sábado, 23 de abril de 2011

2011-40: "Una Voz en la Niebla", de Laurent Botti

'Algún día, cosas terribles...'


Título: "Una Voz en la Niebla"

Título original: "Un jour, des choses terribles...".

Autor: Laurent Botti.

Editorial: Grijalbo.

Año: 2007 (2009 de la edición en español).

Páginas: 585.

Género: Thriller sobrenatural.


Frase promocional: "Un autor de intrigas góticas que se alimenta de la tinta más negra de Stephen King." -Paris Match.


Sinopsis:

Algún día sucederán cosas terribles
y ya nada volverá a ser como antes.

Una densa niebla cubre la enigmática ciudad
francesa de Laville-Saint-Jour.
Una niebla que en ocasiones adquiere formas
amenazantes y que hace años envolvió un
espeluznante caso de niños desaparecidos
aún sin resolver.
Ahora, un niño de doce años y un comisario
de policía se unen para evitar que nuevamente
la niebla sepulte en el olvido una sucesión de
trágicos acontecimientos.


Poco después de la muerte de su hermano pequeño, Bastien, de doce años, empieza a recibir extraños mensajes en su ordenador; unas palabras que le aterrorizan y reavivan los susurros que escuchó en su cabeza en el momento en que su hermano fue atropellado: "Algún día sucederán cosas terribles y ya nada será como antes".

En una ciudad envuelta permanentemente por una angustiosa niebla que todo lo cubre, un terrible caso de niños desaparecidos -que había ocurrido años atrás- vuelve a salir a la luz con la aparición de nuevos cadáveres y el renacer de antiguas sospechas. Un taciturno comisario se hace cargo de una investigación cuyas claves podrían estar muy cerca de aquello que Bastien, implicado en ella aunque no quiera, más teme: los susurros que pueblan la niebla.

Laurent Botti irrumpe en el mercado español con esta novela, una intriga asombrosa con matices fantásticos que se ha consagrado como un verdadero best seller en Francia y ha llevado a su autor a ser considerado como el heredero de escritores tan insignes como Stephen King y Georges Simenon.


Puntuación: 3,5/5

A menudo, ir a la biblioteca se parece a ir al supermercado: haces una lista con los artículos deseados, sabes lo que vas a buscar y, por lo tanto, te diriges directamente a la sección o estantería donde sin duda encontrarás lo que quieres o necesitas. Otras veces, tal vez no tengas las cosas tan claras, pero te mueves guiado por un determinado conocimiento: un escritor que te gusta, un título que te suena, ése del que oíste buenas referencias, ¡por qué no! Y luego están aquellas ocasiones en las que te limitas a pasearte entre los estantes y dejas que una portada, un título o cualquier otro elemento llame tu atención... y entonces pueden pasar dos cosas: que eches al carrito algo por probar, y te lleves una decepción porque el sabor te desagrada, o que, por el contrario, te encuentres alguna delicatessen inesperada.

Probablemente, calificar "Una Voz en la Niebla" de delicatessen, por más que la palabra venga muy al caso dada la nacionalidad del autor, sea exagerar un poquito. Y, sin embargo, he de decir que para mí ha sido todo un descubrimiento, especialmente si se tiene en cuenta que nunca había oído hablar ni de la novela ni de Botti (al menos, que sea consciente de ello), aunque tampoco estoy muy segura de qué fue exactamente lo que me hizo echar mano a este libro de entre todos los posibles.

¿Sería por su grosor? Sí, ya se sabe que me gustan las novelas entraditas en carnes. ¿Por lo que se adivinaba del diseño de la portada? Puede ser: ciertamente evocador, aunque no tenga demasiado que ver, a la postre, con lo que encierran sus páginas. ¿O acaso por el título? Ese que sugiere, pero recuerda tal vez en demasía a una novela de Mary Higgins Clark; y que, todo sea dicho, desmerece en gran medida de la versión original, ese mucho más insinuante (y escalofriante) "Algún Día, Cosas Terribles..." Sea como sea, está claro que lo verdaderamente determinante, como siempre, fue la sinopsis; y tal vez las alusiones a Stephen King, por más que, en efecto y como algunos señalan (y a menudo yo soy la primera que lo dice), tal tipo de referencias no sean más que un recurso de puro marketing (el mismo que, por otra parte, sin duda explica la traducción anterior, pues King y niebla... ¡ya se sabe!).

