viernes, 8 de abril de 2011

2011-35. "La Versión Desconocida", de Carolyn Parkhurst

Escritores sobre escritores

Título: "La Versión Desconocida"

Título original: "The Nobodies Album".

Autora: Carolyn Parkhurst.

Editorial: Alfaguara.

Año: 2010 (2011 de la edición en español).

Páginas: 376

Género: Narrativa contemporánea.

Frase promocional: "Una obra amena y fascinante que aborda el tema de la culpabilidad y la inocencia a través de un collage de reflexiones y recuerdos intrincados." -The Washington Post.


Sinopsis:

«Que el lector lea mi historia, que atraviese este bosque, y que, cuando salga, ni siquiera advierta que lleva encima algo que no tenía al entrar.»

Octavia Frost, una escritora de éxito en el invierno de su carrera, llega a Nueva York para entregar su último manuscrito —un libro novedoso y revolucionario— a su editor. Sin embargo, al pasar por Times Square ve un titular luminoso que anuncia la detención de Milo Frost, hijo suyo y estrella de rock, por el asesinato de su novia.

Octavia y Milo llevan años sin hablar debido a una tragedia que ambos vivieron cuando él era niño, pero ella lo deja todo y vuela a San Francisco para averiguar la verdad. ¿Ha asesinado Milo a Bettina? ¿Es suya la culpa de que su hijo haya cometido un asesinato? ¿Y qué ocurrió exactamente hace años?

Carolyn Parkhurst nos ofrece un conmovedor thriller psicológico, una novela exquisita acerca de lo que algunas personas son capaces de llegar a hacer para reescribir su pasado.


Puntuación: 3,5/5


"Con mano ligera pero firme, Carolyn Parkhurst une cuatro temáticas literarias dispares: el drama familiar, el relato corto, el ensayo filosófico sobre el lenguaje y la novela policíaca. Su narración es un potente híbrido entre lo antiguo, lo moderno y lo postmoderno." -The New York Times Book Review.

Probablemente es esa habilidad de la autora para combinar distintas temáticas y géneros de forma convincente lo más destacable de esta novela y lo que, por otra parte, le ha hecho ganar medio punto más en lo que a valoración se refiere; pues es, en efecto, la originalidad de su planteamiento lo que hace destacar una historia que, de otro modo, no pasaría de ser una obra más en la que el crimen se entrelaza con el drama familiar y los sucesos traumáticos del pasado de sus protagonistas.

No obstante, vaya una advertencia por delante: si lo que buscas es una historia policíaca o un drama al uso, es posible que "La Versión Desconocida" no satisfaga al cien por cien tus expectativas; y es que, tanto como ejemplo de uno como de lo otro, le falta cierto peso, cierto impacto en los giros argumentales o tendencia al melodrama y al regodearse en las heridas abiertas, que la conviertan en novela de género. Antes bien al contrario: es tal la suavidad con la que los acontecimientos se suceden y los hechos se mezclan con las sensaciones y los pensamientos, que uno puede llegar a olvidar tanto el crimen como el drama.

Confieso que la lectura del primer capítulo despertó mis recelos por un segundo acerca de lo que se podía esperar de esta historia narrada en primera persona por una escritora propensa a las disquisiones filosóficas de carácter literario; del mismo modo que la sombra del pasado, de lo que se insinúa pero tarda en contarse, hacía presagiar algún melodrama trillado en el que la culpabilidad, como tema, acabase por resultar excesivamente pretencioso y aburrido. Tal vez simples prejuicios pues, dicho queda, las obras que se describen como experimentos literarios, o modernos (o postmodernos) y revolucionarios ejercicios de escritura, tienden en mi caso a suscitar suspicacias, por temor a que en su afán por impactar y sorprender el escritor sacrifique el fondo a la forma, el argumento al estilo.

Sin embargo, mis temores fueron infundados, y muy pronto el lector se sumerge en esta historia de lectura fácil y amena, en la que no faltan las sospechas y los misterios, si bien estos están hilados con tal habilidad en la trama que a uno le parece que los acontecimientos no hacen otra cosa que seguir su curso natural. Los personajes, presentados todos desde el punto de vista claramente subjetivo de nuestra narradora-protagonista, adquieren entidad propia con rapidez y sin apenas esfuerzo aparente, una muestra de la habilidad narrativa tanto de Parkhurst como de Frost; pues, después de todo, en algo se tiene que notar que quien cuenta la historia es también escritora.

