con extraterrestres tuvo lugar en el lejano planeta Potosí en 2090, cuando una nave alienígena aterrizó en el sector chino de la colonia minera allí establecida. Eran exploradores gnés, un pueblo procedente del cercano planeta Gnío. Su navío era muy rápido y técnicamente avanzado, si bien se desplazaban de forma convencional y viajaban a velocidades muy inferiores a las de la luz. Gracias a una técnica de comunicación ultrasónica, los gnés habían contactado con otras dos remotas civilizaciones extraterrestres: los omaás y los balabíes.

La teleportación permitió el intercambio político y cultural entre los cuatro mundos, así como el encuentro físico entre sus habitantes. Pronto quedó claro que las cuatro especies no competían entre sí y que no podían constituir un peligro las unas para las otras, pues las distancias entre mundos eran demasiado vastas y la teletransportación igualmente dañina para todos. Aún así, en la Tierra no es muy habitual ver a un alienígena en persona, pues hay menos de veinte mil en todo el planeta, un número ínfimo frente a los cuatro mil millones de terrícolas.

- Tierras Flotantes (colonias). Son dos: el Estado Democrático del Cosmos y el Reino de Labari. Dos gigantescas estructuras artificiales que mantienen órbitas fijas respecto a la Tierra y son verdaderos mundos dotados de plena autonomía, con entre quinientos y seiscientos millones de habitantes cada una de ellas; todos ellos humanos, puesto que en ambos lugares se prohibe la residencia a tecnos y alienígenas.

El Reino de Labari recibe su nombre del fundador de la Iglesia del Único Credo, el argentino Heriberto Labari, que tras recibir un mensaje divino se dedicó a predicar el Culto Labárico que, según él, era la religión original y primigenia, traída a la Tierra por los extraterrestres en tiempos remotos y luego deformada y fragmentada, por ignorancia y codicia, en las diversas creencias del planeta. El Culto ofrece una mezcla sincrética de las religiones más conocidas, ingredientes de los juegos de rol y de fantasía, con la evocación de un mundo medievalizante, jerárquico, sexista, esclavista y muy ritualizado.

Poco antes de morir, Labari había empezado a hablar de la construcción de un mundo estratosférico en el que crear una sociedad perfecta. Labari tiene la forma de un grueso anillo o un enorme neumático, y según parece fue generado por unas bacterias semiartificiales capaces de autorreproducirse en el espacio a velocidad vertiginosa, formando una materia sermiorgánica porosa, ligera, indeformable y prácticamente indestructible. Los habitantes del Reino viven dentro de las paredes del anillo; en el hueco interior, un inmenso reservorio de agua y algas liberadoras de hidrógeno proporciona la energía necesaria.

En cuanto al Estado Democrático del Cosmos, éste es producto de una ideología. En 2062, Amaia Elescanova era presidenta de Rusia y fundadora y líder del partido Regeneración. Sostenía que todos los males del mundo eran el resultado del abandono de las utopías y de haberse rendido a los abusos del capitalismo, reivindicando la creación de un frente común revolucionario, distinto al marximo o el comunismo, que acabase con las desigualdades. El aristopopulismo (una sociedad gobernada por los más aptos y sabios, pero reforzada por los adelantos científicos) se hizo pronto muy popular, sobre todo a raíz del cobro del aire puro, dando lugar al MIA (Movimiento Internacional Aristopopular).

Todo apunta a que las Tierra no les parecía, sin embargo, un lugar con demasiado futuro, por lo que decidieron crear su propia plataforma extraterrestre, planteándose una especie de feroz competición con los únicos para ver quién finalizaba antes su proyecto. Por cierto: ganó el MIA. Aunque se desconocen los detalles y planos, Cosmos es una construcción técnicamente deslumbrante: una multitud de pirámides hechas con nanofibras de carbono se unen unas a otras hasta conformar una estructura megapiramidal. En cuanto a las fuentes de energía, parece ser que usan una tecnología secreta que permite sacar un alto rendimiento al viento solar.

- En cuestión de política, destacamos por su relevancia para la historia dos partidos: el Movimiento Radical Replicante (MRR) y el Partido Supremacista Humano (PSH)... y no es difícil deducir qué propugna o defiende cada uno de ellos, con semejantes siglas y nombres.


El homenaje: "Blade Runner"

Homenaje evidente desde el primer momento, pues pocas frases hay tan míticas en la historia del cine (bueno, en realidad hay muchas frases míticas en la historia del cine...) como el famoso parlamento que recita el replicante Roy Batty en "Blade Runner" mientras está muriendo: "Yo he visto cosas que no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orion. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhauser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir."

Por supuesto, de ahí viene el título de esta novela, que por sí mismo es suficiente para remitir al clásico del cine y de Philip K. Dick, si bien la lectura del argumento es, para posibles despistados, la prueba indiscutible de que en efecto Montero se inspira en tales referencias a la hora de crear su propio mundo futurista; por más que, como ya hemos dicho, el suyo es un universo rico en detalles y consistente por sí sólo, todo ello sin necesidad de remitir al clásico más allá de algunas referencias obvias. Y es que hasta Bruna ha visto la famosa película:

"Un día Yannis le había puesto a Bruna la vieja y mítica película del siglo XX. Se titulaba Blade runner. Era una obra extraña y bienintencionada hacia los reps­, aunque le resultó algo irritante: los androides tenían poco que ver con la realidad y, por lo general, eran más bien estúpidos, esquemáticos, aniñados y violentos. Por no mencionar a una tecno rubia que daba volteretas como una muñeca articulada." (Pág. 240).

'Blade Runner' es una película de ciencia ficción estadounidense, dirigida por Ridley Scott, estrenada en 1982 y basada lejanamente en la novela de Philip K. Dick, de 1968, "¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas?" . Todo un clásico de la ciencia ficción, y precursora del género cyberpunk, la acción transcurre en una versión distópica de la ciudad de Los Ángeles, durante el mes de noviembre de 2019 y entre sus grandes protagonistas se encuentran Harrison Ford, Rutger Hauer y Sean Young.

La película describe un futuro en el que seres fabricados a través de la ingeniería genética, a los que se denomina replicantes, son empleados en trabajos peligrosos y como esclavos en las colonias exteriores de la Tierra. Estos replicantes, fabricados por Tyrell Corporation para ser "más humanos que los humanos" (especialmente los modelos «Nexus-6») se asemejan físicamente a los humanos, aunque tienen una mayor agilidad y fuerza física, pero carecen de la misma respuesta emocional y de empatía
.

Los replicantes fueron declarados ilegales en el planeta Tierra tras un sangriento motín. Un cuerpo especial de la policía (Blade Runners) se encarga de rastrear y matar (o "retirar", en términos de la propia película) a los replicantes fugitivos que se encuentran en la Tierra. Con un grupo de replicantes particularmente brutal y hábil suelto en Los Ángeles, un dubitativo Deckard es invocado desde su semirretiro para que use algo de "la vieja magia blade runner".

En principio, "Blade Runner" recibió críticas contradictorias de parte de la prensa especializada. Unos se mostraron confundidos y decepcionados de que no tuviese el ritmo narrativo que se esperaba de una película de acción, mientras otros apreciaban su complejidad temática. La película no obtuvo buenos resultados de taquilla en los cines norteamericanos, pero logró un gran éxito en el resto del mundo, y se convirtió en la favorita de los cinéfilos y el mundo académico, ganándose rápidamente el título de película de culto.

"Blade Runner" ha sido ampliamente aclamada como un clásico moderno por la ambientación lograda con sus efectos especiales y por adelantarse en plantear temas y preocupaciones fundamentales para el siglo XXI. Se la ha elogiado como una de las películas más influyentes de todos los tiempos, debido a su ambientación detallada y original, que sirve como un hito visual postmoderno con su descripción realista de un futuro en decadencia. También permitió poner a Philip K. Dick en la mira de Hollywood y desde entonces muchas películas se han inspirado en su obra literaria.

A pesar de tener el aspecto de una película de acción, "Blade Runner" contiene un número inusualmente amplio de niveles dramáticos. Como obra del género cyberpunk le debe mucho al cine negro, pues contiene y explora convenciones tales como la mujer fatal, la narración en primera persona a lo Raymond Chandler (narración que no se encuentra en versiones posteriores) y la cuestionable perspectiva moral del héroe. Es una de las películas de ciencia ficción mejor escritas que combina ambos géneros —pues abarca temas como la filosofía de la religión y las implicaciones éticas que conlleva el dominio de la ingeniería genética, dentro del contexto del drama clásico griego y sus nociones del hibris.

El mundo de "Blade Runner" representa un futuro cuya distancia ficticia de la actual realidad se ha reducido, puesto que la acción tiene lugar en el año 2019. La obra penetra en las implicaciones futuras de la tecnología en el ambiente y la sociedad, acercándose al pasado con el uso de la literatura, el simbolismo religioso, los temas dramáticos clásicos y el cine negro. Esta tensión entre pasado, presente y futuro es evidente en el futuro adaptado de "Blade Runner", donde la alta tecnología resplandece en determinados lugares, mientras que el resto es decadente y viejo.

En el filme se puede percibir un alto nivel de paranoia en: la manifestación visual del poder de las transnacionales, la policía omnipresente, las luces de las sondas; y en el poder sobre el individuo, representando particularmente por la programación genética de los replicantes. El control sobre el ambiente es observado a gran escala, pero también cuando los animales son creados como meros artículos. Este contexto opresivo clarifica porqué muchas personas se van a las colonias exteriores, un paralelismo con la migración al continente americano. Las predicciones populares de los años 80, donde Estados Unidos es sobrepasado económicamente por Japón, se reflejan en el dominio de la cultura y publicidad japonesa en la ciudad de Los Ángeles de 2019. También la película hace un uso intensivo de los ojos y las imágenes manipuladas, como llamadas de atención sobre la realidad y la capacidad de percibirla.