Así pues, al encontrarme con este libro en la biblioteca tuve la sensación de que podría proporcionarme exactamente la clase de lectura y sensaciones que no hace mucho buscaba entre las páginas de "La Criatura de la Noche" de Kate Thompson... y no me equivocaba. Lo cual hace que este sea un buen momento para remitir a cualquier interesado a la entrada correspondiente, donde tanto espacio dediqué no hace mucho al 'lo que podía haber sido y no fue, o fue sólo en parte'. Porque "Una Voz en la Niebla", como diría Frank McCourt, lo es.

Y os estaréis preguntando, ¿qué es? Pues una historia de ésas que enganchan, en las que el thriller se tiñe con tintes sobrenaturales y el lector se sumerge por completo en una atmósfera inquietante y opresiva, a tal punto que cuando vuelve al mundo real éste se le antoja por un momento excesivamente nítido y luminoso. Y es que, en efecto, la ambientación de la historia es uno de los elementos característicos, y también más acertados, de esta novela: una ciudad envuelta en una niebla ominosa y sibilina que anuncia cosas terribles (¡qué, si no!) en esos días en los que se vuelve impenetrable.

Una ciudad con un pasado terrible del que, en realidad, nadie salvo sus verdaderos protagonistas sabe de la misa la media. Brujería, misas negras, un enclave de poder en el que cualquier cosa puede pasar al amparo de las sombras... Antiguas tradiciones que se remontan a lo largo de los años, varios siglos, y herencias familiares que implican un aprendizaje poco ortodoxo que comienza en la tierna infancia. Pero, sobre todo, un pasado que parece no ser tan pasado...

La narración entremezcla hábilmente el ritmo narrativo del thriller con elementos por completo característicos del género de terror fantástico y sobrenatural; en el que, por supuesto, no puede faltar la figura del niño con poderes, en la mejor tradición de Stephen King. Y, sin embargo, el papel de los niños aquí no se reduce simplemente a eso, ni el tratamiento que se da a los personajes infantiles es siempre el esperado por mor de su inocencia. Si bien es cierto que los personajes de Botti adolecen en ocasiones de una cierta falta de profundidad psicológica (el romance entre la profesora y el escritor, por cierto, demasiado manido y tópico), Bastien, nuestro joven protagonista, es probablemente el más logrado de toda la historia: una mezcla perfecta de madurez e ingenuidad, capaz de asombrarse ante la verdadera y terrible naturaleza del mundo que le rodea (como la niebla), pero también de adaptarse a esa inesperada y cruel realidad. Del mismo modo, por otra parte, que donde Bastien es luz su némesis, el inquietante César Mendel, es la perfecta encarnación de la oscuridad que caracteriza a Laville-Saint Jour, recordando en sus "mejores" momentos al villano del "Cuernos" de Joe Hill.

Por lo demás, no falta la acción en "Una Voz en la Niebla" y una estructura propia del género negro merced a la intervención del comisario Bertegui, el policía de fino olfato y buen gusto en el vestir al que se conoce, sin embargo, con el apodo de "El Jabalí" por su aspecto físico. Un personaje cuya evolución al final de la novela es uno de esos secretos que un lector con conciencia no puede revelar a otros posibles futuros lectores... por más que sea este un final que acaso pueda despertar suspicacias, pues sin que se sea del todo capaz de especificar porqué, lo cierto es que puede llegar a parecer que desmerece del resto de la historia. Por no mencionar que parece dejar las cosas dispuestas a la perfección para una posible secuela... secuela que, por otra parte, y hasta donde he sido capaz de averigurar, el autor no ha escrito hsata la fecha; aunque cuáles sean sus intenciones al respecto ya es otra cosa

En definitiva, una buena lectura, en la línea de "It", de Stephen King o del "Un Verano Tenebroso", de Dan Simmons. Intriga, escalofrío y, sobre todo, diversión y puro entretenimiento.