En cuanto a la vertiente ensayística o filosófica de esta novela lo cierto es que, si bien no faltan las reflexiones sobre el proceso creativo literario, éstas encajan a la perfección con el resto de la historia, utilizándose por la autora hábilmente como un instrumento para dar a conocer en mayor profundidad a una narradora que, de otra forma, tal vez no hablase demasiado de sí misma. Del mismo modo, por otra parte, que sirven para poner de manifiesto con claridad meridiana el carácter autobiográfico de las novelas de Octavia Frost, de las que en "La Versión Desconocida" no faltan ejemplos; y es ahí precisamente donde se introduce el cuarto elemento clave de este atractivo collage, los relatos breves.

Así pues, una lectura recomendable por su habilidad para salirse de la norma sin caer en lo pretencioso, de fácil digestión y planteamientos originales, en la que por fortuna no encontraremos torrentes de lágrimas; del mismo modo que no hay interrogatorios policiales ni juicios mediáticos. Pero donde sí abundan los personajes humanos, con sus debilidades y defectos; tan humanos, de hecho, que la fama no es sino simple telón de fondo que influye en los acontecimientos en su justa medida.


¿Qué es "La Versión Desconocida"?

"La Versión Desconocida" ('The Nobodies Album' en la versión original) es el título del imaginario disco de versiones inexistentes que surge de la creativa mente de Milo Frost en su infancia, y en el cual se encontrarían todas aquellas versiones de canciones famosas, hechas por otros grupos igualmente famosos, que nunca sonaron en la radio ni sobre los escenarios, sino única y exclusivamente, y en todo caso, dentro de su cabeza.

Un concepto que su madre recupera más de veinte años después como título de su última creación literaria, en lo que pretende ser no tanto un homenaje a su hijo como un gesto de reconciliación: el ejemplo palpable de que a todos nos gustaría cambiar algunas cosas y que lo haríamos si pudiésemos, porque a veces nos equivocamos o, incluso más probable, se malinterpretan las motivaciones de nuestros actos.

De hecho, la propuesta creativa de Octavia Frost, que por el momento no pasa de ser proyecto, no es otra que la de ofrecer nuevos finales alternativos de todas sus obras publicadas hasta la fecha; lo cual plantea el interesante debate de hasta que punto tal cosa sería admisible por parte de los lectores, a los que no sólo les (¿nos?) gusta que les digan lo que sucede al final de la historia con los personajes (por más que no siempre nos agrade el resultado) y que convierten tal desenlace en inamovible dogma de fe, sino a los que, al mismo tiempo, les gusta gozar de libertad para imaginarse sus propios finales alternativos, jugando a eso del '¿y si...?'

Después de todo, y como muy bien se dice en la novela, escribir es tomar decisiones todo el tiempo, y no sólo en el final de la historia: cualquier pequeño cambio, en cualquier punto de la trama, puede producir un resultado completamente diferente; y es precisamente esa serie de decisiones la que determina el resultado y el hecho de que, el mismo tema tratado por dos autores diferentes, pueda producir dos obras completamente distintas... del mismo modo que la realidad puede cambiar según quién observe los acontecimientos y cuente la historia (incluso con mayúscula).


La obra de Octavia Frost.

Es precisamente a partir de esa idea, la de "La Versión Desconocida" de la protagonista, como se introduce en la narración principal el cuarto elemento en concordia ya mencionado (el relato breve), para lo cual Parkhurst recurre a la intercalación de las sinopsis así como de los finales originales y alternativos de las anteriores novelas de Octavia, como un medio por el cual el lector llega a conocer mucho sobre los verdaderos sentimientos de ésta y el modo en que su forma de percibir el mundo ha cambiado con el paso del tiempo.

Historias en las que, como ya se ha mencionado, se hace más que evidente lo que de autobiográfico tienen, con personajes que evocan sucesos y experiencias de la vida real de la protagonista, y en las que los niños gozan de un papel especialmente relevante. Pero que, al mismo tiempo, resultan especialmente interesantes y atractivas para el lector por la gran variedad y riqueza de las ideas en las que se basan, algunas de las cuales serían sin duda un gran punto de partida para originales y fascinantes novelas... aunque no todas ellas, por supuesto.