Todo esto proporciona una atmósfera de incertidumbre para el tema central de "Blade Runner": examinar lo humano. Para descubrir a los replicantes, se utiliza una prueba de empatía (Test Voight-Kampff), con preguntas centradas en el tratamiento a los animales; esto funciona como indicador esencial de la "humanidad" de alguien. Los replicantes son retratados como personajes apáticos, y mientras que los humanos muestran pasiones y preocupaciones por otros, la masa de la humanidad en las calles es fría e impersonal. La película va tan lejos como para llegar a poner en duda la naturaleza de Deckard y obligar a la audiencia a reevaluar qué significa ser humano.

Hoy en día, la película es todo un referente popular en otros medios: programas televisivos como "Futurama" se han referido muchísimas veces a "Blade Runner" y otros como "Stargate SG-1" han utilizado citas de la película. En la película de acción "El Sexto Día", un psicólogo virtual repite la frase que se utilizó durante la escena de la prueba Voight-Kampff a Leon. Es también notable que las primeras escenas de "Blade Runner" presenten un primerísimo plano de un ojo humano; unas tomas similares se ven posteriormente en las películas "Días Extraños" y "Minority Report".

El oscuro estilo cyberpunk de la película y el diseño futurista han servido como patrón e inspiración para sucesivas obras cinematográficas y programas televisivos, entre los que podemos mencionar a "Batman", "RoboCop", "Johnny Mnemonic", "El Quinto elemento" y "Matrix". También ha tenido gran influencia en el anime, siendo ejemplo de ello "Ghost in the Shell" o "Cowboy Bebop". Antes de comenzar a rodar "Batman Begins", el director Christopher Nolan realizó una exhibición privada de "Blade Runner" a su equipo de filmación y les dijo: "Así es como vamos a hacer Batman".

La película fue seleccionada para su conservación en el Registro nacional de películas de Estados Unidos en 1993 y es utilizada frecuentemente en conferencias universitarias. Sus frases y banda sonora le han convertido en la película más citada del siglo XX.

El guión original de Hampton Fancher, basado libremente en la novela de Philip K. Dick, se enfocaba más en los problemas del entorno y menos en las cuestiones de humanidad y fe, que era la parte central de la novela. Cuando Ridley Scott se unió a la película, deseaba realizar cambios al guión ya escrito, y finalmente, contrató a David Peoples para realizar los cambios después de que Fancher se negase. El título de la película también cambió varias veces durante el proceso de escritura del guión. Se llamaba "Dangerous Days" (Días peligrosos) en la última prueba de Fancher, pero se renombró "Blade Runner", título prestado (con permiso) de una novela de ciencia ficción de William S. Burroughs.

Como resultado de las diferencias del guión de Fancher con la novela, las numerosas reescrituras antes y durante el rodaje y que Ridley Scott no había leído completamente la obra de Dick, la película se apartaba perceptiblemente de su inspiración original. Los cambios han impulsado a muchos críticos y seguidores a considerar ambos como trabajos independientes; a pesar del hecho que la novela fuera reimpresa con el título de "Blade Runner" para ayudar a aumentar las ganancias.

Algunos de los temas en la novela se han reducido al mínimo o han sido eliminados completamente, incluyendo la fertilidad/esterilidad de la población, la religión, los medios de comunicación, la incertidumbre sobre si Deckard es humano, las mascotas reales y sintéticas, y las emociones.

Los productores de la película acordaron una proyección de algunos fragmentos rodados para Philip K. Dick poco antes de su muerte, a principios de 1982. A pesar del hecho de que la película difería significativamente de su libro y el bien conocido escepticismo de Dick sobre Hollywood, éste se entusiasmó bastante con la película. Dick predijo que: "["Blade Runner"] cambiará la manera de ver las películas".

Dicho lo cual...


Te gustará si te gusta... Lo suyo sería decir que "Blade Runner", aunque tal vez fuese más acertado decir "¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas?", por eso de que en la novela están presentes muchos temas, incluyendo cuestiones de sentimiento, que en la película se pasan por alto.

Sin embargo, elijo a Philip K. Dick como referencia. Lo cual, por otra parte, no deja de ser hasta cierto punto curioso, puesto que estoy lejos de ser gran conocedora de su obra; de hecho, creo que es más que posible que el título anteriormente mencionado (el que inspira tanto la mítica película como esta novela de Rosa Montero) sea lo único del escritor que me he leído. En todo caso, es lo único que recuerdo, así a bote pronto, como se suele decir...

Así pues, precisamos: te gustará si te gusta el imaginario y los mundos futuristas de Dick, tal y como se pueden ver en películas como "Blade Runner" (por supuesto), pero también en otros conocidos títulos como las magníficas "Desafío Total" y "Minority Report" o incluso en "Paycheck" (aunque admito que ésta no la he visto). El manejo de la información, la manipulación de la memoria, la corrupción política, e incluso las omnipresentes dosis de acción en todas ellas remiten, sin la menor sombra de duda, a la historia de Bruna Husky en este "Lágrimas en la Lluvia"; y es que, ya hablemos de las películas o de la novela de Montero, desde luego nos encontramos ante tramas que invitan a la reflexión tanto como divierten y que, en cualquier caso, tienen esa cualidad indefinible que las mantiene en la mente y el subconsciente del lector mucho tiempo después de su visionado o lectura, y ello sin duda por méritos propios más que sobrados.


Mis momentos favoritos

* Amanecer con un bicho. (Pág. 133).

* El tragón. (Pág. 172).

* Lágrimas compartidas. (Pág. 312).


Futuro o presente: verdades inmutables.

* "Yo no soy mi memoria. Que además sé que es falsa. Yo soy mis actos y mis días." (Pág. 91).

* "Comer junto a alguien cuando se tiene hambre predispone a la complicidad y la convivencia." (Pág. 141).

* "El miedo provoca hambre de autoritarismo en las personas." (Pág. 210).

* "Nuestra pena también es lo que somos." (Pág. 356).

* "La belleza es la única eternidad posible." (Pág. 464).


Ciencia ficción en español (y en España)

A pesar de que durante un tiempo fui lectora compulsiva de ciencia ficción (y que conste que no he dejado de serlo: simplemente ahora soy mucho más heterogénea en mis lecturas... a lo mejor porque ya no hay mucho donde elegir dentro del género en la biblioteca), lo cierto es que estoy muy, muy lejos de ser una experta en la materia. Al fin y al cabo, yo soy lectora por diversion, no por erudición (por mucho que algo quede siempre) y no me considero en posición de realizar profundas y sesudas reflexiones sobre la evolución o representatividad de un género o el estado del mismo dentro del contexto de la panorámica literaria actual (pues para realizar análisis oportunos no es suficiente con recurrir a la palabrería, como acabo de hacer).

Así pues, hablo como lectora, con mis puntos de vista personales y subjetivos, y no como ninguna clase de experta cuando digo que, en términos generales y a pesar de lo anteriormente expuesto, no soy especialmente aficionada a la ciencia ficción escrita por autores patrios. Por supuesto, hay grandes nombres que me vienen rápidamente a la mente cuando hablamos de tal tipo de literatura en nuestro país: Juan Miguel Aguilera, Rodolfo Martínez, Rafael Marín, Domingo Santos... y de casi todos he leído algo, aunque en algunos casos no se tratara más que de algún relato o novela corta, de ésas que los volúmenes recopilatorios de los Premios UPC, publicados por la línea editorial Nova de Ediciones B, ofrecen de forma tan atractiva a cualquier lector interesado, convirtiéndose así en el vehículo principal para dar a conocer a nuevos talentos y autores acaso no excesivamente conocidos, pues no por nada el género ha sido durante mucho tiempo, y en cierta forma, algo marginal en términos literarios.

Hay, no obstante, otros nombres a los que sí soy un poquito más aficionada, como puedan ser el caso de Javier Negrete o Elia Barceló, aunque tal vez yo misma me contradigo, puesto que si por algo destacan precisamente estos dos autores, en oposición quizá a algunos de los anteriores, es por su carácter polifacético como creadores, pues lo mismo se atreven con la fantasía que con lo sobrenatural, con lo histórico que con la narrativa contemporánea con tintes negros. Pero, ya puestos, será cosa de destacar algún título de CF de ambos...

* "La Mirada de las Furias" es la primera novela larga de Javier Negrete, publicada en 1997 y ganadora del premio Ignotus (el equivalente al conocido y prestigioso Hugo estadounidense) de ese año; premio que, por cierto, ya había ganado alguna vez el madrileño con sus relatos... del mismo modo que ha ganado el UPC o el Minotauro. "La Mirada de las Furias" es, a primera vista, una curiosa "novela de aventuras con personajes". Trata de las entretenidas peripecias de Éremos, una especie de James Bond espacial dotado del privilegio de la duda. Éremos, cuyo nombre significa en griego algo así como "desierto solitario", es un clon todopoderoso al servicio de una gran corporación, y la novela narra sus múltiples aventuras y desventuras en el desempeño de su misión. Esta trama que parece tan simple, no lo es en absoluto en manos de Javier Negrete, el más dotado estilista de la moderna ciencia ficción española y uno de sus más firmes representantes. La referencia del título a las míticas Furias incorpora, en una novela escrita por un profesor de griego, una implícita reflexión sobre la culpa. Por otra parte, el comentario sobre un texto de Tucídices en el primer capítulo del libro alude a la responsabilidad en el uso del poder. Dos aspectos que tal vez conviertan en atrevida frivolidad la anterior referencia a James Bond. En cualquier caso, esta novela demuestra que es posible proporcionar motivos de reflexión al tiempo que entretenimiento... lo que, a mí modo de ver, es una de las principales características de la buena ciencia ficción.