Laville Saint-Jour

Como ya he dicho, la ambientación es tan importante en esta novela que, de hecho, uno tiene la impresión de que Laville Saint-Jour es casi más un personaje que puro escenario de la acción. Y no es sólo que a mí me lo parezca, sino que es el propio autor el que así lo reconoce, a tal punto que llega a decir de este "Una Voz en la Niebla" que se trata, en efecto, de la segunda parte de las aventuras de Laville Saint-Jour.

De hecho, su primera novela, 'Pleine Brume' (algo así como 'Cubierto por la Niebla', aunque más literal sería 'Niebla Espesa') estaba ya ambientada en esta sombría ciudad de ficción que, si bien como personaje podría asemejarse a una encarnación del mal, casi un remedo del verdadero malo de esta película, en las guías turísticas se describe como una joya del gótico en un oasis verde, característica por su arquitectura única y su calidad de vida basada fundamentalmente en la existencia de grandes viñedos, pero también por su clima particular, derivado de su posición geográfica: la ciudad está rodeada de mesetas elevadas. Y, así, desde octubre hasta finales de marzo, a veces incluso desde antes, ya a finales de verano, una niebla persistente, nuestra famosa amiga y también protagonista, se instala sobre la población.

Y decimos de ficción porque, aunque la duda es lógica dadas las circunstancias, lo cierto es que resulta imposible encontrarla en ningún mapa del país vecino. Dejemos una vez más que sea el propio autor el que nos lo aclare, tal y como lo hizo en su día a Pilar Alonso en una entrevista concedida para la web literaria 'Anika Entre Libros':

"No, Laville Saint Jour nunca ha existido aunque está fuertemente inspirada en mis conocimientos sobre Borgoña, donde pasé gran parte de mi infancia. De ahí que muchos lectores borgoñeses hayan señalado el realismo del entorno. Aunque mis descripciones sobre el fenómeno de la niebla sean exagerados, la atmósfera es muy próxima a ciudades como Beaune, Nuit Saint Georges, etc... pequeñas villas muy burguesas de Borgoña que han hecho su fortuna entre otras cosas con el vino. Las referencias históricas contenidas en la novela están igualmente muy documentadas."

En cuanto a la vertiente histórica, pues, Botti nos cuenta que Laville Saint-Jour no era, al principio, más que una aldea; y ni siquiera una cuyo origen se remontase a un pasado galorromano, contrariamente a lo que sucedía con muchas otras de los alrededores. Por el contrario, los primeros habitantes de Laville fueron los Desolladores, una de esas Grandes Compañas que en la Francia del Medievo se dedicaban al bandidaje, caracterizada por estar compuesta únicamente por mercenarios, a cuya cabeza había nobles, a menudo antiguos caudillos de guerra. Ellos fueron los que construyeron las primeras casas, quienes trazaron los primeros caminos y dibujaron los primeros planos de la ciudad sin que lo supiera casi nadie, de tal modo que Laville empezó a existir, desde el principio, fuera de la legalidad y al margen del resto del mundo, siendo construida sobre cimientos de sangre... en principio, metafóricamente hablando, aunque con el tiempo tal expresión acabaría por adoptar un significado mucho más literal.

Y, así, Laville siguió siendo un pueblo perdido entre la niebla hasta el siglo XV, cuando supuestos adoradores del demonio que huían de Arras hallaron refugio en los limbos del otoño villense...