* "Mi Único Rayo de Sol", la última novela de Octavia Frost, que no gozó de una acogida demasiado favorable ni por parte de la crítica ni del público (y no me extraña), narra la historia de una familia disfuncional (el padre es un maltratador) desde el punto de vista de un bebé, desde el momento de su nacimiento hasta los tres meses de edad, aproximadamente. Un ejemplo, precisamente, de esos experimentos literarios revolucionarios de los que hablábamos antes.

* "Carpathia" se desarrolla en 1935 y cuenta como la vida del dibujante Oscar Clough, que trabaja en un estudio de animación, da un giro cuando descubre que en sus dibujos aparecen imágenes inexplicables: un naipe, una campana, un remo... ¿Locura, sabotaje o fuerzas sobrenaturales? Con la ayuda de la recepcionista del estudio, Cecily, la única que percibe los dibujos además de él, se enfrenta a un hecho que ha intentado olvidar durante largo tiempo: su viaje en el 'Titanic' a los nueve años. Una idea interesante que en la versión de Frost, o en el final (finales) que se nos ofrece, no parece serlo tanto.

* "Los Cortes Humanos" es una fascinante combinación de fábula, ciencia ficción y drama, en la que se relata una tragedia familiar al mismo tiempo que se profundiza en la naturaleza humana. Un nuevo fenómeno se extiende por todo el mundo: el de la ASG (amnesia selectiva generalizada), que hace que la gente olvide los recuerdos traumáticos y dolorosos, conservándose únicamente aquellos felices. Sólo unos pocos parecen inmunes a la nueva epidemia... La historia se narra desde el punto de vista de los diferentes miembros que componen la familia protagonista, en la que no todos sufren ASG, lo que plantea cuestiones interesantes como la de las bondades del recuerdo del dolor (que nos evita incurrir dos veces en el mismo error) y las elecciones entre recordar a los seres queridos en la tragedia, o correr el riesgo de que el olvido de ésta acabe por suponer el de su propia existencia. Un buen final alternativo.

* "Dispersión Troposférica" es un drama por encima de cualquier otra cosa, y una de las obras más autobiográficas de Octavia, al menos en lo evidente. En 1964 un ingeniero y su familia se trasladan a Alaska, donde la madre encontrará a una niña de seis años que ha crecido en la miseria y el abandono y que acaba de quedarse huérfana: una niña casi salvaje que se convertirá en el nuevo miembro de la familia, hasta que la historia desemboca en un trágico desenlace.

* "Sanguíneo" es una novela histórica, ambientada en el S.XVI, protagonizada por una joven viuda inglesa que trabaja como curandera, pero que se ve obligada a dejar de practicar sangrías y asistir a las parturientas para evitar ser acusada de brujería; hasta que su hijo cae enfermo... Un desenlace previsible, sea cual sea el final que se elija.

* "La Norma del Cáliz", otro drama más, sigue la vida de Nikki quien, tras ser su hijo secuestrado y asesinado por su exnovio, empieza a trabajar en una compañía especializada en limpiar escenarios de crímenes y accidentes. A medida que progresa el juicio por asesinato Nikki se retrae más y más en su dolor, hasta que conoce a Scott, un homosexual cuya pareja ha sido recientemente asesinada, y a su hija pequeña, Daisy. Más niños muertos, una clara constante en la obra de Frost.

El título hace referencia a las normas que se han de seguir en la liturgia religiosa cristiana en el caso de que la hostia consagrada caiga en una superficie profana: el sacerdote debe comer todos los trozos que encuentre y, acabada la misa, lavar tres veces el área con agua, sin que quede ni una migaja. El agua utilizada para limpiar la zona no puede echarse en una pila normal, sino que debe verterse en la tierra o en un desagüe especial que vaya directamente a ésta. Del mismo modo, si el vino se derramara del cáliz todos los paños usados para limpiarlo o cualquier prenda salpicada deberían quemarse.