* También Elia Barceló ganó un premio Ignotus en 1991, por su cuento "La Estrella". Sin embargo, yo elijo hoy mencionar una de sus primeras novelas de ciencia ficción o, en todo caso y si la memoria no me falla, la primera que yo leí de esta gran autora: "Sagrada". En realidad, lo que se nos presenta (de nuevo en Nova) bajo tal título no es sino una recopilación de relatos de la autora, siendo esa "Sagrada" que da nombre al libro una buena muestra de uno de los más interesantes temas en la obra de Elia Barceló: la contraposición entre magia y ciencia, entre leyenda y tecnología. En "Sagrada", Nawami Fang Tai, la implacable y sofisticada asesina profesional al servicio de la Liga Intergaláctica, tiene por misión matar a la Intocable, la Madre Sagrada, el oráculo que responde a las preguntas secretas de los habitantes de un lejano planeta periférico. En su viaje hasta la Piedra de las Ofrendas, Fang Tai conocerá las leyes, costumbres y leyendas de las kenddhai por boca de su guía, el joven arquero Arven; se enfrentará a los poderes telepáticos de las mentes hillai y se encontrará con la joven Faissa que ha sentido en su mente la llamada de la anciana Intocable y acude para sustituirla.

* Afortunadamente, no sólo de viejas glorias y autores consolidados vive el género en nuestro país, y de ello, de dar a conocer nuevos valores, se encarga cumplidamente en más de una ocasión el popular Premio Minotauro de Ciencia Ficción. Premio que este año 2011 ha recaído en la novela "Ciudad sin Estrellas", de Montse de Paz (que, por cierto, aún la tengo en mi lista de lecturas pendientes, aunque reconozco que no es de mis prioritarias).

Ziénaga es un paraíso de cemento y neón, bajo un cielo invariablemente gris durante el día y anaranjado por la noche. Pero en los foros de los cazadores de antigüedades se habla de otro mundo fuera de los muros de la ciudad. Un mundo muy diferente al de las versiones oficiales, según las cuales un desierto inhóspito rodea las escasas zonas habitables del planeta. Sin embargo, las autoridades estatales se apresuran a sofocar estos rumores y los llamados "misticoides" son considerados rebeldes y castigados por el sistema. Un atardecer, a la hora entreluz, mientras se dirige con sus amigos al burdel de lujo más afamado de la metrópoli, Perseo Stone tomará una decisión. Y les confesará un plan insólito que hará tambalear su mundo. Montse de Paz, en la mejor tradición de la novela clásica de ciencia ficción, nos ofrece un relato sobre la pérdida de la inocencia y la búsqueda de la libertad.

* Premio Minotauro de Ciencia Ficción en 2010 fue, precisamente, "Crónicas del Multiverso" de Víctor Santos: una novela que se promociona como un regreso al auténtico espíritu de la ciencia ficción (sí, otra que tengo pendiente), en la que se combinan esos dos elementos que tan grandes resultados han dado en el género, la creación de mundos fantásticos, más allá de la imaginación, y de personajes cercanos, enfrentados a dilemas morales o a sentimientos universales con los que es imposible no identificarse.

La Variedad: una isla de soles rodeada por un inmenso vacío cósmico. Las quince especies inteligentes que habitan en ella están atrapadas, sin posibilidad de escapar aunque siguen tratando de desarrollar sus civilizaciones. Lina Kolbrand es una corsaria estelar, capitana de la nave Eurídice. En un audaz golpe de mano, roba una valiosísima mercancía a los urtianos, misteriosos seres inteligentes que funcionan como un ente colectivo y que son la especie más desarrollada de la Variedad. La desmesurada reacción de los urtianos parece anunciar una guerra total contra las restantes especies inteligentes. Pero los urtianos tienen un objetivo muy distinto. Antes que nadie, han comprendido que el universo que habitan está muriendo. Los soles se apagan y los límites de la Variedad se colapsan. Todo el cosmos parece desintegrarse. ¿Podrán los habitantes de la Variedad escapar a su prisión, al universo burbuja que los alberga? ¿Podrán salvar su cultura y sus logros intelectuales? ¿Y qué hay más allá de los límites de ese universo?


Otras obras de la autora

Hablando de escritoras prolíficas, aquí tenemos a Rosa Montero, tan activa en lo profesional (como periodista, se entiende) como en lo literario (como escritora, también una profesión, al fin y al cabo). Polifacética también, y en grado sumo: literatura juvenil y cuentos infantiles, relatos, ensayos, novela histórica, toques fantásticos o negros, historias de iniciación y hasta ciencia ficción. Y, ¡qué cosas!, todo lo hace bien esta mujer.

Así que daría para mucho eso de hablar de su obra; pero como yo prefiero hablar de aquello que conozco, por leído, antes que de lo que simplemente suena, por oído, lo suyo es hacer mención de esos dos o tres títulos de Rosa que me había llevado a los ojos antes de este "Lágrimas en la Lluvia"... que, todo sea dicho, me ha dejado con ciertas ganas de echarle mano a otras de sus novelas, como "Historia del Rey Transparente".

* "Temblor" es, sin la menor duda, lo primero que leí de esta autora, allá por mis trece años... ¡Cómo pasa el tiempo! Así pues, a nadie sorprendería, imagino, que dijese que, a estas alturas, ya no recuerdo demasiado sobre la historia o el argumento; pero, por extraño que parezca, tal cosa no sería del todo cierta, pues recuerdo muchas cosas de esta extraordinaria novela juvenil, a medio camino entre la ciencia ficción y la fantasía; incluyendo las maravillosas sensaciones asociadas a una historia especialmente impactante a esa edad por su carnalidad y feminismo. Agua Fría tiene doce años cuando es obligada a comenzar su aprendizaje para ser sacerdotisa del culto del Cristal. En un mundo desolado y en plena decadencia, deberá vivir su propia iniciación a la madurez, seguir su frágil intuición y transgredir la ley para iniciar un viaje desesperado en busca de su destino, que no es otro que sanar su mundo. Cada vez que alguien muere, sus recuerdos desaparecen con él y, con ellos, la realidad que alguna vez los sustentó. El mundo se desvanece en jirones de niebla, está cambiando, a pesar de lo que sostienen los poderosos sacerdotes del culto del Cristal. De enigma en enigma y de éste a un nuevo reto mortal, Agua Fría deberá conocer el origen de su civilización, para evitar que se extinga.

* Y, bueno, lo cierto es que la memoria sí que me falla para otras cosas, pues aunque hay tres títulos más de Rosa Montero que tengo el vago recuerdo de haber leído, lo cierto es que no estoy segura al respecto, así que elegiré uno de los tres, probablemente de los más conocidos y alabados por la crítica de la autora: "La Hija del Caníbal", Premio Primavera de Novela de 1997; una novela con aires de misterio, pero en la que también se plantean otros temas más metafísicos, por llamarlos de alguna forma, tales como el sentido de la propia existencia. Ramón y Lucía son una pareja que ya llevan diez años juntos, aunque como suele ocurrir en la mayoría de las relaciones de pareja cuando la monotonía y la costumbre se asienta en el día a día, están unidos más por la costumbre en sí que por el amor. Para tratar de llevar a buen puerto su relación, y que ésta no naufrague en el mar de la desilusión y de la desesperanza, deciden pasar el Fin de Año en Viena, lugar mágico donde los haya. Pero en el aeropuerto, justamente antes de que salga el vuelo, Ramón desaparece sin dejar rastro y de manera, al menos por momentos, totalmente inexplicable. Tras denunciar el caso a la policía, Lucía emprende por su cuenta la búsqueda, acompañada a su vez por Fortuna, un viejo anarquista de ochenta años, pistolero con Durruti y antiguo torero, y con Adrián, un turbador muchacho de apenas veintiún años.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

"Al levantarse, Bruna advirtió que había algo en el suelo, junto al banco. Lo movió con la punta del pie: se trataba de un letrero tridimensional sucio y desgarrado. «¡Arrepiéntete!-3 de febrero-Fin del Mundo», parpadeaban las letras, casi sin energía. Era una pancarta de los apocalípticos.

- Hoy es 3, ¿no?

- Sí.

Bruna miró alrededor. La espléndida mañana, el jardín tranquilo.

- Pues parece que tampoco hoy se acaba el mundo -dijo la rep.

- Se diría que no.

- Bueno. Es un alivio."
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Proximamente: "El Don (Los Libros de Pellinor 1), de Alison Croggon.

viernes, 17 de junio de 2011

2011-57: "Fugitivo" de Christopher Reich

Reich y el Reich


Título: "Fugitivo"

Título original: "The Runner"

Autor: Christopher Reich.

Editorial: La Factoría de Ideas.

Año: 2000 (2011 de la edición en español).

Páginas: 413.

Género: Thriller histórico (Alemania, 1945).


Frase promocional: "En tiempos de guerra, ¿son lícitas las malas acciones si con ellas se evita un daño mayor?"


Sinopsis:

"El misterio y el suspense marcan la pauta literaria del prolífico autor norteamericano Christopher Reich." -Diario de Ferrol.

"Una maravillosa novela de conspiración, traición en intriga política." -Nelson DeMille.

Julio de 1945. El fiscal federal de los Estados Unidos Devlin Judge llega a Alemania para formar parte del tribunal internacional que va a juzgar a los criminales de guerra nazis. Pero Judge tiene su propio objetivo: encontrar a Erich Siegfried Seyss, el hombre responsable de la muerte de su hermano. Seyss, antiguo oficial de las SS y velocista olímpico, acaba de huir de un campo de prisioneros de guerra dejando un rastro de cadáveres a su paso. A medida que avanza la persecución, Judge se da cuenta de que Erich Seyss no actúa por su cuenta. Es un hombre embarcado en una carrera para cumplir un último e inolvidable servicio a la patria. Y sigue las órdenes de la última persona de la que habría sospechado nadie.