La Vauderie de Arras

Empecemos por aclarar conceptos. ¿Qué es una 'vauderie'? Aunque los 'vaudois' fueron un grupo religioso herético condenado por la Inquisición desde finales del siglo XII, la palabra 'vauderie' se aplicó a las persecuciones de judíos, brujos, herejes y todo tipo de sospechosos de tratos con el diablo. El crímen de brujería durante este periodo en Francia frecuentemente se designaba como "Vauderie", Walderismo, debido a una aparente confusión con los seguidores del hereje Pedro Waldes; una confusión entre "hechicería" y una forma particular de herejía que estaba destinada, desafortunadamente, a colocar a un mayor número de personas bajo el celoso escrutinio de los inquisidores

La Vauderie de Arras destaca como uno de los más sangrientos e injustificables ejemplos de esta clase de procesos de toda la Historia, además de ser conocida como la primera cacería masiva de brujas de la que se tiene constancia. Cuenta precisamente la historia que todo empezó con la detención de un ermitaño miembro de un pequeño grupo de protestantes que se había apartado de la Iglesia católica. Comenzaron entonces las torturas para obtener confesiones o sumisión, y aquellos castigos eran de tal naturaleza que las víctimas eran capaces de confesar cualquier crimen con tal de no seguir siendo objeto de las brutalidades de los torturadores. Cuenta la historia también que afortunadamente para los no católicos, Arras era el centro del comercio y la producción de aquel tiempo y por supuesto llegó un momento en que los comerciantes extranjeros comenzaron a asustarse de lo que ocurría y esto lógicamente empezó a causar pérdidas a la pujante economía “arrense”.

Siendo así, el Duque de Borgoña intervino y por orden del parlamento y del obispo todos los prisioneros fueron liberados y terminó entonces la cacería de brujas… al menos, en Arras.

Pero como resultado de tal proceso, que a menudo se ha descrito como una lucha de poder entre los duques de Borgoña y Luis XI, la oposición de dos poderes fácticos que tuvo lugar en el terreno judicial, se produjo una huída masiva de notables caídos en desgracia, pero aún muy adinerados; y fueron estos precisamente los que encontraron refugio en la Laville de Laurent Botti y los que, movidos por el odio y la ira, habrían iniciado a los Desolladores en sus prácticas heréticas de adoradores del diablo.

Es este, el de la Vauderie de Arras, un episodio histórico que, además de servir de inspiración para la creación del escenario de algunas de las novelas de Botti, ha sido objeto de atención por parte de otros escritores, convirtiéndose en el eje central de más de una novela por el interés de su temática.

Uno de los más conocidos es "Una Misa por la Ciudad de Arras", del polaco Andrzej Szczypiorski (¡vaya con el apellido!) en la que se relata con rigor histórico lo sucedido en la ciudad, que vivía floreciente y temerosa de Dios tras la Guerra de los Cien Años y antes de la epidemia de peste de 1458. Aislada por orden de las autoridades religiosas de Utrecht, el hambre, la enfermedad y una vorágine de depravación y sacrilegios castigaron a sus habitantes. Tres años más tarde, ni el silencio ni la férrea tutela religiosa del padre Albert sobre los miembros del Consejo, han logrado borrar el recuerdo del horror. Atribuyéndolo a causas demoníacas, los ciudadanos comienzan a buscar la propia salvación en la condena de los otros. Empieza así una de las más crueles y demenciales persecuciones de judíos y herejes: nuestra Vauderie de Arras. El joven Jan, ciudadano de cierta posición y predilecto de la corte, nos guiará a través del dantesco escenario de esta crisis de fe individual y colectiva, en la que la villa de Arras se debate entre el fanatismo iluminado del padre Albert y el hedonismo pragmático del obispo David, hijo bastardo de Felipe el Bueno, duque de Borgoña.

Con vocación de ensayo histórico, destaca 'La vauderie d'Arras: une chasse aux sorcières à l'automne du Moyen-Âge' de Frank Mercier, utilizado a menudo en círculos académicos como fuente de referencia en seminarios sobre demonología y temas afines; pero del que, desafortunadamente para posibles interesados, no existe traducción al castellano, así que poco es lo que podemos decir sobre esta obra.