* "El Puente de los Sollozos" es aún otro drama más, sazonado esta vez con un toque sobrenatural: el fantasma de la mujer que murió llena de furia cuando conducía bajo la lluvia, dispuesta a encararse con un marido que la engañaba y que se encuentra atada al mundo terrenal en su desesperación por verse separada de su hijo de doce años. Una lucha por la custodia entre vivos y muertos en esta primera novela de Octavia Frost, que nació de un extenuante arrebato creativo tras su propio drama personal y que, como no podía ser de otro modo, trata muchos de los temas habituales de su obra.

Y quedaría por mencionar, aún después de todo esto, la eterna obra inacaba de nuestra protagonista: "Hamelin". En cierta forma, la historia contada desde el otro punto de vista: el del niño que también pierde a sus seres queridos y que es consciente de que su sola existencia se convierte en un recordatorio constante de los trágicos sucesos del pasado y sufre por ello tanto o más que los que le rodean.

En definitiva, un puñado de buenas ideas, desarrolladas con mayor o menor suerte, de entre las que creo que no resulta difícil adivinar cuál es mi favorita; sin duda lo más original de "La Versión Desconocida" de Carolyn Parkhurst.


Una de vocabulario: pareidolia.

"Pareidolia" es, en la novela de Parkhurst, el nombre del famoso grupo musical liderado por el hijo de nuestra protagonista, Octavia Frost; un nombre que, según se nos cuenta, evoca las noches de infancia en las que Milo buscaba el rostro de la luna, convertida en eterna vigilante de su sueño frente a los terrores que acechan en la oscuridad... si bien el día que descubrió la existencia de tal palabra (pairedolia) y su significado, dejó de buscar una cara en la superficie de nuestro satélite.

En efecto, la pareidolia (derivada etimológicamente del griego eidolon, "figura" o "imagen" y el prefijo para, "junto a" o "adjunta") es un fenómeno psicológico consistente en que un estímulo vago y aleatorio (habitualmente una imagen) es percibido erróneamente como una forma reconocible. De hecho, la escritora lo explica muy bien en la novela:

"La pareidolia es la tendencia humana a encontrar sentido donde no lo hay. Tomemos por ejemplo el rostro de la luna: alzamos la vista y allí, en las inanimadas marcas del basalto y el lecho de rocas, descubrimos una cara humana. Estamos predeterminados para buscar patrones en el Rorschach del mundo natural: la silueta de una mujer reclinada en la curva de una cadena montañosa, la Virgen María en una mancha de humedad de una pared de cemento. Queremos que el mundo sea a la vez conocido y misterioso. Buscamos pruebas de la existencia de Dios, o tal vez sólo buscamos compañía."

Ahí van un par de ejemplos visuales, por si la cosa no ha quedado clara: el despertador triste y las caras de Marte.


Lugares curiosos que visitar.

Dejando a un lado el Parque Nacional de Yosemite en California, conocido internacionalmente por sus bosques de secuoyas gigantes, así como por sus acantilados de granito, sus saltos de agua y sus ríos cristalinos pero traicioneros que tanta importancia tienen en el pasado trágico de los protagonistas de "La Versión Desconocida" (los restos de la familia Frost), en esta novela se mencionan al menos otros tres lugares que visitar de innegable atractivo para aquellos que se guíen, bien por la ironía, bien por la extravagancia, o que sientan una particular atracción por el turismo literario.

* En San Francisco, en las cercanías de su Barrio Chino, y justo debajo del cartel en el que se indica el nombre de la calle Burrit, el visitante podrá encontrar una placa de bronce que dice textualmente, y en cinco líneas: "Aproximadamente en este lugar, Miles Archer, socio de Sam Spade, fue muerto por Brigid O’Shaughnessy". Lo curioso del caso es que, por supuesto, Miles Archer no es sino un personaje de ficción de las obras de Dashiel Hammett; lo verdaderamente deplorable, a decir de muchos, es que con tanta ligereza se revele la identidad de su asesino, más aún cuando escritor y detective necesitaron veinte capítulos y más de doscientas páginas para revelarlo, en una de las escenas más memorables de la literatura y el cine, en una versión orquestada por John Huston y con el mítico Bogart como el no menos mítico detective: hablamos de "El Halcón Maltés", por supuesto.