Christopher Reich regresa al mundo del thriller internacional con una novela enérgica y muy bien documentada que transcurre ante el agitado telón de fondo de Alemania tras la segunda guerra mundial.


Puntuación: 3/5

Ya lo he dicho alguna vez antes, y seguramente más de una: el estado anímico influye en la percepción e impresión que una historia, tanto visual como literaria, produce en el lector/espectador... por lo menos, en mi caso. Si el humor o el estado de ánimo no acompañan, muy buena ha de ser la historia para que enganche del modo adecuado; o, al menos, para que sea capaz de mantener el interés, y el impulso a la lectura nazca del deseo de saber más antes que del de terminar con la novela en cuestión y pasar a otra cosa, mariposa. Y, todo sea dicho, con "Fugitivo" creo que la segunda opción ha sido la clara vencedora. Claro que tampoco esta teoría se puede aplicar a rajatabla, ni todo es cuestión de momentos personales, pues vaya por delante la constatación de un hecho: apenas cincuenta páginas de mi siguiente lectura han sido suficientes para echar la tesis por tierra, pues si la historia es buena o la narración lo suficientemente amena, el interés sin duda renace.

Tengo otra teoría que acaso sea aplicable en este caso (sí, vale: tengo muchas teorías): ésa que tiene que ver con lo que yo llamo el "síndrome de la lectura previa" y que, en realidad, funciona en dos sentidos, aunque cuando más deja sentir sus efectos es en esas ocasiones en las que el libro que has leído anteriormente te ha dejado muy buen sabor de boca y ha satisfecho tus expectativas y necesidades como lector... que, por cierto, no todos tenemos tampoco las mismas. Y es que, cuando colocas el listón muy alto, lo lógico es que cualquier cosa que no alcance tal altura te decepcione; del mismo modo que, a la inversa, cuando una historia te ha parecido mediocre o previsible, cualquier atisbo de originalidad o estilo es suficiente para mejorar tu humor como lector. Aunque también es posible que la cosa sea más sencilla que todo eso, y que lo que sucede es que el cuerpo me pide fantasía; o aventuras... por más que a "Fugitivo" la acción no le falte, eso está más que claro.

Ya que estamos en plan reflexivo y teórico, hay va aún otra posible hipótesis, en forma de pregunta lanzada al aire: ¿influye la edición en el mayor (o menor) disfrute de una historia? Sí, vale, se me ve venir, pues también es cosa sabida a estas alturas: "La Factoría de Ideas" no es, precisamente, mi editorial favorita. Aunque, lejos de lo que pueda pensarse, no estoy pensando en este momento en los habituales errores de corrección (o falta de la misma), tales como uso inadecuado de preposiciones e inconcordancias varias, o mal uso de la puntuación (que no, que no es lo mismo "como ya ha mencionado, el general Patton fue atleta olímpico", aunque es verdad que lo fue, que "como ya ha mencionado el general Patton, fue atleta olímpico", pues en realidad no hablan del general, sino de Seyss); más bien pienso en estos momentos en las tendencias acondroplásicas de la editorial en lo que a tipos (de letra) se refiere, que, si acaso, contribuyen a que la lectura se haga un poquito cuesta arriba cuando la historia no termina de acompañar... o el ánimo... ¡o lo que sea!

¡En fin! Muchas vueltas para decir que, aunque es posible que "Fugitivo" sea merecedora de una puntuación un poquito más elevada (de hecho, pensé en calificarla con un 3,5), existen motivos personales para que considere que un 3 es más que suficiente, pues tengo claro que no es ésta una historia que vaya a permanecer demasiado tiempo en mi memoria, problemas de alzheimer por saturación aparte. Pero ello no quiere decir, ni mucho menos, que la novela de Reich sea mala; al contrario, creo que está por encima de la media dentro de su género, pues combina a la perfección la acción del thriller con la cuidada ambientación de lo histórico, ofreciendo un fresco tan vívido como ilustrativo de una época, un país y una forma de vida.

Una vez más, viajamos a Alemania; la fecha es julio de 1945, momento en que el país se encuentra completamente sumido en el caos posterior a la Segunda Guerra Mundial, y su territorio se divide en sectores o áreas de influencia en función de la nacionalidad de los vencedores que ocupan su suelo y gestionan y administran sus recursos tras la derrota: los heróicos americanos, los flemáticos británicos, los reivindicados franceses (a los que los británicos cedieron parte de su territorio, por darles la satisfacción) y los ávidos soviéticos, siempre proclives a despertar todo tipo de suspicacias entre sus supuestos aliados. ¿Y qué hay de los alemanes? Colaboradores o colaboracionistas, criminales de guerra o sospechosos de serlo, simples soldados arrastrados por los acontecimientos o meros supervivientes... de todo hay en esta novela, en la que, efectivamente, la ambientación es uno de sus mayores logros.

Sin embargo, desde mi punto de vista la dicotomía de personajes es excesivamente tópica, y acaso por eso la historia suena hasta cierto punto a cosa ya vista o leida, como suelo decir en estos casos; incluso a pesar de que es evidente el esfuerzo de Reich por esbozar un perfil psicológico de sus protagonistas y darles, en consecuencia, mayor profundidad (sólo lo consigue a medias, a mi entender) y de la evidente complejidad y solidez de la trama, que combina a la perfección las referencias históricas con el ficticio elemento conspiratorio y político.

Una trama que, como creo haber mencionado ya, está repleta de acción, servida ésta por la interminable persecucion del 'León Blanco', Erich Seyss, por parte de nuestro héroe americano, el ex-policía convertido en abogado de la fiscalía, reconvertido a su vez en mayor del ejército americano, Judge. El típico juego del gato y el ratón, en el que no siempre está claro quién es quién y en el que, acaso para dar un toque romántico a la historia, no se duda en introducir la típica figura femenina que lo mismo puede complicar que facilitar las cosas; por más que todos sepamos que tal recurso no siempre es necesario para dotar de interés a una historia de este tipo, pues lo cierto es que mi opinión hacia Ingrid Bach no acaba de estar del todo definida, especialmente en lo que se refiere a su relevancia en el argumento. Por una parte, constituye un buen recurso para mostrar las formas de vida y la penuria propia de la Alemania de los vencidos, así como nueva fuente de antagonismo entre los dos grandes protagonistas de la historia, aunque en ese aspecto tal vez el personaje está un tanto desaprovechado; por otro, el final de la historia resulta totalmente previsible y resta algún punto al conjunto... Aunque al menos el epílogo adopta un tono inesperado que, ciertamente, se agradece.

¿Alguien se ha dado cuenta de lo mucho que repito las palabras tópico y típico? Supongo que, en última instancia, ese es mi problema fundamental con esta historia: el mismo perro, distinto collar... y una narración que en ocasiones se me ha antojado un poquito demasiado densa en lo narrativo, sino ya en lo argumental, aunque tampoco es que el hilo de la trama sea demasido difícil de seguir y desenmarañar.

Recapitulando: una buena propuesta para los amantes del thriller histórico y las teorías de la conspiración, especialmente para los que sientan cierta inclinación por los aspectos bélicos de la Historia y los efectos de una contienda tan destacada como la Segunda Guerra Mundial; una buena dosis de acción con personajes bastante previsibles... o, simplemente, un título más para la estantería, que ciertamente hubiera merecido más atención por mi parte si se hubiese centrado un poquito más en los aspectos sociales y en los personajes pequeños.


Figuras históricas: las menos conocidas.

Si bien no se le puede negar a Reich el esfuerzo investigador en lo que a referencias históricas se refiere, estando su "Fugitivo" trufado de menciones a personalidades históricas quizá no demasiado conocidas, pero ciertamente relevantes, así como a organizaciones y operaciones bélicas de toda índole, lo cierto es que uno no se puede fiar nunca del todo de estos escritores de ficción, demasiado proclives a dar forma a la Historia (con mayúscula) según su propia conveniencia.

Por lo mismo, no siempre resulta fácil distinguir entre lo que es realidad y lo que no lo es. ¿El Regimiento Brandemburgo, Canaris o la 'Operación Valkiria'? Verdad. ¿El propio Seyss y su leyenda como olímpico? Mentira, aunque sí que existió un atleta alemán de cierto renombre en aquellos míticos Juegos Olímpicos de 1936 que, en contra de lo que dice la leyenda popular, no fueron un momento de humillación para el régimen nazi porque algunos atletas negros consiguieron un gran número de medallas; y no fue así, en realidad, porque el país anfitrión logró recoger más medallas que los demás países y Hitler se mostró complacido con el resultado. Es más, el atleta alemán en cuestión, Luz Long, ganó una plata en salto de longitud, aunque es más recordado por haber aconsejado a su rival Jesse Owens, que acabaría logrando la medalla de oro gracias a su ayuda. En recompensa por su espíritu deportivo, se le concedió la medalla Pierre de Coubertin a título póstumo, pues murió en 1943, días después de luchar en la invasión aliada de Sicilia para el ejército nazi, en un hospital militar controlado por las fuerzas británicas.

- ¿Klaus Barbie, 'el Carnicero de Lyon'? Real como la vida misma. ¿El general Von Luck? Una auténcia mezcolanza, pues aunque existió un Coronel de gran renombre con tal patronímico, si bien el nombre de pila era Hans, y no Oliver, lo cierto es que la figura histórica ni fue el creador del Regimiento Brandemburgo, ni entrenador olímpico, ni me consta que en sus últimos tiempos fuese un claro opositor a Hitler, aunque no por ello deja de ser un elemento de lo más curioso e interesante, especialmente conocido por sus acciones en África al servicio de Rommell, 'el Zorro del Desierto'.