En cualquier caso, va siendo hora de volver a centrarnos en "Una Voz en la Niebla", que, a pesar de las referencias históricas, poco o nada tiene que ver en realidad con temas tan serios y sesudos pues, como ya se ha dicho, se trata de literatura de fácil consumo y digestión, más cercana a un blockbuster que a cualquier otra cosa.


Escalofríos infantiles...

* En caso de fallecimiento repentino (pág. 152).

* El gato... (pág. 203).

* 'PAPÁ' (pág. 431).


Palabras entre la niebla...

* "Cuando se ama, a veces creemos ver el objeto de nuestro deseo a cada paso. Esto es aún más cierto, y últimamente lo sabía bien, cuando se odia." (Pág. 51).

* "Un poder es algo que puedes controlar. Y que te ayuda. Un poder es como tener un triunfo en la mano." (Pág. 293).



Otras obras del autor

Laurent Botti, nuestro autor, de nombre original Lawrence Talnot, es licenciado en Derecho y Ciencias de la Comunicación. Es un escritor consolidado en Francia, cuyas obras tienen ventas de auténticos best-seller y que antes de dedicarse a la literatura hizo incursiones en los sectores de la prensa y la edición. Pasó su infancia entre Frania y Marruecos y actualmente vive en Barcelona.

Ha publicado seis novelas, las cuales se caracterizan por su habitual mezcla de lo cotidiano y lo sobrenatural, si bien sólo dos de ellas han sido traducidas hasta la fecha a nuestro idioma. La primera, y por lo tanto carta de presentación de Botti en España, es la que hoy nos ocupa: la inquietante y amena "Una Voz en la Niebla".

La segunda, cuyo lanzamiento ha tenido lugar hace apenas dos o tres meses y, por lo mismo, novedad editorial de 2011, lleva el título de "Pasaje al Infierno", y vuelve a repetir la fórmula de combinar la crudeza de la realidad con los fenómenos paranormales, abordando esta vez un tema siempre de triste actualidad como lo es el de la violencia doméstica (o de género, aunque ese es un término que a mí no me acaba de gustar del todo).

La vida de David es un infierno. El compañero sentimental de su madre es un policía corrupto y violento que la maltrata continuamente y que ha amenazado reiteradas veces con matarla si intenta abandonarlo. Una mujer al borde de sus fuerzas, que sobrevive por el incondicional amor hacia su hijo, el pequeño David. Un niño que respira el miedo en su hogar cada día de su vida pero que ha nacido con una extraordinaria cualidad, un talento inusitado, una anomalía que hace de su memoria algo formidable y que le permite ver el futuro a corto y largo plazo. Y, así, David ha anticipado un número de lotería que confiesa a su madre: un billete ganador que es el pasaporte a una vida nueva, al otro lado del mundo, a salvo del miedo, la violencia y la humillación.

Pero ese billete ganador se convertirá en un pasaje al infierno que los llevará a un viaje muy distinto, en el que madre e hijo se convierten en prófugos de la justicia y la policía así como en objetivos de la mafia y de una secta. Y entre tantas persecuciones y huidas, el privilegiado cerebro de David no ha hecho más que empezar a andar…

Un héroe silencioso, una madre desesperada, dos investigadores tenaces y unos mafiosos violentos. Botti firma una narración vertiginosa e imprevisible: secuestros, asesinatos, sospechas y persecuciones. Una espiral terrorífica descrita con férreo pulso literario. Un thriller que no da respiro... ¡No tiene mala pinta!


Te gustará si te gusta... Stephen King, en general, pues la comparación, por una vez, no es ociosa ni pura cuestión de marketing; "It", en particular, aunque no únicamente... También "Un Verano Tenebroso" de Dan Simmons (sí, me repito, pero es cierto).