* Más referencias literarias, y viajamos ahora hasta Key West, en Florida, donde residió el gran escritor estadounidense Ernest Hemingway. Es precisamente en el jardín de su casa, donde Hemingway nadaba y bebía, tal y como nos cuenta Octavia, donde podemos encontrar una máquina que graba la cara del autor en los centavos que a tal efecto introduce el visitante, a modo de recuerdo, todo ello por medio dólar. Y la verdad es que yo no recuerdo tal máquina, pero tampoco es de extrañar, puesto que en mi visita a Key West nos limitamos a pasar por delante de la imponente casa colonial en el autobús de las visitas o, como mucho, a tomar alguna foto.

* Y para terminar, y de vuelta en San Francisco, tenemos la inquietante y famosa Casa Winchester de San José, actualmente convertida en una suerte de parque temático propenso a los fenómenos paranormales, pues no por nada se la conoce como la casa norteamericana más embrujada. La obsesión de una mujer, la viuda del creador de los rifles de repetición, que creía que su única oportunidad para evitar que los miles de personas que habían muerto gracias a tal invención la acosaran, era construir una casa de forma permanente puesto que, si la casa nunca se terminaba, ningún fantasma podría instalarse en ella.

Para ello, contrata albañiles que trabajan veinticuatro horas al día, todos los días, durante los treinta y ocho años que transcurren hasta su muerte; y les hace construir habitación tras habitación y duerme cada noche en una diferente para confundir a los demonios. Como resultado, la casa tiene entre 500 y 600 habitaciones, 160 dormitorios, 2.000 puertas, escaleras que no llevan a ninguna parte, una chimenea que se alza cuatro pisos, puertas que al abrirse sólo dejan ver una pared; 10.000 ventanas, 47 hogares, 47 escaleras, 6 cocinas y 13 baños (el número trece, tiene trece ventanas y se accede a él tras subir una escalera de trece escalones).

Aunque, por supuesto, la visita no debe limitarse a la propia casa, pues famosos son también los hermosos jardines victorianos que la rodean. Sarah Winchester se tomó muchas molestias para que estuvieran siempre perfectos y tuvo a ocho jardineros a jornada completa cuidando de todos y cada uno de los árboles, plantas y flores importados de todas las partes del mundo. Y no faltan, por supuesto, grandes estatuas mitológicas y representativas de animales diversos, tales como ciervos, cisnes, reptiles y varias especies más.


Otras obras de la autora... Carolyn Parkhurst, que escribió su primera historia al dictado con tan sólo tres años de edad, cuenta en su haber con tres novelas, la última de las cuales es la que hoy nos ocupa, y un libro para niños escrito en colaboración con Dan Yaccarino (el creador de la serie de animación de Nickelodeon, "Oswald").

"El Perro de Babel", su primera novela, cuenta la historia de un profesor de lingüística Paul Iverson y de su mujer, Lexi, que muere nada más empezar el relato en lo que parece una desafortunada caída desde un árbol. Paul no cree que la muerte sea debida a un accidente, e intentará hacer hablar al único testigo de la caída, la perra Lorelei. De hecho, el título de este libro en el Reino Unido fue precisamente 'Lorelei's Secret' (El Secreto de Lorelei). Un curioso argumento el que nos presenta la autora, en lo que sin duda no es otra cosa que una muestra más (la primera, en buena ley) de su capacidad para sorprender. Por cierto que, como viene siendo costumbre, habrá adaptación cinematográfica, protagonizada y producida por Steve Carell.

Su segunda novela, "Objetos Perdidos", parece estar inspirada en ese apasionante reality de la televisión estadounidense, 'The Amazing Race', en el que varias parejas se dedican a viajar por el mundo realizando pruebas en sucesivas etapas eliminatorias (sin duda, el inspirador de nuestro "Pekín Express"). Aquí, los doce concursantes viajan a exóticos rincones en busca de pistas para hallar objetos perdidos, concursando por un millón de dólares, para lo cual se someten a las surrealistas pruebas que los organizadores han preparado y con las que pretenden hacer aflorar sus deseos y secretos más ocultos para mostrar su humillación pública en horas de mayor audiencia. Una mezcla de humor e ironía que se inspira en la realidad, y donde los personajes intentan, en última instancia, descubrirse a sí mismos.


Te gustará si te gusta... Los relatos breves, las lluvias de ideas originales y las novelas en que los escritores escriben sobre el proceso creativo de escribir.