Allí, sus labores eran de reconocimiento y esto le confería cierta capacidad de maniobra e independencia. Von Luck llegó a un acuerdo con su homólogo británico, de tal forma que todos los días a las cinco de la tarde los combates cesaban. Un cuarto de hora después de esta hora, el comandante británico y el alemán hablaban por radio y hacían comentarios como: “Hoy hemos capturado al soldado XXX y está bien”. En una ocasión, von Luck se enteró que los británicos habían recibido un suministro de cigarrillos importante, que les daría para todo un mes de vicio. El alemán ofreció cambiar a un oficial capturado por un millón de cigarros. Los británicos dijeron que esa cifra era muy alta y que el cambio se haría por seiscientos mil cigarros. Von Luck aceptó esta oferta y el “preso intercambiado” protestó enérgicamente, porque consideraba que el rescate era “poca cosa”. De hecho, protestó y se negó en principio a ser cambiado. Por cierto, y para añadir más detalles curiosos a todo esto, resultó que el preso era el heredero del imperio Players, una compañía tabaquera inglesa que actualmente forma parte de Imperial Tobacco Group. Una noche comunicaron a von Luck que se había capturado un camión británico con comida. Esta acción había tenido lugar más allá de las cinco de la tarde. Von Luck se las apañó para hacer llegar a los británicos, de forma más o menos disimulada, dos camiones con provisiones. ¿Quién dijo que entre los nazis no había hombres de honor?

- Robert 'Justicia' Jackson, Fiscal General y Juez Asociado de la Corte Suprema de los Estados Unidos fue, en efecto, Fiscal Jefe durante el juicio principal dentro de los Procesos de Núremberg. Fue enviado por Roosevelt como representante de los Estados Unidos a la reunión entre las potencias aliadas que dio nacimiento a la Carta de Londres de 1945, hecha pública el 9 de agosto de aquel año, por la cual se instituía un Tribunal Penal Militar Internacional con el fin de castigar los crímenes del nazismo; tribunal del que forma parte nuestro gran protagonista en busca de venganza, Judge, al inicio de "Fugitivo", antes de renunciar a Göring y su papel en la Historia por Seyss y la satisfacción de esa venganza fraterna.

En efecto, Robert Jackson trabajó con gran vigor con el fin de demostrar y hacer castigar a la maquinaria de destrucción y muerte creada bajo el gobierno de Hitler, destacando entre sus acusados Hermann Göring, quien contendió intelectualmente contra sus argumentos en la fase inicial del proceso debilitando notablemente los razonamientos en su contra e hizo que Jackson (quien estuvo a punto de declararse incompetente) se replanteara en la forma de exponer las evidencias consolidando su posición. Su nueva forma de exponer argumentos y su inciativa de presentar testigos supervivientes de los campos de concentración, lo hizo famoso. Favoreció en cierto modo a Albert Speer (arquitecto predilecto y ministro de armamentos y guerra de Hitler, que no delató a los conspiradores de 'Valkiria' a pesar de conocer sus planes, puesto que se dice que éstos contactaron con él para ofrecerle un puesto en el nuevo gobierno), pese a que las pruebas acumuladas en su contra lo hacía candidato a la pena de muerte. Las innegables pruebas de los inconmensurables crímenes del fascismo quedaron de manifiesto en las sentencias dictada por el Tribunal.

Pese a su gran trabajo, no prosiguió su labor con posterioridad al gran jucio en las causas menos públicas, puesto que el presidente Roosevelt le había prometido off the record nominarlo como presidente de la Corte Suprema. Ante la muerte del presidente, su sucesor Harry S. Truman no lo favoreció en su decisión y nominó en su lugar a Fred M. Vison. Con posterioridad a esto, se embarcó en una muy publicitada y amarga polémica con su contrincante a la corte Hugo Black. Murió a los 62 años en Washington.


Figuras históricas más conocidas: Patton.

Sin duda una de las figuras más destacadas en toda la historia bélica de los Estados Unidos, protagonista incluso de míticas películas, resulta chocante pensar que la imagen que Christopher Reich ofrece del gran hombre pueda tener más de real de lo que uno se imagina, pues a menudo las referencias a la figura histórica se centran más en los grandes logros que en la controversia, en la fuerte personalidad del general antes que en las curiosas formas que ésta podía llegar a adoptar. Y es que, pese a que muchos han visto a Patton como a un guerrero puro y feroz, lo que le ganó el sobrenombre de general "Sangre y Agallas", la Historia nos ha dejado la imagen de un brillante pero solitario líder militar salpicado por insubordinaciones, transgresiones y periodos de cierta inestabilidad emocional.

Patton descendía de una larga tradición de militares que lucharon y a menudo murieron en muchos conflictos, incluyendo la Guerra de la Independencia y, en particular, el bando confederado de la Guerra Civil de los Estados Unidos. Era un niño inteligente, que estudiaba con gran intensidad literatura clásica e historia militar, pero al parecer sufría de un caso no diagnosticado de dislexia, cuyas consecuencias le persiguieron durante toda su escolarización. Tardó mucho en aprender a leer, y nunca aprendió a deletrear correctamente. A causa de estas dificultades, tardó cinco años en licenciarse en West Point, aunque consiguió convertirse en adjunto del Cuerpo de Cadetes. Durante su estancia allí, Patton renovó su trato con su amiga de la infancia Beatrice Ayer, hija de un próspero industrial textil, con la que se casaría poco después de graduarse.

Tras la graduación, Patton participó, en efecto, en las Olimpiadas de Estocolmo de 1912, representando a los Estados Unidos en el primer pentatlón moderno. Finalizó el evento en quinto puesto; iba líder hasta la competición de tiro, en la que pareció fallar su segundo disparo. Patton afirmó que la segunda bala había pasado por el agujero hecho por la primera.

En su dilatada carrera, que duró 36 años, y por lo mismo mejor no entrar en detalles, fue de los primeros en abogar por los carros blindados, comandando importantes unidades de ellos en el norte de África, en la invasión de Sicilia y en el escenario de operaciones europeas. Fue uno de los generales más temidos por los alemanes en la Segunda Guerra Mundial.

Siempre controvertido por sus declaraciones (el hombre no tenía pelos en la lengua), tras la victoria en Europa, Patton se sintió decepcionado ante la negativa del ejército de darle otro mando de combate en el Pacífico. Descontento con su papel como gobernador militar de Baviera y deprimido por su convicción de que nunca volvería a participar en una guerra, su comportamiento se volvió cada vez más errático. De hecho, Carlo D'Este, en "Patton: Un Genio para la Guerra", afirma que “parece prácticamente inevitable… que Patton experimentara algún tipo de daño cerebral tras tantas heridas en la cabeza” por una vida llena de accidentes relacionados con caballos o vehículos, especialmente uno sufrido jugando al polo en 1936.

Sea cual fuera la causa, Patton volvió a encontrarse con problemas frente a sus superiores y a la población estadounidense cuando, hablando a un grupo de reporteros, comparó a los nazis con los perdedores de las elecciones estadounidenses. Fue relevado pronto del mando del III Ejército y transferido al XV Ejército, una unidad de oficina que preparaba una historia de la guerra.

Triste y planteándose abandonar el ejército, el general Patton asumió el mando del XV Ejército en octubre de 1945. Pero, poco después, el 9 de diciembre de 1945, y tal y como se recoge en "Fugitivo" (bueno, más o menos), sufrió gravísimas lesiones en un accidente de coche. Falleció el 21 de diciembre, siendo enterrado con honores en el cementerio de guerra estadounidense de Hamm, en Luxemburgo.

De fuerte personalidad, endurecida ésta sin duda por el rigor castrense, Patton era carismático, arriesgado, voluntarioso y valiente; su mayor enemigo fue su volatilidad y falta de tacto en las relaciones interpersonales. Igual que muchos otros miembros de su familia, a menudo afirmaba haber tenido visiones vívidas de sus ancestros. Creía firmemente en la reencarnación, y muchas pruebas anecdóticas indican que creía ser la reencarnación del general cartaginés Aníbal, de un legionario romano, de un comandante de campo de Napoleón y otras figuras militares históricas.

Durante la guerra Patton trataba de infundir en sus soldados el respeto de su figura por el temor y buscaba que le idolatraran de forma permanente. Odiaba al soldado cobarde y se mostraba muy complaciente con aquellos que se destacaban en acción. Además, odiaba las bromas y carecía del sentido del humor que destacaba a Eisenhower, por lo que cuando se arriesgaba a decir algo en tono jocoso o irónico, el efecto que conseguía era de antipatía. Patton exhibió en ciertas ocasiones rasgos racistas al desestimar la capacidad de combate de los soldados afroamericanos que tuvo bajo su mando, aunque estos demostraron en varias ocasiones su valía en combate.

Mientras visitaba hospitales en Italia y alababa a los soldados heridos, abofeteó y humilló verbalmente a los soldados Paul G. Bennet y Charles H. Kuhl, convencido de que estaban exhibiendo un comportamiento cobarde. Los soldados padecían diferentes formas de fatiga de combate, y no tenían heridas visibles (aunque posteriormente se descubrió que uno de ellos sufría de disentería). A causa de esta acción, Patton fue alejado de la opinión pública durante algún tiempo y se le ordenó secretamente que se disculpara ante los soldados. Irónicamente, muchos psiquiatras modernos que han examinado estos incidentes aseguran que el mismo Patton podría haber sufrido de fatiga de combate. No obstante, los soldados, a pesar de que lo detestaban por la estricta aplicación de la disciplina en la pulcritud personal, preferían estar bajo su mando que bajo otro, pues lo consideraban su mejor opción de salir vivos del escenario bélico.

Algunas de sus frases más conocidas, dan una buena idea de la verdadera personalidad y dimensión de este, a pesar de todo, gran hombre:

* "El valor es aguantar el miedo un minuto más."

* "El objetivo de la guerra no es morir por tu país, sino hacer que otro bastardo muera por el suyo."

* "El miedo mata a más personas que las guerras."