Para añadir otro nombre a la lista, "Niños Perdidos" del genial Orson Scott Card (otro de mis autores favoritos), alejándose de la ciencia ficción o la fantasía en este caso para sumergirse en el terror de lo cotidiano. Paralelismos más que evidentes en una historia en la que también hay niños (los vivos y los muertos) y fenómenos sobrenaturales y que, siendo su autor el que es, resulta siempre recomendable. El programador de juegos de ordenador Stop Fletcher se muda, junto con su familia, a Steuben, un pueblecito de Carolina del Norte (EE.UU.). La familia, de religión mormona (como el propio Card, y tal vez por eso se insiste en que ésta es su novela más autobiográfica), deberá superar los problemas de la vida cotidiana, agravados por la necesidad de integrarse en el nuevo trabajo, en la nueva escuela y en la nueva comunidad. Pero la preocupación de los Fletcher por sus hijos se convertirá en espanto y terror al saber que varios niños han desaparecido de Steuben y que, ¡terrible descubrimiento!, esos "niños perdidos" tienen especial relación con su hijo mayor Stevie.


Terror infantil: los niños y lo sobrenatural

Tranquilos, que esta vez omitiremos las dos referencias de costumbre: después de todo, ya ha quedado claro cuales son dos de mis preferidas dentro de este subgénero y, además, y como ya he dicho, para los interesados ahí está la entrada dedicada a "La Criatura de la Noche"... Ello por no mencionar, por supuesto, que existen suficientes ejemplos, tanto clásicos como modernos, como para que tampoco sea necesario seguir repitiéndose.

* Como clásico es, en efecto, ese icono de las historias de fantasmas que es "Otra Vuelta de Tuerca" de Henry James, publicado por primera vez el 13 de octubre de 1898 pero por el que, sin embargo, y dejando a un lado cuestiones temporales y de ambientación, parecen no pasar los años, y cuya influencia es por otro lado evidente en obras contemporáneas como "Los Otros" de Amenábar. Una historia que se presta a interpretaciones merced a la naturaleza de su narradora: los fantasmas, ¿existen, se manifiestan, existen dentro o fuera de la cabeza de la institutriz, no existen...? Pues, en efecto, es nuestra protagonista una institutriz que acude al cuidado de dos niños (por supuesto) en una vetusta mansión victoriana. Lo que en principio parece un cometido agradable derivará en una situación de pesadilla. Los niños viven impactados por un pasado inmediato en el que la anterior institutriz, la señorita Jessel, y Peter Quint, el criado y ayudante de cámara del patrón (el tío de los niños) mantenían una turbia relación. La vida junto a la institutriz y su muerte posterior han dejado en ellos una huella indeleble. La novela se desarrolla en un ambiente de latente angustia por la presencia de ánimas. La protagonista de la historia, al tratar de ayudar a los niños, comienza a percibir las apariciones de los fantasmas de la anterior institutriz, muerta en extrañas circunstancias, y del criado...

* También habrá quien considere un clásico "El Talismán" de Stephen King (sí, él otra vez) y Peter Straub: una novela que va ya camino de los treinta y que ha sido descrita como una pesadilla juvenil, una historia de mundos paralelos, peligros adultos y enfrentamientos mágicos que marcarán el destino futuro del joven Jack Sawyer, su protagonista de doce años que algo tiene del Bastien de Botti... o viceversa. Una extraordinaria novela de iniciación sobre la lealtad, el terror y lo desconocido que se diferencia de "Una Voz en la Niebla", sin embargo, por lo fantástico del ambiente en el que se desarrolla la acción. Un solitario y entristecido niño de doce años, Jack Sawyer, huérfano de padre y casi de madre, vaga erráticamente por las playas de la costa de New Hampshire, sin saber exactamente qué hacer con su vida. En uno de los interminables paseos, traba amistad con un viejo hombre negro que da un giro radical a su existencia al revelarle a Jack que existe otro mundo, u otros mundos, a los que poder saltar desde el nuestro. Y es más, Jack debe iniciar su camino hacia ese otro mundo – Los Territorios – si quiere salvar la vida de su madre y, de paso, la de la Humanidad entera. Su destino es buscar el Talismán, e impedir que caiga en las manos inadecuadas. Así, inicia su periplo entre Los Territorios y nuestra propia Tierra, en un camino lleno de trampas que es a la vez viaje iniciático, cruzada contra el mal y relato de fantasía.