En realidad, tengo en la punta de la mente el paralelismo perfecto: alguna otra novela en la que también la obra del protagonista (escritor/a, por supuesto), se convierte en pieza clave y fundamental para el desarrollo de la historia; pero no he sido capaz de dar con el título ni aproximarme al argumento, siempre suponiendo que tal impresión no sea simple fruto de mi imaginación.


Escritores sobre escritores.

Así pues, y dicho lo anterior, supongo que no quedará sino conformarse, para terminar, con hacer mención a alguno de esos múltiples ejemplos en los que los escritores se convierten en protagonistas. Y es que, en efecto, son muchas las ocasiones en las que los escritores eligen su propia profesión para el protagonista de sus historias, si bien no siempre tal personaje ha de ser un trasunto de su propia persona.

Algo que, por otra parte, hace uno de los grandes muy a menudo: hablamos de Stephen King, muchos de cuyos grandes personajes son, precisamente, escritores. El Jack de "El Resplandor", Paul Sheldon en "Misery"; el escritor consagrado que regresa a Salem's Lot; el padre que se enfrenta a "La Niebla" por su hijo; o "La Historia de Lisey", que algunos consideran su obra más personal e intensa, y en la que se exploran los orígenes de la creatividad entre otra muchas cosas. Una de las pocas obras del autor, por cierto, que (aún) no me he leído.

*En "Chicos Prodigiosos", de Michael Chabon (nunca tan genial y prodigioso él mismo como en la grandísima "Las Asombrosas Aventuras de Kavalier y Clay"), hay escritores por todas partes, por más que muchos sean sólo aspirantes, y los consagrados se vean aquejados de ese gran problema: el bloqueo del escritor. Una divertida novela sobre la relatividad del éxito literario que rezuma ironía y agudeza.

* "El Cuento Número Trece", de Diane Setterfield, es básicamente una historia de suspense con clara inspiración decimonónica, en la que dos escritoras son protagonistas, si bien una de ellas no es más que una aficionada; aunque también podría decirse que ésta es una novela sobre gemelas más que cualquier otra cosa. Vida Winter es una de las novelistas más famosas de toda Inglaterra, y posiblemente de todo el mundo, pero nadie sabe nada acerca de su pasado, ni de dónde vino ni qué ha hecho antes de ser conocida por sus libros. Toda su vida es un completo secreto y durante cincuenta años biógrafos y reporteros han intentado descubrir su verdadera historia. Cuando su salud empieza a peligrar, la Sra. Winter solicita a una pequeña biógrafa, Margaret Lea, que realice un trabajo sobre su vida y le desvelará el secreto de la familia Angelfield. Margaret que también tiene secretos en su familia, atenderá el llamado de la Sra. Winter para enfrentar no solo los fantasmas de la familia Angelfield sino también los de su propia familia.

* Por último, "La Caverna de las Ideas", de José Carlos Somoza, si bien no protagonizada exactamente por escritores, sino por un traductor en todo caso, es una muestra más de la originalidad creativa a la que el autor nos tiene acostumbrados. Unos crueles asesinatos de jóvenes tienen lugar en la Atenas de Platón. Diágoras, miembro de la Academia platónica contrata al Descifrador de Enigmas, Hércules Póntor, para que averigüe quién ha matado a un joven discípulo suyo, mutilándolo y arrancándole el corazón. Hércules pone en marcha su investigación. Al mismo tiempo, el traductor de la novela de Hércules empieza a observar inquietantes mensajes ocultos en el texto, y poco a poco le entran sospechas de que la muerte del anterior traductor, un tal Montalo, tiene que ver con lo que ocurre en ella... Una doble trama en este apasionante juego de espejos en el que nada es lo que parece, y que cuenta con un final sorprendente.
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Proximamente: "Pétalo Carmesí, Flor Blanca", de Michel Faber.

2 comentarios:

  1. ¡veo que el blog sigue tan bien como siempre! ¡Y cunde cuando estoy fuera unos días y se me juntan dos o tres entradas! ¡Pero no se me escapa ninguna sin leer!

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  2. ¡Pues sí! Aquí seguimos: mucho tiempo libre, ya se sabe...

    Eso y que, como creo que ya he dicho alguna vez, una no es TAN voluble e inconstante como me consta que piensan algunos :)

    Siempre un placer verte por aquí, tú que eres mi mayor publicista ;)

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