* "No mido el éxito de un hombre por lo alto que llega, sino por lo alto que rebota cuando toca fondo."


Principio y fin de la historia: Malmedy y Potsdam

Más lecciones de Historia, sí; pero es que resultan inevitables teniendo en cuenta que uno de los mayores logros de esta novela es, precisamente, la ambientación histórica. Y, por más que uno crea saberlo casi todo sobre determinados momentos o episodios de la misma (aunque sea simplemente de forma nominal), siempre hay nuevos capítulos a tener en cuenta: como la Masacre de Malmedy, por supuesto, aunque quizá no tanto en el caso de la Conferencia de Potsdam, mucho más conocida por su significancia a nivel universal, más que simplemente europeo. Dos acontecimientos históricos especialmente relevantes en este "Fugitivo" de Christopher Reich, pues mientras uno es el verdadero leit motiv de Judge, el otro es, en última instancia, el auténtico hilo conductor del argumento conspirativo de esta novela.

* La masacre de Malmedy describe el crimen de guerra llevado a cabo contra prisioneros norteamericanos desarmados, que fueron ejecutados por sus captores alemanes, la Kampfgruppe Peiper (parte de la 1ª División SS Panzer), una unidad de combate alemana participante en la 'Operación Watch on the Rhine' de la Ofensiva de las Ardenas de 1944, el 17 de diciembre de ese año. Esta atrocidad, así como otras cometidas por esta unidad en el mismo día y en los que siguieron, fue juzgada durante los Procesos de Dachau de 1946.

Dentro del marco de proyectos desarrollados por Hitler para la que sería conocida como la Batalla de las Ardenas, estaba el objetivo de abrir una brecha en las líneas aliadas. Esta misión le fue encomendada al 6º Ejército SS Panzer bajo las órdenes del General Josef Dietrich, dueño de una reputación que le definía como brutal y sin escrúpulos. Se esperaba que Dietrich penetraría por el frente aliado entre Monschau y Losheimergraben, cruzaría el río Mosa y posteriormente capturaría Amberes. La Kampfgruppe Peiper, formada por blindados y unidades motorizadas, era la punta de lanza del flanco izquierdo de este ejército. Una vez que la infantería rompió las líneas americanas, los mejores caminos fueron reservados para el grupo principal de la 1ra División Panzer SS Leibstandarte SS Adolf Hitler, mientras que a Joachim Peiper se le ordenó usar caminos secundarios, que resultaron ser inadecuados para vehículos blindados pesados como los tanques Tiger II King Tiger, unidos al Kampfgruppe.

El éxito de la operación dependía de la rápida captura de los puentes sobre el Mosa, lo que requería, a su vez, de un rápido avance por posiciones estadounidenses que habría que evitar siempre que fuese posible. Otro factor que Peiper tuvo que considerar fue la escasez de combustible, así como las órdenes dadas por Hitler sobre el modo de llevar a cabo la operación: la batalla debía realizarse con una fuerza implacable y con una brutalidad que sobrecogiese al enemigo, por lo que no habría tregua, no se harían prisioneros y no se mostraría compasión hacia los civiles belgas.

Desde el primer momento las operaciones alemanas en el frente del norte se vieron dificultadas por la tenaz resistencia de las tropas estadounidenses. Peiper había esperado ser capaz de abrir una brecha en la mañana del primer día de la ofensiva (16 de diciembre). Al amanecer del 17 de diciembre, después de movilizar al Kampfgruppen en la primera línea, sus ataques en dirección de Honsfeld tuvieron éxito y logró capturar la posición, donde luego sus tropas asesinarían a sangre fría a numerosos prisioneros de guerra estadounidenses. Después, Peiper se desvió de su ruta para tomar un pequeño almacén de gasolina en Büllingen, donde otra masacre de presos americanos sería ejecutada más tarde.

En este punto, Peiper estaba detrás de las líneas aliadas. Si hubiese avanzado de Büllingen hacia Elsenborn en el Norte podría haber atrapado dos divisiones estadounidenses completas (concretamente la y la 99ª divisiones de Infantería). Sin embargo decidió retomar su ruta asignada y capturar Ligneuville. Este movimiento era difícil debido a la naturaleza del terreno y al mal estado de los caminos. Finalmente, en la salida del pequeño pueblo de Thirimont la punta de lanza de la Wehrmacht no pudo tomar el camino directo en dirección de Ligneuville. Por esta razón Peiper se vio obligado a dar un rodeo que lo alejaba nuevamente de su ruta prevista, avanzando hacia la encrucijada de Baugnez que es equidistante entre Malmedy, Ligneuville y Waimes.

Entre el mediodía y las 13:00 pm la punta de lanza alemana se acercó a la bifurcación. Entretanto, un convoy estadounidense de alrededor de treinta vehículos, principalmente elementos del 285º Batallón de Observación de Artillería de Campaña (FAOB), cruzaba la encrucijada y se dirigia a Ligneuville con el fin de alcanzar Sankt Vith, donde se le había ordenado sumarse a la 7ª División Blindada, para reforzar la defensa de la ciudad.

La división de Peiper vio el convoy estadounidense y abrió fuego, obligando a detenerse a la columna al inmovilizar sus vehículos. Tras un corto combate, los estadounidenses, que para defenderse sólo contaban con rifles y otras armas cortas, se vieron obligados a rendirse. Tras esta escaramuza la columna alemana siguió su camino hacia Ligneuville y los presos estadounidenses fueron enviados a un campo de concentración a lo largo del camino, donde fueron sumados a otros prisioneros capturados previamente por las SS el mismo día. La mayoría de los testimonios más tarde recogidos de los supervivientes coinciden en que aproximadamente 120 hombres fueron juntados en el campo. Por motivos que todavía permanecen poco claros, los alemanes repentinamente abrieron fuego sobre sus prisioneros con ametralladoras. Algunos alemanes afirmaron más tarde que algunos presos habían intentado escaparse, otros alegaron que durante un descuido los presos se las habían ingeniado para recuperar las armas que previamente habían tenido que abandonar, y habían provocado a las tropas alemanas que seguían su camino en dirección de Ligneuville. Según ciertas fuentes, éste debería ser simplemente considerado como un incidente desafortunado debido a una secuencia de circunstancias que condujeron a los alemanes a abrir el fuego sin la intención deliberada de matar a sus presos. De los 88 cuerpos recuperados un mes más tarde, la mayoría presentaba heridas de bala en la cabeza, hecho más indicativo de una ejecución en masa que de una respuesta en defensa propia o de un intento de evitar una fuga. Al parecer no hay ningún registro de una orden dada por un oficial SS para ejecutar con un disparo a los presos. Sin embargo, algunos sobrevivientes declararon que ellos habían oído una orden dada para matar a todos los presos: ¡Macht alle kaputt!

Tan pronto como los alemanes abrieron fuego el pánico se apoderó de los estadounidenses. Aunque algunos trataron de huir, la gran mayoría murió a tiros en el mismo lugar. Algunos de los soldados escaparon e intentaron refugiarse en una cafetería localizada en el cruce de caminos. La respuesta de los soldados alemanes fue incendiar el edificio, y disparar a quienes intentaban huir de las llamas. Algunos de los prisioneros que estaban tendidos en el lugar de los ametrallamientos simplemente fingieron caer muertos cuando los disparos comenzaron. Sin embargo, las tropas de SS anduvieron entre los cuerpos para comprobar posibles señales de vida. A quienes fueron encontrados con vida les dispararon en la cabeza.

Mucho más tarde, unos supervivientes, aunque heridos o en estado de shock, salieron de sus escondrijos y retrocedieron a través de las líneas a Malmedy, ciudad defendida por tropas norteamericanas. Finalmente, 43 supervivientes lograron encontrar refugio en las líneas aliadas, algunos con la ayuda de civiles belgas. Los testimonios de los supervivientes fueron recopilados durante las horas siguientes a la masacre. Los relatos de todos los supervivientes eran similares y confirmaron cada uno el otro, aunque ellos no habían tenido la oportunidad de hablar de los acontecimientos y ponerse de acuerdo en una versión común.

Los primeros supervivientes fueron recogidos por una patrulla del 291 Batallón de Combate de Ingenieros alrededor de las 14.30 de la tarde el mismo día. El general inspector del Primer Ejército supo de los disparos tres o cuatro horas más tarde. Antes de última hora de la tarde del 17, los rumores de que el enemigo mataba a presos habían alcanzado las divisiones estadounidenses avanzada y en respuesta a la masacre, una unidad estadounidense publicó órdenes de que "Ninguna tropa SS o paracaidistas serán tomada prisionera, se les disparará directamente." Por esta orden emitida hay rumores de que las fuerzas americanas mataron a prisioneros alemanes en venganza, por ejemplo en "la masacre de Chenogne" el 1 de enero de 1945.

Debido a que la bifurcación de Baugnez fue tierra de nadie hasta la contraofensiva aliada, sólo el 14 de enero de 1945 las fuerzas estadounidenses fueron capaces de alcanzar el lugar de la masacre y realizar una investigación más minuciosa. Los cuerpos congelados, cubiertos de nieve de varias víctimas fueron fotografiados in situ y posteriormente retirados de la escena para su identificación formal y la realización de exámenes post mortem. Las autopsias fueron detalladas y rigurosas, con el objeto de emplear las pruebas reunidas como parte del procesamiento contra los culpables y revelaron que al menos veinte de los soldados asesinados habían sufrido heridas de bala mortales en la cabeza procedentes de disparos hechos desde muy corta distancia. Se trataba además de heridas hechas por armas automáticas. Otros veinte cuerpos presentaban heridas de bala de pequeño calibre en la cabeza sin rastro de quemaduras de pólvora. Otros diez tenían heridas traumáticas de aplastamiento o golpes mortales causadas por culatas de rifle. Otro hecho de importancia es que algunos cuerpos sólo presentaban una herida dentro del tímpano o detrás del oído.