No de mis favoritos, lo admito, tal vez por sus innegables puntos en común con la saga de "La Torre Oscura", pero igualmente una obra interesante y, sobre todo, amena incluso en su extrañeza relativa. Todo lo cual puede decirse igualmente de su continuación, surgida de las plumas de ambos autores dieciséis años después bajo el título de "Casa Negra", en la que nos encontramos ahora con un Jack veinte años más viejo, y convertido en detective, enfrentado a los crímenes de un asesino apodado "el Pescador". Y, según dicen, aún se plantea la posible publicación de una tercera entrega.

* Hay ciertos puntos en común evidentes, por otra parte, entre la anterior novela y "Perdidos", de Peter Straub, que sin duda algo tienen que ver con la autoría de ambas obras, y que van más allá del hecho de que ambas sean historias de terror de fácil lectura, aunque no especialmente innovadoras o memorables, si bien "Perdidos" es una obra mucho más humana. Una historia en la que se entremezclan los asesinos en serie con las casas encantadas y en la que no faltan muertes y desapariciones. En el pueblo de Millhaven, una mujer se suicida sin motivo aparente. Una semana más tarde, su hijo de quince años, Mark, se esfuma de la faz de la Tierra. Tim Underhill, escritor de novelas de terror, (igual que Nicholas Le Garrec en "Una Voz en la Niebla", por cierto) viajará desde Nueva York para asistir al funeral de su cuñada e investigar la desaparición de Mark. Con la ayuda del excéntrico y genial detective privado Tom Pasmore, seguirá la pista a un pedófilo asesino que ya se ha cobrado varias vidas y descubrirá que poco antes de que su madre se suicidara Mark se había obsesionado con una casa abandonada, cuya terrible historia también puede tener que ver con el destino de Mark... Tal vez no imprescindible, pero sí satisfactoria.

* Terminaremos esta sección, y también esta entrada, con otra obra de la que no recuerdo demasiado, pues la leí hace ya unos cuantos años, pero de la que sí sé que me dejó buen sabor de boca en su momento: "El Alumno", de Patrick Redmond. Un título de referencia durante la lectura del que hoy nos ocupa por las similitudes entre su escenario principal y el Saint-Ex, la escuela a la que asisten los niños de Botti en Laville Saint-Jour; y en el que, por supuesto, no falta la aureola opresiva de una historia de terror en la que están presentes los fenómenos espiritistas tanto como la crueldad de la adolescencia. En el invierno de 1954, en el internado Kirkston Abbey de Inglaterra, Jonathan Palmer, un chico apocado y débil que suele ser el blanco de las bromas de sus compañeros de clase traba amistad con Richard Rockeby, un adolescente que no habla mucho y que sólo siente desprecio y odio a por todo el que lo rodea. Jonathan se siente tan atraído por su fuerte personalidad que, tras ser defendido por su nuevo amigo de los matones de turno, no se separa de él ni por un instante. Incluso empieza a sentirse más fuerte y valiente. Tras una sesión de Ouija una fuerza diabólica parece haberse cernido sobre el colegio; la locura invade a alumnos y profesores, hasta tal punto de que acaba con varias muertes. Cincuenta años después, Tim Webber, un ambicioso periodista en busca de fama, contacta con un ex-alumno de aquella promoción para averiguar la verdad sobre lo ocurrido, pero, ¿estará preparado para escuchar lo que ese hombre le va a contar? Otro recomendable, para no perder la costumbre.
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Proximamente: "Embrujo", de Nina Blazon

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