En total, 72 cuerpos fueron encontrados en el campo el 14 y 15 de enero de 1945. Doce cuerpos más serían encontrados más lejos, entre el 7 de febrero y el 15 de abril de 1945. Además, la mayoría de los cuerpos fueron encontrados en una pequeña área, lo cual apunta a que las víctimas fueron reunidas antes de ser disparadas.

El tamaño de la masacre, que por lo visto es la única perpetrada a tal escala contra tropas americanas en Europa durante la Segunda Guerra Mundial, causó un gran efecto psicológico sobre los combatientes americanos, así como un considerable impacto en Estados Unidos, a pesar de que el número de víctimas era literalmente bajo comparado a otras atrocidades perpetradas por los alemanes. Esto explica por qué los supuestos culpables fueron condenados en los Procesos de Dachau.

Es lo que sería conocido a partir de entonces por el nombre "del proceso de masacre de Malmedy", y que concernió de hecho todos los crímenes de guerra atribuidos a Kampfgruppe Peiper. El más implicado en dichos crímenes era el General Sepp Dietrich, comandante de 6º Ejército Panzer SS al cual pertenecía la unidad de Peiper. Más de 70 personas fueron juzgadas por el Tribunal y éste pronunció 43 penas de muerte, ninguna de las cuales fue realizada y 22 condenas de prisión de por vida. Ocho acusados fueron condenados a penas de prisión más cortas.

Sin embargo, después del veredicto, el modo en que el tribunal había funcionado fue cuestionado, primero en Alemania (por antiguos funcionarios nazis que habían recobrado un poco de poder debido a posiciones anticomunistas conjuntas con las fuerzas de ocupación), y más tarde en los Estados Unidos (por miembros del Congreso de áreas marcadamente germanas del medio oeste). El caso fue apelado a la Corte Suprema que era incapaz de tomar una decisión. Entonces el escrutinio provino de un subcomité del Senado de los Estados Unidos. Un senador joven de Wisconsin, Joseph McCarthy (quién se haría más tarde famoso como el fundador del mccarthismo), lo usó como una oportunidad de levantar su perfil político. Por lo tanto, declaró en defensa de los condenados que el Tribunal no les había dado un proceso justo, lo que llamó la atención sobre algunas irregularidades judiciales que habían ocurrido durante los interrogatorios que preceden al proceso mismo. Sin embargo, antes de que el Senado se interesara en este caso, la mayor parte de las penas de muerte habían sido conmutadas debido a una revisión del proceso realizado por el propio Ejército estadounidense. Las otras cadenas perpetuas fueron conmutadas a los pocos años. Todos los criminales de guerra condenados fueron liberados durante los años 50, siendo Peiper el último en abandonar la prisión, en diciembre de 1956.

La liberación de estos criminales de guerra ha sido citada por críticos de los procesos de la posguerra del personal militar japonés como un ejemplo del racismo que caracterizó la diferencia en el tratamiento. Los militares japoneses que eran acusados de asesinar presos, fueron condenados y ejecutados según la ley internacional y la costumbre, mientras que pocos de los alemanes culpables lo fueron.

Como veis, hay mucha tela que cortar en este asunto, y eso que ésta es la versión abreviada, llena de más lagunas de lo que pueda parecer a simple vista, y que sin duda varía mucho en función de quién cuente la historia: americanos, británicos o los propios alemanes.

* En cuanto a la famosa Conferencia de Potsdam, fue una reunión llevada a cabo en Potsdam, Alemania (cerca de Berlín) entre el 17 de julio y el 2 de agosto de 1945. Los participantes, la Unión Soviética, Reino Unido y Estados Unidos, los más poderosos de los aliados que derrotaron a las potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial, se reunieron en el Palacio Cecilienhof. Los jefes de gobierno de estas tres naciones eran el secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética, Iósif Stalin, el primer ministro británico, Winston Churchill (posteriormente Clement Attlee, que le sucedió tras ganar las elecciones de 1945) y el presidente americano, Harry S. Truman.

Estos tres grandes hombres habían acordado decidir cómo administrarían Alemania, que se había rendido incondicionalmente nueve semanas antes, el 8 de mayo. Los objetivos de la conferencia también incluían el establecimiento de un orden de posguerra, asuntos relacionados con tratados de paz y el estudio de los efectos de la guerra. De hecho, los importantes acuerdos alcanzados en Postdam incluían, entre otros, los siguientes:

- Devolución de todos los territorios europeos anexionados por la Alemania nazi desde 1937 y separación de Austria.

- Objetivos durante la ocupación aliada de Alemania: desmilitarización, desnazificación, democratización y descuartelización.

- El acuerdo de Potsdam, que establecía la división de Alemania y Austria en cuatro zonas de ocupación (ya acordada en la conferencia de Yalta), y una división similar de Berlín y Viena.

- Persecución de los criminales de guerra nazis.

- El reasentamiento de «forma humana y ordenada» de las minorías alemanas de «Polonia, Hungría y Checoslovaquia» dentro de las nuevas fronteras establecidas para Alemania y Austria.

- Acuerdo para la reconstrucción. Los aliados estimaron sus pérdidas en 200 mil millones de dólares. Alemania fue obligada a pagar únicamente 20 mil millones en productos industriales y mano de obra. Sin embargo, la Guerra Fría evitó que se pagara esta deuda.

- Stalin inicialmente quería la ruptura de toda relación con el gobierno de Franco. Eventualmente se llegó al acuerdo que Estados Unidos, la URSS e Inglaterra se opusieron a la entrada de España en la Organización de Naciones Unidas. Esto llevaría más tarde a un mundo bipolar en la Guerra Fría, donde por primera vez el comunismo y el capitalismo se separaran de una forma física.

- Ultimátum a Japón que debía rendirse sin condiciones.


Escenas de acción

* FUBAR (fucked up beyond all recognition). (Pág. 235).

* "Sleepy Hollow". (Págs. 274-75).

* "Una bala". (Págs. 292 y ss.).


Una reflexión entre la acción

* "La historia no era más que una sucesión de agravios personales llevados a gran escala." (Pág. 28).


Te gustará si te gusta... "Valkiria" (o Valkyrie") de Bryan Singer, y con Tom Cruise en el papel protagonista del coronel Claus von Stauffenberg, un aristocrático oficial alemán que lideró el heroico intento de derrocar al régimen nazi y acabar con la guerra colocando una bomba en el bunker de Hitler en 1944. Gravemente herido en combate, el Coronel Claus von Stauffenberg vuelve de África para unirse a la resistencia alemana y ayuda a organizar la 'Operación Valkiria', el complejo plan para que un gobierno en la sombra reemplazara al de Hitler una vez que éste hubiera muerto. Pero el destino y las circunstancias conspiran para proyectar a Stauffenberg de uno de los muchos implicados en el complot a un papel central de doble filo. No sólo debe liderar el golpe y tomar el control del gobierno de su país... también debe matar al propio Hitler.

Así nos lo contaban en la película de 2008 (existen otras versiones en cine y televisión de esta historia), y así parecen apuntar todas las fuentes históricas a que ocurrió realmente, por más que algunos puntos aún no resulten del todo claros. Aunque para mí el paralelismo con "Fugitivo" no se encuentra únicamente en las similitudes generales de la temática, que tienen que ver más con antecedentes históricos y ambientación que con los hechos concretos (después de todo, la operación tuvo lugar en el 44, antes de terminar la guerra), sino con el tipo de historia que ambos ejemplos presentan e incluso con la forma de narrarla. Y es que con la película me pasó prácticamente lo mismo que con la novela: creo que el mérito está ahí en ambos casos, pero en conjunto ambas me han resultado un tanto decepcionantes, pues les falta algo que las convierta en grandes historias dignas de ser recordadas. Cuestión de impresiones, cuestión de sensaciones...

* Por otra parte, decía el San Francisco Examiner respecto a "Fugitivo": "Higgins y Ludlum, superadlo, Reich ha tomado vuestro género y lo ha convertido en arte. 'Fugitivo' es el juego del ratón y el gato escrito con una destreza fascinante."

Confieso que no sabía quien era Higgins (una no puede saberlo todo, evidentemente, que por más que sea lectora empedernida hay demasiados peces en el río literario), aunque mis consultas al amigo Google me hacen pensar que se trate de Jack Higgins, prolífico autor americano de thrillers y novelas de espionaje ambientadas normalmente en la Segunda Guerra Mundial, con grandes dosis de intriga y acción... de ahí el paralelismo, supongo, pero lo cierto es que no puedo utilizarlo realmente como referencia, puesto que nada he leido de este autor.

En cuanto a Ludlum (Robert, sin duda), lo único que conozco de su obra, y ello influida por la versión cinematográfica con Matt Damon, a qué negarlo, es "El Mito de Bourne"; pero tengo que decir que la comparación me parece más que valida, pues la sensación, en conjunto, es muy similar en ambos casos, en los que la lectura, bien cargadita de acción, entretiene... pero sin pasarse. Algo querrá decir el hecho de que no haya visto la necesidad de reincidir ni con el autor ni con el personaje; más o menos, lo que a día de hoy me planteo que pasará con Reich.

* En principio por una simple cuestión de homofonía, aunque los paralelismos van más allá del mero título, me viene a la cabeza también el famoso "El Fugitivo" de J.M. Dillard, que en realidad no es sino el pseudónimo de Jeanne Kalogridis; la novela que se inspiró en la mítica serie de televisión (más tarde película, con Harrison Ford) y que en realidad no pasa de ser una lectura amena, entretenida, pero sin mayor trascendencia. Después de todo, la serie es todo un clásico en sí misma y poco más se puede añadir...


Después de la guerra...

El poder de atracción de la guerra y sus consecuencias en términos de creación literaria (aunque no solamente de este tipo) es más que evidente, y se ha podido constatar a lo largo de la historia del cine y la literatura en repetidas ocasiones, tanto como en cualquiera de sus múltiples posibles formas. Del mismo modo, por otra parte, que pocas contiendas bélicas encierran tal capacidad de inspiración o son fuente de tanto interés como la Segunda Guerra Mundial, especialmente cuando se atiende a los aspectos que tienen más que ver con lo social, lo político o lo humano que con lo puramente bélico: después de todo, armas son armas, ya sean espadas, mosquetes, fusiles o metralletas... ¡o la bomba atómica!

Hay varios títulos relacionados con el tema que se me han venido a la cabeza, por asociación, a raíz de la lectura de este "Fugitivo" de Christopher Reich: ya sea porque en ellos tamién se introduce el elemento judicial o el de los campos de concentración (o ambos), ya sea porque por género o estilo narrativo no es difícil establecer el paralelismo.

* "La Guerra de Hart", de John Katzenbach (sí, también hay película, con Bruce Willis y Colin Farrell, aunque probablemente la novela es mejor, como suele suceder en estos casos), aúna precisamente esos dos elementos, pues en el fondo no se trata sino de una novela "de juicios" ambientada en un campo de concentración... aunque introduciendo un giro a lo "La Gran Evasión". La novela cuenta cómo William McNamara, un laureado coronel, es apresado por los alemanes y recluido en un campo de prisioneros durante la Segunda Guerra Mundial. McNamara consigue mantener viva la moral de su tropa, pese a ser permanentemente vigilado, y espera, además, una oportunidad para atacar al enemigo. Precisamente, un asesinato le dará la ocasión de poner en marcha su arriesgado plan, con la ayuda de Tommy Hart.

Hart es un joven teniente veterano con miedo a los espacios cerrados, al que le faltan unas pocas asignaturas para acabar la carrera de derecho en Harvard y ha solicitado a la YMCA y a la Cruz Roja que le envíen unos manuales para ir estudiando. Mata el tiempo debatiendo con sus amigos Hugh Renaday y Phillip Pryce, abogados canadiense y británico respectivamente. Pero la vida del campo se verá alterada cuando dé con sus huesos en el campo Lyndford Scott, un aviador negro, el único de su raza en todo el campo, lo que da lugar a una violenta xenofobia y a un enfrentamiento con Vic Trader, el hombre que consigue cosas del campo, un sureño que odia a los negros. Éste un día aparece muerto, asesinado y todas las pruebas apuntan a que ha sido Scott. Tendrá lugar un juicio militar y a Hart le encomiendan, pese a su inexperiencia, que le defienda... Una buena novela de Katzenbach, amena como suelen serlo las suyas, y de fácil lectura a pesar de su dimensión (cerca de las 700 páginas), a la par que un buen retrato de los campos de prisioneros durante la Segunda Guerra Mundial, que no tenían mucho que ver con los de concentración, todo sea dicho.

* Elementos parecidos podemos encontrar en la también recomendable, especialmente para amantes del género, "Heroes Corrientes", de Scott Turow. Una historia sobre el valor, la traición, la pasión y el misterio de una guerra silenciada por un padre. Stewart Dubinsky sabe que su padre luchó en la Segunda Guerra Mundial. Alguien le ha contado que su padre, David Dubin (un apellido americanizado que más tarde Stewart rechazó, recuperando el original), rescató a su mujer —y madre de Stewart— del horror de un campo de concentración. Tras la muerte de su padre, Stewart descubre un paquete de cartas del período bélico destinadas a su novia en las que se narra su paso por un juzgado y posterior ingreso en la prisión. A partir de ese momento, Stewart se adentra en el misterio que rodea a su padre, un hombre que siempre se negó a hablar de la guerra en la que combatió.

A medida que va reconstruyendo la vida de su padre, a través de cartas, archivos militares, y notas de un diario que su padre escribió en la cárcel y que habían permanecido ocultas por el oficial que lo defendió, Stewart descubre una cadena de sucesos dramáticos. David Dubin trabajó como abogado en el Departamento Militar, y se le encomendó detener a un carismático oficial que estaba bajo sospecha de ser un espía. Sin embargo, David no lo arresta y poco después es encarcelado por insubordinación. Con esta reconstrucción Stewart consigue entender el pasado de su padre, las decisiones difíciles que tuvo que tomar, a la vez que toma conciencia de la brutal naturaleza de las guerras. Una historia que, centrándose acaso en los héroes corrientes que dan título a la novela más que en las grandes figuras históricas, y en pequeños dramas antes que en grandes conspiraciones, transmite mucho más que el "Fugitivo" de Reich, sin que le falte la necesaria dosis de acción.

* Habiendo visto hace poco la película, no me resisto a incluir aquí la novela, aunque reconozco que, a diferencia de las anteriores, ésta no me la he leido: hablo de "El Lector" ('Der Vorleser' en alemán, literalmente "el que lee en voz alta") del profesor de leyes y juez alemán Bernhard Schlink. El tema central de la misma es, como no, pues tarde o temprano tenía que aparecer, el Holocausto, y la forma en la que han de ser juzgados los culpables, planteando por ello un dilema moral. Al mismo tiempo, trata del conflicto generacional de posguerra, sobre todo en la descripción de la relación del personaje principal, un adolescente, con su padre.

Michael Berg, nuestro protagonista y narrador, tiene quince años. Un día, regresando a casa del colegio, empieza a encontrarse mal y una mujer acude en su ayuda. La mujer se llama Hanna y tiene treinta y seis años. Unas semanas después, el muchacho, agradecido, le lleva a su casa un ramo de flores. Éste será el principio de una relación erótica en la que, antes de amarse, ella siempre le pide a Michael que le lea en voz alta fragmentos de Schiller, Goethe, Tolstói, Dickens... El ritual se repite durante varios meses, hasta que un día Hanna desaparece sin dejar rastro. Siete años después, Michael, estudiante de Derecho, acude al juicio contra cinco mujeres acusadas de ser criminales de guerra nazis y responsables de la muerte de varias personas en el campo de concentración del que eran guardianas. Una de las acusadas es Hanna. Y Michael se debate entre los gratos recuerdos y la sed de justicia, trata de comprender qué llevó a Hanna a cometer esas atrocidades, trata de descubrir quién es en realidad la mujer a la que amó... Una novela sobre el amor, el horror y la piedad; sobre las heridas abiertas de la historia; sobre una generación de alemanes perseguida por un pasado que no vivieron directamente, pero cuyas sombras se ciernen sobre ellos. Una novela que no deja indiferente y que remueve conciencias, del mismo modo que invita a reflexionar sobre la clase de cosas por las que uno se avergüenza.


Otras obras del autor

No es por ser quisquillosa (que todos sabemos que lo soy), pero no estoy segura de que siete novelas sean suficientes como para hacer merecedor a un escritor del calificativo de prolífico; claro que si se tiene en cuenta que Reich no se dedicó por entero a la escritura hasta 1995, tal vez la cosa cambia (yo sigo teniendo mis reservas).

Antes de eso, nuestro autor se licenció en la Escuela de Servicios Exteriores de la Universidad de Georgetown y posteriormente en la escuela de Negocios de la Universidad de Texas, y trabajó en el departamento de banca privada de un importante banco suizo en Ginebra, antes de pasar al departamento de fusiones y adquisiciones en la misma institución en Zurich (no perderemos la esperanza, pues, aunque las inclinaciones artísticas de moi y mis circunstancias no lleguen a tales cotas). Motivo por el cual, según dicen, sus novelas de suspense y acción se desarrollan a menudo en el mundo financiero que tanbien llegó a conocer por su profesión.

En nuestro país son cuatro las novelas del autor disponibles, incluyendo este "Fugitivo":

* "La Cuenta Numerada", publicada por Ediciones B, y considerada como un clásico de la literatura financiera, que sumerge al lector en un mundo de banqueros suizos, tramas secretas y códigos bancarios que buscan proteger la identidad y la fortuna de una cuenta numerada. En esta novela se plantea la duda de hasta que punto es ética la política de neutralidad de la banca, por medio de la investigación de un ejecutivo de la banca contra un poderoso cliente de la entidad para la que trabaja (que es misteriosamente anónimo) y quién hace llegar todos los días instrucciones meticulosas de cómo debe ser movido su capital durante la jornada. Una vez más, la novela de Reich destaca por lo certero de su ambientación, así como por su fiel reflejo de la mentalidad de los banqueros suizos, además de brindar conocimientos valiosos a la hora de tratar con brokers y bancos.

* En "El Club de los Patriotas", Reich mezcla la trama financiera con la típica historia de una sociedad secreta (sí, así a bote pronto no es una combinación que me resulte especialmente apasionante): El Club de los Patriotas existe desde hace doscientos años. Una organización secreta, controlada por los ciudadanos más influyentes de América, que ha dirigido el país con puño de hierro. La historia de Thomas Bolden es la de un triunfador. Abandonado en su infancia, ha dejado atrás su pasado y se ha labrado un brillante porvenir en Wall Street. Entonces, en un abrir y cerrar de ojos, todo su mundo se vuelve del revés. Pierde su empleo, se le busca por asesinato y se ve obligado a huir para salvar la vida. Mientras sobrevive angustiosamente una hora tras otra, realiza una serie de descubrimientos asombrosos. Aunque nada es más sorprendente que la verdad que Bolden descubre acerca de su pasado, que le obligará a enfrentarse con el Club de los Patriotas...

Todo muy críptico pero, en cualquier caso, insuficiente para llamar mi atención; aunque tal vez sí que suficiente para llevarme a pensar que, probablemente y atendiendo a mis propios estándares como lectora, "Fugitivo" es, a pesar de todo, la mejor novela de Reich con la que me podía topar.

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Proximamente: "Lágrimas en la Lluvia", de Rosa Montero.